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Los votantes "moderados" de Podemos, "pasmados" al descubrir que es chavista

Siguen las negociaciones -o el postureo- mientras el análisis minucioso del programa de Iglesias pone los pelos de punta a más de uno.

Siguen las negociaciones -o el postureo- mientras el análisis minucioso del programa de Iglesias pone los pelos de punta a más de uno.
Pablo Iglesias | EFE

El Mundo nos cuenta hoy que "C's pacta con el PSOE contra la corrupción y se aleja de Rajoy". Eso está muy bien, cuando sumen que avisen. También dice que "Romeva se presenta ante el Parlamento Europeo como ministro de Exteriores". Y yo soy Napoleón Bonaparte. Casimiro García-Abadillo dice ahora que no, que el PSOE y Ciudadanos "están lejos de alcanzar un acuerdo" y, buenas noticias, han puesto de tope a "la etapa de postureo la semana que viene". "Ciudadanos no se fía de que el PSOE esté haciendo el paripé para acabar optando por Podemos", que es quien les puede dar, al menos, la presidencia del Gobierno. Bienvenidos al mundo real. "¡Con lo bonito que sería que se abstuviera el PP!", exclama el pobre Casimiro. Victoria Prego le pone al día. "De lo que no hay que abrigar la menor duda es de que el PP no se va a prestar nunca a aupar al poder al partido que le ha negado el pan y la sal y que pretende además ocupar el lugar que Rajoy no ha dejado de reivindicar como propio". Hombre, si es por pan y sal... Por reivindicar que no quede. A otro que le fallan las matemáticas. Visto el panorama, Jorge Bustos no se conforma con repetir las elecciones y hace futurología con las terceras. "Tras las segundas elecciones, los suyos agradecerán al fin a Rajoy los servicios prestados. Nombrarán a un candidato más o menos ecuménico, coincidiendo con la venida de Susana. Y al contar los votos de las terceras, agotada la paciencia de Occidente, por fin esta aspaventera partidocracia podrá ejecutar la gran coalición que el país llevará un año necesitando a gritos". ¡Un año! Anda Jorge, que ya tenemos bastante con el lío actual, no rices el rizo.

El País sigue buscando las cosquillas a Aguirre a ver si a la diez mil va la vencida y publica un interrogatorio del juez que busca afanoso la financiación ilegal del PP de Madrid. Sobre pactos, dice que "Rivera se resiste a entrar en un gobierno del PSOE". Esto sí que es bueno, subimos un peldaño de postureo. Pero ¿qué gobierno? ¿No habría que atar primero una investidura? Para que haya gobierno en el que entrar, más que nada. A Patxo Unzueta le pasa lo que a mí, que no entiende a qué juega Iglesias. "¿Por qué habrá elegido Pablo Iglesias el derecho a decidir y el emplazamiento a convocar un referéndum sobre la independencia de Cataluña como línea de ruptura con el PSOE?". ¿Cómo explica a sus votantes de toda España, la gente que se muere de hambre por las esquinas, se queda sin casa y pasa frío que lo primero es Cataluña?" El País dedica su editorial a regañar a los polis que escrachearon al escracheador concejal de Seguridad de Madrid. Es "absolutamente inaceptable. Que quede claro: la práctica del escrache no puede tener cabida en una sociedad democrática". Como todo el mundo sabe es un principio ético de El País dedicar un editorial a todas y cada una de las víctimas de escraches.

ABC dice que "Rivera sella acuerdos puntuales con Sánchez, pero insiste en la abstención", mientras que "Felipe González y Guerra presionan al PP para que se abstenga y facilite la investidura de Sánchez". El editorial se pronuncia sobre esta posibilidad. "Al PP la abstención le permitiría no aparecer como el causante de nuevas elecciones -poco propicias- y tener una gran influencia sobre el nuevo gobierno, a expensas de sus 123 escaños en el Congreso y de su mayoría absoluta en el Senado. Pero también sería una declinación manifiesta de su liderazgo como primer partido nacional en ambas Cámaras y conllevaría el riesgo de ceder el poder a quienes, como los los socialistas, han mostrado tener manga ancha para pactar con quien haga falta". Buenos, menos con el PP, ahí la manga se cierra total. En fin, todo en esta vida tiene sus pros y sus contras, que Dios o quien sea les ilumine en esta difícil encrucijada. A Isabel San Sebastián le ha puesto los pelos de punta el programa de Iglesias y le han entrado las prisas. "Es obligación de Rajoy, Sánchez y Rivera entenderse frente a la amenaza que representa Podemos (…) El peligro es demasiado real como para ignorarlo, demasiado grave como para supeditarlo a las ambiciones personales de unos y otros, demasiado irreparable como para que quienes pueden conjurarlo, que son Sánchez y Rajoy, eviten dirigirse la palabra". Para conjurar el peligro lo que hace falta es que cinco millones de personas, y subiendo, no les voten. Y para poner la guinda a este día de pánico, Carrascal alerta de que se aproxima una guerra. "Aunque no parece posible una nueva guerra civil abierta, el problema territorial puede llevarnos a una guerra sorda, de desgaste, de guerrillas, de la que nadie saldrá ganando, pues nos agotará a todos. La cosa no ha acabado. Solo acaba de empezar". ¿El problema territorial desatar una guerra? No lo veo, Carrascal.

La Razón anuncia que "si Rajoy quiere seguir, lo hará". Que "si el PSOE pacta con Podemos, el líder popular cree que podría encabezar la oposición en una legislatura corta con un Gobierno débil y pilotar la transición del PP". Y que si se tiene que quedar de bedel en el Congreso tampoco le hará ascos, pero que a él no le sacan de allí ni con agua caliente. Carmen Morodo advierte de que el PP es suyo y que va a optar "con su candidatura al Congreso Nacional del PP". Y como a alguien se le ocurra intentar competir con él les azuza a Marhuenda. Claro, que eso no va a pasar porque el PP es "un partido educado y forjado en la disciplina interna". ¿Verdad? Además lo hace por ellos, por la "necesidad de preservar la estabilidad interna de su organización política". ¿Política? Eso es peor que un cuartel. Y luego decimos de Podemos. De Podemos habla Martín Prieto. Dice que "Pablo Iglesias le recuerda más al ascenso democrático de Hitler que al de Lenin del soviet de Petrogrado". No sabría qué decirte, a mí me pasa un poco lo mismo con Rajoy después de lo que he leído. No sé si me recuerda más a Hitler, a Lenin, a Franco, a Mussolini... Fernando Rayón revela que Iglesias "ha conseguido pasmar a sus mismos votantes: aquellos moderados -dice que conoce a "unos cuantos", tranquilo, pasa en las mejores familias- "que creyeron que era otro regenerador, y no la reencarnación de la miseria chavista". Y mira que se lo dijimos.

Y La Vanguardia se ha dado la vuelta como un calcetín y ha recorrido el largo camino entre ignorar la existencia de Rivera a proponerle para presidente del Gobierno. Y no cualquiera, sino el mismísimo Enric Juliana. "Si Sánchez no logra abrochar el collar de la investidura por falta de buen cierre, Rivera podría proponerse como solución, ahora que el PP comienza a tener miedo a la repetición de elecciones. Un centrista al frente, como en la serie Borgen". Sí, Rivera, sí, pellizcate.

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