El independentismo catalán dio ayer un paso más en su huida hacia delante y aceleró exponencialmente lo que muchos -entre ellos Rosa Díez- califican ya de "golpe de Estado", que comenzó a fraguarse hace cinco años.
Después de que Junts pel Sí y la CUP presentaran en el Parlamento catalán una propuesta de resolución en la que se anuncia el inicio de un proyecto constituyente para proclamar la república de Cataluña y la desobediencia a la legalidad vigente, Ciudadanos, el PP catalán y el PSC decidieron ponerse a trabajar en una propuesta conjunta en la que se pidiera a la Mesa de la Cámara autonómica que reconsiderase admitir a trámite esta resolución.
Finalmente ha sido imposible el acuerdo. C's y PSC la han hecho cada uno por su lado, mientras que los populares no han podido hacerla por una cuestión formal, ya que aún no están constituidos comos grupo parlamentario.
En el escrito de los socialistas catalanes se considera que la iniciativa vulnera la legalidad y sobrepasa la Constitución y el Estatuto y se alega que no están constituidos todos los grupos -el PPC, como decíamos, aún no lo está- por lo que al no estar constituida la Junta de Portavoces por esta cuestión esta propuesta no se puede admitir a trámite.
Desde la formación naranja han arremetido contra el PSC por no ser capaz de unir fuerzas contra los secesionistas. "Es muy grave que, en un momento como este, el PSC esté de perfil, siga acomplejado y situado en la ambigüedad", ha señalado Inés Arrimadas.
En rueda de prensa en el Parlamento catalán, Arrimadas ha explicado que su grupo ha registrado en la cámara dos propuestas de resolución -una jurídica y otra política-. En la primera se reclama a la Mesa que reconsidere la admisión a trámite de la propuesta de los partidos independentistas, al tiempo que solicita a los servicios jurídicos del Parlamento autonómico que se pronuncien sobre su adecuación a la Constitución y al Estatuto.
En la otra propuesta más "política" se pide "respeto" a la democracia, a la Constitución y al Estatuto catalán, el cumplimiento a las leyes, respetar la "diversidad" social y política y que el Parlamento catalán no se utilice de forma "partidista", principios que, según Arrimadas, cuentan con el apoyo del PP, mientras que el PSC se ha desmarcado de los mismos.
Por ello, la líder de la oposición ha cargado duramente contra el PSC y su actitud partidista, al negarse a apoyar una declaración de mínimos que solo defiende la "democracia, las leyes y la pluralidad política". En este contexto, ha advertido al candidato del PSOE a las generales, Pedro Sánchez, que un aspirante a gobernar España "no puede mirar hacia otro lado" mientras su partido en Cataluña "tiene complejos a la hora de defender la democracia de forma sólida y unida y se nieguen a sumar esfuerzos".
Albert Rivera también ha criticado este miércoles a los socialistas. En una entrevista en La Sexta, ha calificado su actitud de "lamentable" y ha recalcado la importancia de que las fuerzas no secesionistas hagan piña en estos momentos. "Los que somos demócratas debemos estar juntos".
C's, PPC y PSC paralizan la tramitación
Eso sí, la estrategia seguida por los tres (C´s, PSC y PPC) ha conseguido -de momento- su objetivo: paralizar la tramitación de urgencia de esa declaración ilegal. La idea de las formaciones secesionistas era que se convocara un pleno extraordinario para aprobar su texto antes del 9N, el último día para celebrar el primer debate de investidura del nuevo presidente de la Generalidad.
La tramitación, sin embargo, depende de que el Partido Popular designe a su portavoz. El PP tiene de límite hasta el 5 de noviembre para decidir a su cabeza visible, lo que hace prácticamente imposible que haya un pleno el día 6 o el 9, como querían los secesionistas.