Menú

Junqueras defiende con ferocidad ser español: "¿Por qué coño estamos en este lío?"

Ya sospechábamos que algo raro pasaba cuando oímos a Mas hablar en indio. Pero Junqueras defendiendo con uñas y dientes ser español roza el delirio.

El Mundo destaca una brillante frase de Margallo: "Ustedes son europeos porque están en España". Porque si estuvieran, pongamos, en Somalia, serían africanos. Y si estuvieran, pongamos, en Wisconsin, serían norteamericanos. Es listo, el ministro de Exteriores, sí señor. Victoria Prego, vencida y desarmada, tira la toalla. "Hay que aceptar el hecho de que es una batalla perdida la de convencer a los ya convencidos por esa propaganda, la de intentar que no se fíen de lo que les han prometido. Los convencidos no quieren escuchar (…) Ya pueden desgañitarse los líderes de los partidos defensores de la unidad de España" que es como hablar con la pared. "Ahora ya no queda más que dirigirse a los catalanes razonables que no han comulgado con esas ruedas de molino y pedirles, suplicarles, que este domingo acudan a votar", gime desesperada. Arcadi Espada, que no es muy de suplicar, le atiza dos tortas a Carlos Alsina por meterse en el charco de la nacionalidad. "No parece legítimo que un periodista utilice mentiras sandias en su trabajo y mucho menos sin citar su denominación de origen", el "viejo mantra del secesionismo".

El País pasa olímpicamente del debate y no le dedica ni un titular en portada. Abre con una entrevista que le han hecho a Pablo Iglesias. "Catalanes, quédense y echemos juntos a Rajoy". Genial, sencillamente genial. Dice este muchacho que los catalanes no quieren marcharse de España, "quieren marcharse de Rajoy". Se nota que poco a poco se va empapando de la realidad catalana. La foto, para los socialistas. Pedro Sánchez, Felipe González e Iceta. Esto acaba en coreografía. El editorial "a los ciudadanos de Cataluña (I)", me hace suponer, avispada que es una, que mañana nos largarán el (II). "Todos deben ir a las urnas en unas elecciones autonómicas claves para el futuro", dice otro suplicante. "Quienes se dejen tentar por la abstención corren el riesgo de que su futuro lo decidan otros", dice copiando la campaña de Rajoy. Joaquín Prieto se mete en el laberinto de las nacionalidades. "Expertos y abogados han sido consultados. Y no parece tan fácil ni automático perder la nacionalidad española". ¿Y la independencia sí es fácil y automática? Eso no lo aclara. "La Constitución incluye una prohibición tajante de privar de la misma a los españoles de origen". ¿Y qué dice la Constitución sobre la unidad de España? Ese detalle también se lo salta. "El Código civil limita los supuestos de pérdida de la nacionalidad..." tatata, tatata. ¿Y qué dice el Código Penal sobre la sedición? Pues tampoco habla de eso. Hombre, puestos a hablar de leyes, ya podíamos hablar de todas, señor Prieto, no tenga usted morro. A su lado, el candidato de Ciudadanos al Congreso tampoco tiene su mejor día y se pregunta: "¿Podría Cataluña ser Suecia?". Eso me ha dejado pensativa. ¿Podría Madrid ser Viena? Siempre me ha hecho ilusión vestirme de Sissí.

En cuanto al debate, dice Javier Casqueiro que "el debate más esperado de la campaña se convirtió en un bucle de posiciones enquistadas y en un duelo poco clarificador de declaraciones internacionales, tratados y normas". Un tostón, vamos.

ABC lo ve de otra manera. "Margallo combate con datos y leyes la retórica secesionista de Junqueras". "Es inútil", dice el periódico desolado "para esto, mejor que el ministro se hubiera ahorrado el viaje". David Gistau ya se sabía la retórica secesionista. Lo que le dejó perplejo fue ver a Junqueras aferrándose "con verdadera vehemencia a su derecho constitucional a seguir siendo español. Entonces, si lo que quieren es seguir siendo españoles, si van a luchar por ello en el día 1 de la independencia, ¿por qué coños estamos metidos en este lío y en estas tensiones?". Al final vamos a acabar todos en Leganés, que diría mi madre, te lo digo yo David.

La Razón también está estupefacto y destaca una frase de Margallo: "Es absurdo querer un estado catalán con 7,5 millones de personas con nacionalidad española". Están locos, estos catalanes. Marhuenda está muy dolido con los "separatistas embargados por el odio y la intolerancia" que acosaron a Rajoy. Forma parte de la "campaña de coacciones y violencia que sufren desde hace años quienes en su doble condición de catalanes y españoles se atreven a rechazar públicamente la idea de una Cataluña independiente, una España rota, como hacen con gallardía no exenta de valor físico los afiliados y simpatizantes del PP". Y de Ciudadanos, Marhuenda, ahí te ha faltado gallardía. Además se queja de "no haber recibido el menor reproche público por parte de la Generalitat, del resto de las formaciones en liza o de los medios de comunicación oficiales salvo el tímido 'lo lamento'" de Espadaler. La redactora Montse Espanyol le contradice en su información "Todos los partidos menos Mas condenan los insultos a Rajoy". ¿En qué quedamos?

Toni Bolaño comenta que Margallo y Junqueras "contentaron a sus respectivos públicos. En mi casa así fue". Eso sí, "nadie cambió de bando. El debate acabó en tablas. Los dos ganaron. Los dos contentaron a los suyos". Uf, una noche tranquila en los hogares catalanes.

La Vanguarrdia dice que "Margallo y Junqueras chocan por la doble nacionalidad". Dice que Margallo le dijo a Junqueras: "Oriol, se os quiere mucho, no rompamos". Yo ya estoy debajo de la mesa muerta de la vergüenza. Por favor, ministro, la próxima vez que quiera humillarse, hágalo en su propio nombre. Un poquito de respeto. Víctor-M. Ameia también se quedó descolocado. "Ahora sé algo más: que seguiré siendo español mientras viva, por mucho que independicemos Cataluña de España. Así que me voy a a comisaría para renovar mi DNI, que ya me toca. Y Junqueras supongo que también se lo renovará vista su insistencia en que seguiremos siendo españoles pese a todo". No jorobes. Lo dicho, les falta un tornillo.

Temas

En España

    0
    comentarios