A Antonio Caño no le "gusta mucho hablar de política". El director de El País, protagonista de un desayuno informativo organizado por Fórum Europa en el Casino de Madrid este jueves, ha basado su discurso en la revolución tecnológica y en la crisis, no sólo económica, que afectó/afecta al Periodismo. Ahí se le veía cómodo. Pero, ah, camarada, cuando se le preguntó por los asuntos más incandescentes de la res publica patria, cómo cambió la cosa.
A quien sí le gusta hablar de política es a Juan Luis Cebrián. Y eso que se contuvo. El macho alfa de Prisa, presentador de Caño, tomó la palabra en el turno de preguntas –cabe señalar que las cuestiones, en general, van dirigidas siempre al ponente- para referirse al desafío rupturista de la Generalidad catalana y a las elecciones del 20 de diciembre. Sobre lo primero, dijo que "el problema no es Cataluña, sino España", preguntó "qué proyecto tienen los constitucionalistas" y añadió, sombrío y firme, que "este proyecto está herido de muerte si no se cambia la Constitución"; sobre lo segundo, afirmó que "El País nunca tuvo que ver nada con el PSOE", que siempre dio cabida a otras formaciones, y así. Las exministras Beatriz Corredor y Elena Salgado, Ángel Gabilondo, Diego López Garrido, Óscar López y el portavoz del PSOE en el Congreso, Antonio Hernando, presentes. También, por parte del PP, Esperanza Aguirre y Pablo Casado.
Decíamos que Caño, periodista de profesión, basó su discurso en la revolución tecnológica y en la crisis gremial. El director de El País señaló que "la tecnología está cambiando nuestra forma de ser, de consumir, de relacionarnos y de comunicarnos"; que "tendremos que ser mitad medio de comunicación y mitad compañía tecnológica", o que lo de enfrentarse a Google fue un error, que "los grupos –mediáticos- españoles han sido agresivos" con el gigante, aunque existe "espacio para la negociación" y "tenemos poderosas razones para ser aliados".
También se refirió a la "desafección de los periódicos por parte del público", criticando "el brote de periodismo de compromiso, de denuncia" que "alimenta el sectarismo", así como el "periodismo de tertulia", en el que "todo es escándalo y subjetivismo": "El tertulianismo se convierte en un espectáculo en el que el periodista se convierte en un actor más con un guion".
Caño dijo que el reto más importante de su periódico consiste en "demostrar su utilidad para contribuir a vertebrar una sociedad más compleja". Fruto de ese argumento derivó la pregunta formulada por LD: "¿Cómo puede El País contribuir a 'vertebrar' en Cataluña?". Respuesta –pasiva- del director: onomatopeya de grillos. Reivindicó y celebró el editorial de este miércoles, recordó que "hemos criticado el inmovilismo del presidente del Gobierno", Mariano Rajoy; señaló que "es un desafío político que requiere soluciones políticas", y atizó a Mas por "incoherente". La intervención de Cebrián sobre este asunto ya la hemos recogido antes.
Mimos a Ciudadanos
Lo que sí ha quedado claro es que la niña bonita de la política patria es Ciudadanos. "No me gusta mucho hablar de política –dice Caño-; el periódico es el que habla", pero, ya que le preguntan, afirma que hay un trasvase de votos del PP al partido de Rivera "bastante masivo": "Creo que Ciudadanos no ha encontrado todavía el techo. Es cierto que corre el riesgo de que una pequeña ventisca le derribe, pero Ciudadanos está en alza y diría que no hay ninguna opción que se pueda descartar en este momento". Subtexto: considera que puede ganar las elecciones.
Además, tildó de "arriesgada" la estrategia de Podemos por eso de no sumarse a IU, y dijo que no conoce al secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, pero que lo considera "un candidato válido".
Fuera del Casino, rondaba la puerta un anciano con una pancarta que rezaba lo siguiente: "'El País', corrupto, corrompe al país".