Muriel Casals, expresidenta de Òmnium Cultural (una de las entidades "civiles" impulsoras del proceso separatista) y número dos en la lista de Junts pel Sí ha fallecido en la madrugada del sábado al domingo tras permanecer en coma durante dos semanas en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Clínico de Barcelona.
La diputada, que debía presidir la comisión "constitucional" del parlamento de Cataluña, fue arrollada el pasado 30 de enero por un ciclista en el cruce de las calles Urgell y Provenza, en el centro de la capital catalana. Según los testigos, Casals cruzó en rojo y el ciclista, que se paró a atenderla, no pudo hacer nada para evitar el fatal impacto.
En los últimos días, los médicos constataron un empeoramiento de Muriel Casals, a quien se dio por muerta a última hora de la tarde de este sábado. Tanto el Clínico como la familia negaron el óbito, que finalmente se produjo a las 01:06 del domingo, según una nota oficial y varios mensajes en la red social Twitter del grupo parlamentario de Junts pel Sí. En uno de ellos se significaba el papel de Casals en el proceso: "Nuestro pésame a la familia. Nuestra historia reciente no sería la misma sin tu aportación, Muriel. Te recordaremos siempre".
Casals, de 70 años, divorciada y con una hija, era catedrática emérita de Historia Económica de la Universidad Autónoma de Barcelona y presidió Òmnium en los momentos de mayor agitación separatista. La confección de una lista unitaria entre CDC y ERC la situó en el número dos de la candidatura, por detrás de Carme Forcadell. Durante las discusiones entre Junts pel Sí y la CUP para investir presidente de la Generalidad, su nombre fue puesto encima de la mesa por la formación antisistema para relevar a Mas y desencallar el proceso. Ella se quejó de que estaba siendo instrumentalizada y se mantuvo fiel a la candidatura del ya expresidente de la Generalidad.