Ana Mato no irá en las listas electorales del PP y abandona la política. "Lo voy a dejar, es el momento de abrir una nueva etapa profesional", confirmó en conversación con este diario. Mariano Rajoy, al que sigue defendiendo con firmeza porque cree que es "el presidente que necesita España", le ofreció que volviera a formar parte de su candidatura. Pero, tras hablar con su familia, Mato optó por rechazar el ofrecimiento.
En los últimos días, la exministra de Sanidad reunió a sus familiares más directos para recabar su opinión. Ella sabía del revuelo mediático y político que se montaría si su nombre aparecía en la listas, y que ello podría afectar a los suyos, que ya lo pasaron bastante mal en su día. Tras escucharles, se convenció de lo que ya llevaba barruntando desde hacía meses: lo mejor era dar un paso atrás y no optar al Congreso. Y así se lo comunicó al presidente y al partido.
Según las fuentes consultadas, Rajoy se mostró dispuesto a asumir las críticas sí Mato decidía estar en la foto. La confianza en ella sigue intacta pese a que en noviembre de 2014 tuvo que dejar el Ministerio por su presunta implicación en el caso Gürtel, toda vez el juez Pablo Ruz consideró que se benefició de la trama corrupta a título lucrativo. Si bien, la histórica dirigente del PP siempre ha asegurado que jamás hizo "nada malo", y el presidente nunca lo puso en duda. Jesús Sepúlveda, su exmarido, se sentará en el banquillo acusado de varios delitos.
Aunque no conformará parte de las listas, tal y como avanzó El País, Mato seguirá colaborando con Rajoy y con el PP, al que está vinculada desde los años ochenta cuando José María Aznar se fijó en ella y la fichó. "Es la mejor, la descubrí yo", dijo de ella el expresidente cuando todavía era titular de Sanidad en el transcurso de una de las ediciones del tradicional campus FAES que se celebra en la serranía de Madrid antes del verano.
En cuatro años, las crónicas han cambiado por completo para Mato. En 2011, se le reconocía su labor interna al frente de la vicesecretaría general de Organización y se daba por descontada su incorporación al gabinete de Rajoy en caso de victoria. Conformaba con María Dolores de Cospedal y Soraya Sáenz de Santamaría -con las que nunca se llegó a entender y tuvo más de un enfrentamiento- el cinturón de confianza del líder. Mato llegó a ser la jefa de campaña, cargo actualmente en manos de Jorge Moragas.
En todo caso, su paso atrás ha supuesto, en cierta forma, un alivio para la dirección nacional. "Es lo mejor", reconocía un integrante de la cúpula esté mismo domingo pese a que se había asumido internamente que la última palabra la tomaría ella. De hecho, en Génova se sigue repitiendo por parte de un sector del partido que "ha tenido muy mala suerte". "Pobre Ana", fue el resumen de un histórico del aparato. Se explicó: "En el partido hizo un trabajo importantísimo y del que se sabe poco pero, tal vez, nunca debió ser ministra. Su sitio estaba en el partido. Yo no creo que hiciera nada malo, todos sabemos cómo era Sepúlveda".
Según las fuentes consultadas, no habrá comunicado oficial del PP ni tampoco ruedas de prensa. Mato quiere que su renuncia se vea como algo "natural", que afecte lo menos posible a Rajoy. Porque, como ella insiste una y otra vez, cree que es el mejor candidato y "siempre" va a tener su apoyo.