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Mas descarta convocar elecciones y se espera al veredicto final de la CUP

La formación antisistema, en plena escisión, comienza una ronda de contactos con las asambleas locales para configurar la decisión del día 2.

La formación antisistema, en plena escisión, comienza una ronda de contactos con las asambleas locales para configurar la decisión del día 2.
Artur Mas en un acto electoral | EFE

La CUP se ha roto. El sector partidario de Mas exige la dimisión de Anna Gabriel, la dirigente que más contraria se ha mostrado al candidato de Junts pel Sí. El sector detractor del presidente en funciones afirma que en la "asamblea definitiva" se colaron elementos ajenos a los partidos y organizaciones que conforman la CUP. Como botón de muestra, Manuel Delgado, un antropólogo que figuraba en las listas para el 27 de septiembre, se lamentaba este lunes en la radio del conde de Godó, Rac1, por no haber asistido, por "mandra" (pereza), a la asamblea de Sabadell. Dice que hubiera votado no a Mas y se habría roto el empate a 1.515 votos. Otro militante, David Vitali, mostraba su contrariedad por no poder votar al estar en Andalucía "por motivos familiares". El combate nulo de la CUP ha abierto una grieta gigantesca en la candidatura separatista y antisistema.

Los diseñadores de la asamblea pretendieron dejarlo todo atado y bien atado a favor de Mas. De las cuatro alternativas que se sometieron a votación, dos eran a favor de Mas y dos anticipaban un negro escenario de nuevas elecciones en las que la CUP podría ser acusada de haber paralizado el "proceso". Aun así, los partidarios del no a Mas ganaron las dos primeras votaciones. En la tercera, empate, pero la CUP no informó de los votos en blanco y de los nulos. En primera convocatoria votaron 3.040 militantes y simpatizantes. En la segunda, 3.030. Y en la tercera, 3.020. Estos datos dan una idea de las irregularidades del método asambleario de la CUP. El empate favorece las opciones de Mas al mismo tiempo que muestra la fractura en la organización "cupaire".

De ahí que la plataforma Junts pel Sí no se haya dado por enterada de la petición de Anna Gabriel, en la rueda de prensa sin preguntas posterior a la asamblea del domingo, para que presenten un candidato y una oferta alternativas. La plataforma de ERC y Convergencia se mantiene en sus trece. El candidato es Mas.

Continúan las negociaciones

A pesar de todo, prosiguen las negociaciones. En la tarde del lunes, las delegaciones de Junts pel Sí y la CUP mantuvieron un contacto "informativo". Anna Gabriel y Antonio Baños despacharon con Raül Romeva sobre el resultado de la asamblea de Sabadell, el cónclave sandalio de la fumata gris. A su salida del recinto de la cámara autonómica, Romeva ha declarado que los contactos son constantes y que el candidato de Junts pel Sí sigue siendo Artur Mas. El grupo que sostiene al presidente en funciones no hará caso de la petición de Gabriel. Se ciñen a Mas y a un plan de choque social de 270 millones, muy lejos de los tres mil que pide la CUP.

La "situación" sobrepasa a los principales dirigentes de la CUP, salvo a Anna Gabriel, que se mantiene firme en el no a Mas y en la reclamación de un candidato alternativo. En el seno de la CUP su posición es mayoritaria, pero los "pragmáticos" condicionaron la asamblea con los argumentos de que apoyar a Mas es un filón de puestos de trabajo (la oferta de Junts pel Sí prevé múltiples agencias sostenibles en la república catalana) y en el compromiso de la plataforma masiana de desobedecer las leyes y proclamar la independencia de Cataluña.

La última hora

En la última hora, el empate alienta las esperanzas de Artur Mas de ser investido presidente. En un año se sometería a una moción de censura y planea sobre él la causa por el referéndum del 9-N, un expediente del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) en manos de un abogado andorrano nombrado a propuesta de CiU. Sin embargo, la consecución de la presidencia de la Generalidad, según sus abogados, es vital para establecer una defensa ante el dicho 9-N y las derivadas del caso 3%.

Mas se humilla, sus "intelectuales" de cabecera le recomiendan que convoque elecciones y en ERC ya debaten sobre si repetir Junts pel Sí (a pesar de que al presidente de los republicanos, Oriol Junqueras, se atribuye una estrategia consistente en desgastar a Mas y eliminar a la CUP) o ir a unas nuevas elecciones en solitario para acabar definitivamente con Convergencia.

Las apuestas están al cincuenta por ciento, como el "imprevisible" resultado de la asamblea de la CUP. El próximo match point será el dos de enero, fecha prevista también para el encuentro entre el Espanyol y el Barcelona en el campo de Cornellà-El Prat.

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