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Albert Rivera: "Determinadas portadas y editoriales evidencian la operación para salvar a Sánchez"

El candidato centrista responde a Libertad Digital sobre la campaña, su política de pactos y los aspectos más destacados de su programa.

Albert Rivera (Barcelona, 1979) ha dormido siete horas en un hotel de Granada, una cifra récord para un candidato a la presidencia en campaña. El día anterior el descanso se redujo a la mitad -"cuando sales de un debate en televisión te cuesta conciliar el sueño"- al tener que estar en Cádiz a primera hora y por la tarde en Sevilla, donde terminó la jornada con una nueva aparición televisiva. A pocos minutos de pasear por la capital andaluza y después de la primera reunión de la mañana con su equipo, en la que sin duda se habrá hablado del duro ataque del editorial de El País, atiende a Libertad Digital mientras apura un café con leche y un vaso de agua. Viste americana y pantalón azul. La conversación se verá interrumpida hasta en cuatro ocasiones por los saludos de simpatizantes, entre ellos un empleado del hotel.

La primera pregunta es ineludible: ¿Es usted un "edificio a medio construir"?

[Risas] Yo creo que Ciudadanos está centrando todos los ataques esta campaña. Somos justo lo contrario, un partido que quiere reconstruir el edificio que han tumbado otros. Hay que reconstruir el proyecto común español y precisamente el PP y el PSOE no pueden hablar mucho de edificios a medio construir. Yo digo que no hay nada con menos credibilidad que un político en campaña atacando a otro. Yo no voy a entrar en ese juego, no voy a entrar en la crítica personal, no me afecta mucho.

Ha hecho fortuna su latiguillo "salvar al soldado Sánchez". ¿No es un poco una teoría conspiranoica?

Viendo las portadas y los editoriales de los periódicos la gente lo está entendiendo. Es evidente que el bipartidismo se necesita. El PP y el PSOE se han dado cuenta llegados a este punto que la amenaza de una nueva etapa política es real. Cuando las encuestas les dejan en el 50% o menos, es evidente que el mapa político va a cambiar de arriba abajo, y que los nuevos partidos estamos ya por el 40% del voto, y eso es una enmienda a la totalidad de estos últimos años. Rajoy y Sánchez se necesitan y en estos momentos el líder del PSOE es el que tiene una situación más delicada. Por eso dentro del PSOE y en parte del PP necesitan mantener la tensión con cosas como ese tripartito que se están inventando.

Al margen de lo que se puedan inventar algunos, lo que parece lógico es que sus opciones de llegar a La Moncloa, con las encuestas en la mano, podrían pasar por una abstención de Podemos.

No me meto en casa de los demás. Hablo de que el otro día salió un titular absolutamente falso hablando de un tripartito. Yo vengo precisamente de conocer los tripartitos en Cataluña y sé que el modelo no funciona, es un desastre, porque tienes tres portavocías y no hay un rumbo claro. Desde luego con nosotros que no cuenten para eso. En lo que sí creo es en un Gobierno abierto, que incorpore a independientes de la sociedad civil e incluso a gente propuesta por determinados partidos.

Ayer dijo en Sevilla que los andaluces tienen que exigir a su administración un cambio de modelo productivo. ¿Los andaluces, o una parte de ellos, son parte del problema?

No. Pero es evidente que los últimos treinta años han estado gobernados por un partido con una lógica que no les ha hecho poner el motor en marcha. Esta es una tierra con muchas oportunidades y potencialidades. Esta tarde voy a Málaga, donde las nuevas tecnologías y el sector servicios son muy potentes, sin olvidarnos de la parte pesquera o ganadera. Pero el PSOE ha convertido esta autonomía en un granero de votos, han pensado demasiado en el Estado y en la subvención y no en la parte productiva o en un cambio de modelo. Mientras siga gobernando el PSOE será muy difícil hacerlo. Ahora, por lo menos, podemos introducir cosas desde la oposición, con nueve escaños. Aquí hay un paro estructural muy amplio y una filosofía económica muy equivocada, en una comunidad que por su tamaño es muy importante para el desarrollo de España.

Me gustaría preguntarle por su programa electoral. Ustedes presumen siempre de cuadrar las cuentas y lo hacen, sobre el papel al menos. Pero hay medidas económicas excesivamente condicionadas a reformas estructurales de mucho calado y, sobre todo, de muy difícil implementación. Le pongo dos ejemplos: la bajada al 7% del IVA cultural se compensaría con los 50 millones que estiman de ahorro por eliminar el Senado y el complemento salarial, una de sus medidas estrella, se podría financiar parcialmente con los 5.000 millones procedentes de la eliminación de las Diputaciones Provinciales y la fusión de municipios pequeños. ¿Debemos entender que si no se logran suprimir el Senado y las diputaciones no se bajará el IVA del cine o el teatro y no habrá complemento salarial?

No hay milagros. No podemos pensar que nos tenemos que conformar con un Senado que no funciona y con unas diputaciones sobredimensionadas y que duplican funciones de ayuntamientos y autonomías. Tampoco que no podemos luchar contra el fraude fiscal, una vía por la que creemos que se pueden ingresar 20.000 millones, una estimación prudente, fíjese que Podemos habla de 60.000, el triple. Hay que ser más cauto. Mire,las reformas estructurales son urgentes, me preocupa que algunos partidos crean que se pueden seguir aplazando. Para hacerlas, sin duda, hay que encabezar unos nuevos pactos de La Moncloa, que incluyan también el pacto para la reforma educativa. Con esas reformas se podrá bajar la presión fiscal a la clase media.

El contrato único es una de sus medidas estrella. Argumentan siempre que de un día para otro un determinado trabajador pasa a adquirir unas determinadas prerrogativas que muchos empresarios no pueden asumir. Sin embargo, mucha gente tarda años en lograr un contrato fijo, cuando lo logra. Si ustedes presumen de conocer la empresa privada deberían conocer esta realidad.

No es de un día para otro, pero dentro del marco legal llega un momento que una empresa tiene que decidir si contrata a alguien o la despide, otra cosa es que se comentan ilegalidades, lo que es por supuesto muy lamentable. Pero dentro de la legalidad vigente hay un momento en que hay un muro: doce días o treinta y tres por año trabajado en el momento en que te hacen fijo. Eso no es un muro real conforme funciona la empresa. Si un trabajador trabaja, se forma y el empresario está satisfecho, lo lógico es que se quede en la empresa. En cambio, hay mucha gente joven que lo que ve es que. aunque trabaje bien, hay empresas que, por costes, han entrado en la dinámica de despedir y contratar, y ellos son los más perjudicados.

Albert Rivera, durante la entrevista con LD

Acepto las críticas y los matices en este terreno, pero no que los responsables de haber perpetuado este modelo se muestren conformistas. Tenemos que ser conscientes de que el modelo actual, que defienden PP y PSOE, es un fracaso, este año hemos tenido un 91% de contratos temporales, una de las tasas más elevadas de Europa, a lo que se suma un 21% de paro, que se eleva a casi el 50% en el caso del paro juvenil. Me parece inaceptable que los partidos que nos han traído hasta aquí no tengan propuestas nuevas. Una legislación laboral no puede ser un impedimento, el modelo de dualidad, como nos ha recordado varias veces la UE, incentiva que en un momento dado se rescinda el contrato. Tenemos en fijarnos en modelos como al flexiseguridad danesa. Es verdad que tenemos otras condiciones fiscales, sociales y económicas, pero hay países que han dado ciertas reformas para dar flexibilidad por un lado y también seguridad al trabajador.

Sobre las pensiones usted insiste en el consenso, pero al margen de eso hay cierta confusión, porque en el debate en La Sexta se mostró partidario de que la edad de jubilación estuviese en los 65 años, cuando ya está por encima. Le pido que concrete su modelo.

Somos conscientes de que con la situación actual, con diecisiete millones de cotizantes nunca podríamos volver a los 65, haría falta estar por encima de los veinte millones durante mucho tiempo. Nosotros nos fijamos en la natalidad, como dije en el debate, es junto a las cotizaciones la principal causa de la pérdida de ingresos de la Seguridad Social. Por eso nuestro complemento salarial sería mayor para las personas con hijos y por eso nuestro plan de conciliación amplia y equipara las bajas de maternidad y paternidad. Necesitamos más cotizantes para sostener el sistema. De los modelos de contrato ya hemos hablado en la pregunta anterior, es el otro aspecto fundamental.

Ahora que habla del debate, hubo dos momentos en los que la vicepresidenta del Gobierno impugnó el programa de Ciudadanos. En primer lugar por la Conferencia de presidentes que sustituiría al Senado. Soraya Sáenz de Santamaría le dijo que en un órgano así los poderes de un presidente autonómico, puso el ejemplo concreto de Artur Mas, se verían reforzados hasta el punto de representar a toda su comunidad.

Es lo que ocurre en Austria o en Alemania, hay modelos en los que son los gobiernos y no los senadores los que representan a los territorios. De hecho el problema que tenemos ahora es que no nos representan a nadie, el Senado no tiene ni competencias ni funciones. Lo más lógico es que. en una cámara con menos coste y menos burocracia, los representantes autonómicos debatan sobre los problemas que les atañen. Debates territoriales, de infraestructuras o financiación autonómica, eso es mucho más útil que una cámara de segunda lectura inútil para colocar, por ejemplo, a Rita Barberá. Por otro lado, no tiene sentido lo que dijo la vicepresidenta, porque eso sería para Artur Mas y para todos los presidentes autonómicos, también los del PP.

Otro reproche fue la prisión permanente revisable, el motivo por el que Ciudadanos no firmó en febrero el pacto Antiyihadista que ahora ha suscrito. La vicepresidenta le recordó que se aplica en países poco sospechosos de no ser democráticos como Francia.

Yo creo que en un pacto antiterrorista eso no procede. Otra cosa es una reforma del Código penal, que es una Ley orgánica. Soy de los que piensa que fue un acierto subir a cuarenta años la pena máxima para terrorismo, una medida del presidente Aznar. Se demostró eficiente. Como le dije a la vicepresidenta, no parece que los suicidas estén muy pendientes de nuestro Código Penal. El Pacto Antiyihadista quedó abierto a la legislación vigente, y por eso lo hemos firmado el PSOE, UPyD o nosotros.

Para ser justos, en ese pacto hay pocas discrepancias. Lo que sí creo, y en eso estoy de acuerdo con Pedro Sánchez, es que no se puede estar de observador en un acuerdo, o estás o no estás. Podemos ha querido jugar a todo y a venir a las reuniones para hablarnos de su Consejo de Paz, en Ciudadanos pensamos que es más útil el pacto de las grandes fuerzas políticas.

Parece que hay un paso atrás en la reforma del CGPJ, el modelo de sustituirlo por un presidente del Tribunal Supremo que usted mismo presentó en Cádiz se incluye junto a otra propuesta más descafeinada, aunque quitándole a los políticos el control del órgano de Gobierno de los jueces.

Nuestro objetivo en una reforma constitucional sería reglar el modelo por mérito y capacidad para acceder a las plazas de la judicatura, en el Supremo, la Audiencia Nacional y en los tribunales superiores. Pero en el corto plazo abogamos, con el margen que nos da la actual Constitución, por cambiar las mayorías de escoger a los vocales del CGPJ para que pase a ser una mayoría de jueces. Eso se puede hacer con una Ley Orgánica.

Una de las grandes sorpresas de última hora del programa fue la rebaja del IVA cultural al 7%, el tipo mínimo que contempla su modelo. Hubo una enmienda en ese sentido en el Consejo General. ¿La militancia le ha doblado la mano al equipo económico?

No sé si esa es la expresión, pero es verdad que hubo un debate interno, que también lo tuvimos previamente en la Ejecutiva. El equipo económico nos explicó esos 150 millones de euros que suponía. En el Consejo General se impuso la tesis, que también había en el partido, de que el IVA cultural tenía que estar en el reducido. Se votó y ganó. Tenemos un funcionamiento interno democrático. No tengo mucho más que decir.

Pero el militante Albert Rivera, ¿qué piensa?

No pude asistir a esa reunión del Consejo, porque estaba en un acto. Lo que siempre he dicho es que, si la situación económica ha mejorado tiene sentido que esté en el reducido. Pero también es verdad que la situación económica sigue siendo difícil, y por eso el equipo económico nos sugería mantenerlo en el 18%. Otra de nuestras propuestas es que se revise el sistema de subvenciones al cine. Por otra parte, a veces hablamos de cultura, pero es también deporte y salud.

El pacto nacional por la Educación es una de sus grandes apuestas. Insiste mucho en la campaña, para defender su MIR para profesores, que debería ser "la profesión más importante de un país". En su programa se habla de exigirles conocimiento de ingles. Eso puede inhabilitar en la práctica a muchos profesores, sobre todo los de mayor edad.

Habrá que formarles.

A ciertas edades es muy complicado aprender idiomas, se puede dar la circunstancia de que los alumnos sepan más.

Yo no puedo pensar en el futuro de España en función de las ganas que tengamos de aprender inglés. Cuando uno es profesor en un país que es el segundo receptor de turistas del mundo y tenemos uno de los peores niveles de idiomas de Europa, parece lógico que no nos conformemos. Eso exigirá recursos y formación continua. Algo que se ha hecho en la Comunidad de Madrid, es un acierto del PP que hay que extender al resto del país. Muchos padres y madres lo agradecerán en vez de dejarse una pasta en academias o viajes al extranjero. Mire, yo vengo de una comunidad en la que ni el inglés ni el español son lenguas vehiculares, introducirlos será un éxito.

Es muy importante, por lo demás, eso que, como usted decía, se ha dado en llamar MIR de profesores. Yo estudié en Finlandia, le aseguro que si queremos parecernos a ellos tenemos que hacer cosas parecidas. Yo iba a una universidad pública y las clases se daban en inglés.

Acaba de referirse a la Comunidad de Madrid. El 17 de diciembre, penúltimo día de campaña, se votan los presupuestos en la Asamblea regional. ¿Cuantas veces ha hablado de ello con Ignacio Aguado?

Alguna vez, tampoco mucho, tuvimos hace poco una reunión con los portavoces parlamentarios. No es una situación tan singular porque también somos decisivos en Castilla y León, en Murcia y en la Rioja. Nos preocupa mucho, y eso me lo ha transmitido Ignacio, la deuda y los techos de déficit falseados por las administraciones del PP. Tenemos un problema, que asume Cristina Cifuentes. Sistemáticamente no se ha dicho la verdad sobre el déficit acumulado, y eso puede ponernos en la situación de que los presupuestos sean papel mojado. Curiosamente es un Gobierno del mismo partido el que tiene que hacer frente a ello, Cifuentes tiene que asumir la herencia recibida, ella sabe que tiene que aflorar la verdad. Estamos a la espera de su decisión, me temo que en plena campaña electoral va a ser difícil que el PP asuma esa realidad, que también ha ocurrido en otras comunidades . Tendremos que tomar una decisión y voy a estar en contacto con Ignacio Aguado y su equipo, lo mismo que con Luis Fuentes en Castilla y León o Miguel Sánchez en Murcia.

El episodio más tenso de la campaña ha sido el que se produjo en Cádiz con los trabajadores de Delphi. Alguien que aspira a ser presidente del Gobierno tiene que aguantar chaparrones como esos.

Sin duda, yo vengo de Cataluña y tengo anchas espaldas en ese sentido. Yo entiendo las protestas pero me gusta la educación. Les dije que nos reuniéramos. Llevamos ocho meses en el Parlamento de Andalucía y no se nos puede exigir como a los demás. Ese conflicto, que es dramático, tiene que ver con un cambio en el modelo económico y con promesas que ha hecho la Junta sin poder cumplirlas. Nosotros no podemos asumir esas promesas. Eso te pasa cuando estás en la calle, cuando vas con cordones policiales no.

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