Resuelto trágicamente el enigma sobre el paradero de los tres militares desaparecidos el pasado jueves 22 de octubre, después de que su helicóptero desapareciera en el Océano Atlántico a unas 280 millas náuticas de la base aérea de Gando (Gran Canaria) y a 40 millas náuticas de Dakhla, la antigua Villa Cisneros, en el Sahara Occidental, todavía quedan muchos interrogantes sobre lo que sucedió en unas primeras 24 horas fundamentales.
El helicóptero había salido esa mañana de Dakar, capital de Senegal, donde había estado impartiendo a los militares locales, como si de una cruel coincidencia se tratase, un curso sobre rescate de embarcaciones en el mar durante dos semanas. Pararon a reportar en Nouadibou (norte de Mauritania) y desde ahí continuaron viaje hacia su base en Canarias.
Las alertas saltaron a las 15.05 hora peninsular de ese día, cuando la baliza instalada en el SuperPuma del 802 Escuadrón del Ejército del Aire comenzó a emitir señales de alerta. Desde la base aérea canaria se activó entonces un dispositivo de búsqueda y rescate en el que participaron un caza F-18 y un avión CN-235 de alerta, denominado también como Delta-4. También salieron medios marroquíes a intentar localizar al helicóptero desaparecido.
El helicóptero marroquí y la posible balsa
Según los datos conocidos hasta ahora, el primer contacto con el helicóptero desaparecido lo hace sobre las 18.30 hora peninsular un SuperPuma del Servicio de Búsqueda y Rescate (SAR) de Marruecos. La información que facilita es que ha visto un helicóptero flotando en el mar junto a una balsa en la que se veían bengalas encendidas, pero no puede confirmar que los militares estén dentro de la misma.
Pese a que se trata de un helicóptero de rescate no se tiene conocimiento de que intentase llevar a cabo algún tipo de operación de salvamento. Tampoco se conoce cuánto se acercó al aparato para ser incapaz de confirmar si los militares estaban en la balsa o, incluso, si la balsa era realmente una balsa, ya que los flotadores del SuperPuma y las balsas de emergencia tienen el mismo color y, dependiendo de la distancia de visualización, podría ser confundidas, sobre todo en un momento de fuerte temporal como el que había en esos momentos en la zona.
Un pesquero holandés fantasma
Continuando con la secuencia de actos conocidos, la primera embarcación en llegar a la zona habría sido un pesquero holandés cuya nombre no ha trascendido. Según las informaciones hechas públicas, sobre las 19.45 horas, cuando la aeronave todavía flotaba en el agua, la intentó mantener a flote utilizando unos cables, pero el mal tiempo que afectaba a la zona hizo que la misma terminase por hundirse.
La tripulación de la misteriosa embarcación informó, no se sabe si al Gobierno español o marroquí o a los dos, de que no habían visto a nadie ni en el interior de la cabina del helicóptero ni en los alrededores del mismo. Ésto alentó la hipótesis de que el capitán José Morales Rodríguez, el teniente Saúl López Quesada y el sargento Jhonander Ojeda Alemán estaban a salvo a bordo de la balsa de emergencia.
Fue este barco quien habría aportado los primeros datos sobre la situación del helicóptero, como que los flotadores del SuperPuma se habían desplegado, que las palas no habían impactado contra el agua o que la estructura del aparato se encontraba prácticamente intacta, algo que sería confirmado después por el piloto de un caza F-18 español, y que daba a entender que el amerizaje había sido lo suficientemente bueno como para que los ocupantes de la tripulación hubiesen salido con vida.
El Ministerio de Defensa español informó entonces tanto del supuesto accidente del helicóptero SuperPuma español como de que "medios aéreos tratan de confirmar que la tripulación de tres militares está a bordo de la balsa del helicóptero".
El falso rescate marroquí que lo frena casi todo
Antes de finalizar el día, el Gobierno de Marruecos trasladó al Gobierno español por dos cauces diferentes que los tres militares había sido rescatados. En primer lugar a través de una comunicación oficial del Ministerio de Defensa marroquí al español. En segundo lugar, con un fax remitido desde la Gendarmería del país vecino a la Guardia Civil. Desde España se solicitó a Marruecos que verificara la información y Marruecos insistió en que era buena.
Las informaciones facilitadas por Marruecos variaron en pocos minutos en un detalle. Inicialmente dijo que los tres militares ya rescatados estaban a bordo de una patrullera marroquí que los dirigía hacia la costa. Posteriormente, indicaron que había sido rescatados por un pesquero con base en Dakhla, la antigua Villa Cisneros, y que llegarían a puerto en torno a las 4.00 horas de la madrugada.
Defensa emite entonces un tuit que dice textualmente: "La patrullera con los tres militares del Ejército del Aire se dirige a Dakhla. Gracias al Gobierno de Marruecos por su colaboración". Enormemente inexplicable es el tuit que hacía público el Ejército del Aire y que borró unos días después: "¡Buenas noticias! F-18 del Ala 46 localiza a los tres tripulantes del helicóptero accidentado. Ya a bordo de patrullera marroquí".
Tras la información facilitada por Marruecos, las operaciones de rescate se frenan durante unas horas que pudieron ser cruciales para salvar la vida a los tres militares españoles. Y es que pese a que se manda a la zona a la embarcación El Camino Español, se podrían haber realizado otras operaciones que hubiesen podido salvar la vida de los militares si los mismos no fallecieron de los traumatismos causados por el amerizaje.
¿Pudo hacer más el Gobierno de Marruecos?
La implicación de Marruecos en el rescate de los tres militares españoles levanta serias dudas prácticamente desde los primeros momentos del operativo. Empezando por ese primer helicóptero SuperPuma que llegó a la zona del supuesto amerizaje y no hizo ningún tipo de intento de comprobar si los militares se encontraban en el interior de la cabina del helicóptero, todavía a flote, y de estarlo, tratar de sacarlos de la misma.
A esto se le añade esa falsa información del rescate de los tres militares. El Gobierno marroquí pidió disculpas oficialmente al Gobierno español el viernes a las 13.20 horas por hacerse eco de una información que no era verdad y que, según justificó, había conseguido de varias fuentes de la costa oeste africana, entre ellas, de la Armada de Senegal, país desde el que volaban los militares españoles fallecidos.
Pese a este gravísimo error, el Gobierno marroquí apenas ha facilitado medios para la búsqueda de unas militares que cayeron muy cerca de sus costas. Durante estos días han aportado únicamente un helicóptero SuperPuma y un avión Defender. A última hora, también dos embarcaciones, pero que siempre han estado a la sombra de las naves españolas que realizaban la búsqueda.
Varias fuentes militares han censurado durante estos días que además el Gobierno marroquí no hay utilizado en las labores de búsqueda los modernos aviones no tripulados Predator que adquirió recientemente a Estados Unidos, que tienen unos potentes radares que hubieran facilitado enormemente la búsqueda de los militares de no haberse encontrado en la cabina del helicóptero SuperPuma.