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Willy Toledo no se retracta e insiste en cagarse en la Virgen del Pilar: "Es necesario"

El polémico actor dice no arrepentirse de nada. Entrevistado por una publicación aragonesa, Toledo amplía sus ofensas también a la Guardia Civil.

El polémico actor dice no arrepentirse de nada. Entrevistado por una publicación aragonesa, Toledo amplía sus ofensas también a la Guardia Civil.
Willy Toledo, en una manifestación junto a Carlos Bardem | Archivo

La publicación aragonesa El Agitador, una "publicación bajoaragonesa de agitación y propaganda", ha decidido entrevistar a Willy Toledo por sus exabruptos del Día de la Hispanidad. Willy Toledo no dudó literalmente en cagarse en "el 12 de octubre", en "la fiesta nacional", "en la monarquía y sus monarcas", en "el descubrimiento", en "los conquistadores codiciosos y asesinos", en "la conquista genocida de América", en "la Virgen del Pilar" y "en todo lo que se menea".

De toda la "diarrea" de ofensas de Willy Toledo, en Zaragoza sentó especialmente mal la de la Virgen del Pilar, cuya efeméride se celebra el mismo 12 de octubre. Pese a ser una publicación de propaganda y agitación, El Agitador pregunta con cautela a Toledo si "de verdad era estrictamente necesario cagarse en la Virgen del Pilar".

Ni corto ni perezoso, Willy Toledo asiente y dice que "tal vez sí, porque estaba hablando de un día, el 12 de octubre, en el que se celebra y cabe todo lo más rancio, lo más oscuro, lo más reaccionario de nuestra 'cultura' patria: la invasión y el saqueo de América, el asesinato de millones de seres humanos, su conversión religiosa a la fuerza. Seguro que a muchos los torturaron en nombre, por ejemplo, de la Virgen del Pilar".

El actor también explicó que aquel comentario "surgió espontáneamente, sin mucho meditar" porque "me cago en decenas de cosas cada día, como hacemos la inmensa mayoría de quienes habitamos este país". Según su propio testimonio, "no soy un intelectual, ni lo pretendo, soy un españolito más que de vez en cuando se enfurece y se caga en todo lo más grande. Sin más, no le demos más vueltas", pide.

Tras justificar sus insultos a la Virgen del Pilar, Toledo también se metió con la Guardia Civil porque "aún no ha pedido perdón por sus crímenes despreciables durante la guerra y los cuarenta años de dictadura ni por lo que vino después. ¿Hacemos memoria?", propone Toledo, "¿les suenan Lasa y Zabala? Secuestrados, torturados, asesinados y enterrados en cal viva por agentes y altos mandos del cuerpo, y por último, la Virgen, la omnipresente madre-virgen católica, me da lo mismo que se llame Pilar, Angustias o Mari Carmen".

Respecto a la referencia al "genocidio", la publicación reaccionaria sugiere a Toledo que quizá "no es del todo exacto, un genocidio exige una voluntad premeditada de extinguir a un grupo humano y los españoles, antes de llegar a América, no tenían ni siquiera conciencia de la existencia de sus pobladores, con lo que es difícil pensar que existiera premeditación". Y preguntan a Toledo: "¿No crees que elevamos demasiado el tono incluso para defender causas nobles? ¿No crees que en ocasiones nos venimos demasiado arriba?"

Willy Toledo no defrauda: "Si la barbarie contra los pueblos originarios de América constituyó un genocidio o no, tal vez lo mejor sería preguntárselo a ellos, a ver qué responden". Preguntado por si se arrepiente de lo que dijo, Toledo es tajante: "No, nunca me arrepiento de nada, eso se lo dejo a los católicos".

Según su testimonio, la España que le gusta a Toledo es "la de Antonio Machado, Miguel Hernández, Cernuda, Picasso, Marcos Ana, Dolores Ibárruri, Durruti o Labordeta. La España del pueblo trabajador, de sus luchas heroicas, de las huelgas obreras, estudiantiles. La España que obligó a la oligarquía a instaurar las cuarenta horas semanales, que inspiró el sufragio universal, la que construyó las comunas anarquistas, la que se levantó en Asturias, la de las colectivizaciones y la de las ocupaciones de tierras de los latifundistas, la España que echó al señor Alfonso XIII sin necesidad de guillotinas. Aunque, visto lo visto, tal vez ese fue nuestro error. Los franceses lo tuvieron más claro que nosotros".

Pero no se queda ahí: "Mi religión es el socialismo, la justicia, la libertad, la fraternidad y mi apóstol -uno de muchos- es Fidel Castro, así que anímense, cáguense en él, o en mí, les aseguro que no me ofendería lo más mínimo. No es mi caso, lo siento. Hice siempre, y seguiré haciendo, mofa de todas y cada una de las religiones. Soy un titiritero, soy un bufón".

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