Susana Díaz y el PSOE andaluz ya han avisado al PP andaluz de que o se aplica un 'Plan Renove' en profundidad o habrá jaleo electoral con costes adicionales para unos populares que no tienen buenas expectativas.
Según anota este martes El Español, el PSOE andaluz ya ha señalado a quiénes no deberían estar en las listas por su presunta relación con casos de corrupción. El más importante es Javier Arenas, por ser secretario general del PP en la época en la que se fraguaron los escándalos de Bárcenas y la Gürtel. Al PSOE no parece importarle que Arenas no está imputado de nada.
Además, el PSOE andaluz exige al PP andaluz que ni la exalcaldesa de Jerez de la Frontera (Cádiz) y actual senadora, María José García Pelayo; ni el diputado nacional y expresidente del PP de Sevilla, Ricardo Tarno; ni el exsecretario general del PP en Sevilla Eloy Carmona ni la exalcaldesa de Marbella (Málaga) Ángeles Muñoz, estén en las listas.
Rizando el rizo, tampoco quiere que esté en las listas la exalcaldesa de Cádiz y diputada Teófila Martínez, a la que atribuyen relaciones de amistad con Rodrigo Rato.
Es lo que lanzó este lunes el secretario de Organización del PSOE-A, Juan Cornejo, quien aseguró que el PP-A tiene dos graves problemas de cara a la confección de sus candidaturas para los próximos comicios generales. El primero, que podría perder entre diez y doce escaños. Y el segundo, que sobre la mesa está la supuesta "financiación irregular" del partido y otros casos de corrupción que afectan a dicha formación.
A continuación subrayó que las papeletas del PP deberían estar "limpias de cualquier sospecha de corrupción o va a haber rastro de la Gürtel, de los sobres o de Bárcenas en las candidaturas". También planteó si el PP va a ir "limpio" en esta campaña en lo que respecta a su financiación. Y luego, citó uno a uno a los señalados.
Avisos a Sánchez: o gobierna o a la calle
En este caso la admonición procede del grupo Joly, y de la sección de "Opinión", donde se publica hoy un artículo que lo revela con todo lujo de detalles y que tiene fuentes más que solventes.
Tomen nota de las siguientes expresiones: "Como Cortés, Pedro Sánchez ha quemado todas sus naves, el del 20 de diciembre es un camino de no retorno; si no consigue entrar entonces en la Moncloa, una buena parte del PSOE intentará descabalgarlo de la Secretaría General".
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Su equipo en Ferraz y su gente en el Congreso saben que se ha echado al partido encima, no a la militancia, pero sí a los barones.
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En los últimos meses el candidato del PSOE a la Presidencia se ha ido ganando, casi uno a uno, la desconfianza de los barones regionales.
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Si Sánchez no consigue ser presidente en enero, o no logra un buen resultado por encima de los 105 escaños, la poderosa oposición que se ha ido gestando en su contra dentro del partido se levantará para sacarlo de la Secretaría...
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Pedro Sánchez ha sumado a una serie de errores parciales, su gran fallo de estrategia con el fichaje de Irene Lozano, la ex diputada de UPyD, martillo del PSOE y exégeta del régimen socialista del sur. A pesar de ser advertido, Sánchez y su equipo optaron por no consultar este polémico fichaje.
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Tiene a casi todos los barones enfrente, esperando a ver el resultado del 20-D para actuar. Susana Díaz y el valenciano Ximo Puig nunca estuvieron con él, pero a Sánchez sólo le queda Miquel Iceta y la madrileña Sara Hernández. Felipe González y Alfonso Guerra también han cuestionado un fichaje que motivó, incluso, una intervención de Micaela Navarro, presidenta del PSOE federal, en la Ejecutiva del pasado lunes.
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Entre Sánchez y Susana Díaz hay una diferencia de fondo sobre el espacio que debe ocupar el PSOE. Susana Díaz no comparte la opinión de que sea necesario conseguir la Presidencia del Gobierno casi como sea, mediante una alianza fraguada con el voto de Ciudadanos y la abstención de Podemos, si el PSOE no es el partido más votado. La andaluza no bendice estos sumatorios para desbancar a Mariano Rajoy...
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Pedro Sánchez quería que la onubense María Luisa Faneca fuera diputada en la siguiente legislatura, es miembro de la Ejecutiva federal y fue una de las personas con las que estuvo este verano en sus estancias en Andalucía. Y ha valido simplemente esta muestra de interés para que Faneca haya sido apartada de las listas. "Tampoco Pedro se ha hecho valer", comenta un veterano socialista andaluz, crítico de Susana Díaz. A Madrid sólo irán quienes compartan el criterio de la dirección andaluza: si no gana por votos, el PSOE no gobernará.
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Susana Díaz y Pedro Sánchez no es que se lleven mal, es que no se llevan. El secretario general pasó varias semanas este verano en Chiclana, en La Antilla y en Mojácar, pero no visitó a nadie de la dirección socialista.
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"Eso ya no tiene remedio", comenta una fuente desde Ferraz, las relaciones entre ambos y la de sus respectivos equipos están perdidas.
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El arranque del malestar proviene del supuesto acuerdo al que llegó con Pedro Sánchez en el congreso que ganó. Según varias fuentes que difieren en matices pero no en la sustancia, Susana Díaz y los otros líderes que apoyaron al madrileño, entre otros el defenestrado Tomás Gómez, Pedro Sánchez recibió el apoyo para ser secretario general, pero no candidato a la Presidencia del Gobierno. Sin embargo, a la vuelta de ese verano, en septiembre, Pedro Sánchez anunció su voluntad de presentarse a las primarias. Aquello comenzó a desbaratarlo todo.
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Susana Díaz cree más en el centro, en la posición centrada del PSOE, que Pedro Sánchez.
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Hay coincidencia en la fecha del 20 de diciembre como clave para el futuro del socialismo. Si el secretario general no logra gobernar, los movimientos comenzarán el lunes siguiente. Si baja de los 100 diputados, no quedará nada de la corta etapa de Pedro.
La suerte está echada.