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Raúl del Pozo ve un presidente de Podemos y 'El País' un gobierno PSOE-C's

Hagan sus últimas ofertas, hoy cierra el mercado de escaños. Mientras, cada periódico hace su propio gobierno.

Hagan sus últimas ofertas, hoy cierra el mercado de escaños. Mientras, cada periódico hace su propio gobierno.
Albert Rivera y Pedro Sánchez en el Congreso. | EFE

El Mundo se sale de la tónica general e informa de que "el 3% sirvió para financiar los grupos independentistas". Hombre, a estas alturas eso ya lo sabíamos. El editorial habla del marrón que le ha caído al Rey. "Todo está abierto en estos momentos porque los partidos con posibilidades de gobernar son reacios a pactar. Ello es un sinsentido porque la desaparición del bipartidismo exige acuerdos. Ha cambiado el modelo pero no la mentalidad. Esta es la gran dificultad a la que se enfrenta Felipe VI, que no puede forzar las voluntades pero que a la vez tiene que intentar que haya un gobierno estable". Raúl del Pozo está seguro de que "Pedro formará gobierno. Puede ahormar una mayoría y la logrará". Yo le creería, teniendo en cuenta que se lo ha soplado Irene Lozano, experta en pegarse a una silla como una lapa aunque tenga que vender a su madre. En cuanto a Podemos, dice Raúl que le han dicho que "no vamos a investir a Pedro por su cara bonita. El PSOE es un partido declinante y Podemos es un partido emergente. Nosotros propondríamos un presidente de Podemos para un Gobierno de progreso". Caramba, pues sí que está caro el kilo de podemita.

El País dice que "el Rey admite en su audiencia que será difícil la investidura". Qué sagacidad. Recuerda el periódico de Prisa que el zoco de sillones está a pocas horas de echar el cierre. "Los partidos fuerzan a su favor las reglas del Congreso". "Bildu, ERC e IU se alían para cobrar el dinero de las subvenciones. Podemos sigue buscando formas para conseguir varios grupos". Vamos, Pablo, apura, apriétale las tuercas un poco más a Pedro, que tú sabes y hay unas perras en juego. Hoy dice el editorial que no a Rajoy. "Con los resultados de las elecciones generales en la mano, ya sabemos que no existe mayoría parlamentaria para un ejecutivo de derechas". Pero también dice que no a las pretensiones de Sánchez. "Todavía menos para un Gobierno de izquierdas, progresista o de cambio, como se quiera llamar: Cualquiera que insista en algunas de estas dos direcciones está distorsionando el mensaje de las urnas". Y se dedica a echarle la charla a Rajoy sin aportar soluciones. "Todavía no ha dicho con qué partidos cuenta" para intentar formar gobierno. "Rajoy parece situarse en una actitud de espera, tal vez interesado en la repetición de las elecciones, en vez de buscar activamente los pactos que hagan posible la investidura". ¿Pero no decís que no puede formar mayoría? Seguro que Rajoy estaría encantado de que le echen una manita. Aunque creo que no le va a gustar nada la que le hace Rubén Amón. "Una investidura de Sánchez con el apoyo de Ciudadanos y la abstención de las demás fuerzas políticas. Se trata de una hipótesis remota, pero menos remota que la ensoñación de Mariano Rajoy investido presidente en las próximas semanas. Por eso empieza a cultivar la repetición de los comicios. Y a apuntalar su candidatura, anteponiendo su interés al del partido y resistiéndose con arrogancia del síndrome de la falsa esperanza". Mira, igualito que Pedro Sánchez. Yo primero, el partido después. Si en el fondo tienen mucho en común.

ABC titula que "el Rey asume que costará formar gobierno". Y miran al sur a ver si alienta. "Susana Díaz advierte a Sánchez que necesita el apoyo del PSOE andaluz". Uy, mira cómo tiemblo, dirá Sánchez después de ver cómo se ha arrugado la andaluza con el regalito de senadores a los secesionistas. Bieito Rubido está acojonado. "¿Hasta dónde está dispuesto a llegar Pedro Sánchez para ser presidente? Esta es la otra pregunta que se hace media España estos días. Parece que su disposición al pacto con independentistas y extremistas es total. Quiere salvar su carrera a toda costa: ¡Incluso arruinando España!". Mira, como Rajoy. Si están hechos el uno para el otro. En el editorial llora a Susana Díaz, ya que su súplica a Felipe González el otro día no dio resultado. "Ya no pueden seguir amagando sin dar". Bieito, yo no confiaría mucho en esta señora, ya se ha replegado unas cuantas veces.

Dedica un segundo editorial al "chantaje y mercadeo con los escaños". "Es un mercadeo inadmisible porque convierte el mandato de las urnas en un fraude (...) A Pedro Sánchez no le importa retorcer la voluntad de sus electores; prefiere dar imposibles tirabuzones políticos para una hipotética investidura suya", lo que hace sospechar que a última hora venderá los grupos a Podemos a cambio de alguna línea roja. "Para completar este infame trapicheo de escaños, IU se ha unido a los separatistas de ERC y a los proetarras de Bildu". Qué pena da IU. "Asistimos a un espectáculo lamentable que daña en fondo y forma a la democracia española". Y eso que es la nueva política. Parece mentira lo que se parece a la vieja.

La Razón cuenta que "Podemos se negó a renunciar por escrito a la subvención por tener cuatro grupos". Que la pasta es la pasta. "Iglesias presiona a los socialistas, ahora dispuestos a dar voz en el Congreso" a sus mareas. Estaban esperando a las últimas rebajas. Dice el editorial que Iglesias "contabilizó sus resultados en 69 escaños, aunque 27 de ellos correspondían, según nos dice ahora, a formaciones diferentes". Sí, nos tiene un poco desconcertados. "Podemos no ha conseguido cumplir lo acordado con sus socios y no tiene control sobre ellos y su voto" y por eso este despotilla agresivo se pilló aquel rebote. "Quería imponer sus propias reglas en el Congreso". Como alguien no les pare los pies estos se nos comen. También La Razón se encomienda a Susana. "Díaz avisa a Sánchez: el PSOE no pactará con los separatistas". Jua, jua, jua, pero si ya lo ha hecho.

En La Vanguardia, Enric Juliana dice que "Comienza el minué de la investidura con un 'no es no' de Pedro Sánchez". Según el periodista, "la negativa ha quedado clara, pero caben otros escenarios. Por ejemplo, la abstención de los socialistas a última hora para permitir a Rajoy gobernar en minoría, durante cierto tiempo, con un programa de reformas previamente pactado". El 'no es no' de Pedro Sánchez, dice, es "de entrada, no". Otro que está tan sordo como Rajoy. ¿Qué parte del 'no' no ha entendido?

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