Existe un salvoconducto para que Arnaldo Otegi materialice sus aspiraciones y se presente como candidato al gobierno del País Vasco en las próximas elecciones. Esta posibilidad responde a imprecisiones en la redacción de la sentencia por que la Audiencia Nacional condenó al exmiembro de ETA a diez años de prisión y e inhabilitación especial para ejercer cargo público hasta 2021. El Tribunal Supremo redujo la pena de cárcel a seis años.
Sin embargo, ninguno de los dos órganos jurisdiccionales especificó a qué cargos en concreto no podría acceder Otegi: municipales, autonómicos, nacionales, etc. Una práctica errónea repetida sistemáticamente durante años por la sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, que hasta hace poco no ha tenido consecuencias porque se ilegalizaban los partidos políticos afines a ETA. Ocurrió con integrantes de grupos como Acción Nacionalista Vasca, Partido Comunista de las Tierras Vascas o, el caso más reciente, Batasuna. Precisamente en el intento de reconstrucción de este último por orden directa de ETA, la Justicia condenó por cuarta vez a Otegi, en esta ocasión, a causa de un delito de pertenencia a organización terrorista.
Caso Iker Casanova
Otegi se aferrará a la falta de concreción de las sentencias a través de un precedente que juega a su favor. Es el caso de Iker Casanova, que salvó su escaño como representante de Bildu en el Parlamento vasco pese a que la propia Audiencia Nacional le había inhabilitado también por pertenencia a la banda terrorista. La Fiscalía admitió el error en junio de 2015, pero aseguró no tener herramientas para corregirlo y, por lo tanto, desoyó los intereses del colectivo de víctimas Dignidad y Justicia para evitar que el exetarra se consagrara como diputado.
"La pervivencia en el tiempo de la pena de inhabilitación no significa que sea susceptible de afectar al cargo público electivo que el reo obtuvo con posterioridad, pues la sentencia no concreta en su parte dispositiva a qué concreto empleo o cargo público se refiere la inhabilitación", apuntó la resolución de la Fiscalía General del Estado.
Pese a que la Audiencia Nacional rechazó el recurso de Otegi contra su inhabilitación y confirmó la pena hasta 2021, el ya exconvicto piensa presentarse a las elecciones autonómicas vascas del próximo otoño. Todo apunta a que, como candidato de Sortu, partido que dirige desde la secretaría general desde su última estancia en prisión, intentará investirse como lehendakari. Y, a juzgar por los antecedentes, parece complicado que se lo impidan.
Salida de prisión
Después de 2.331 días, Otegi ha abandonado este martes la cárcel de Logroño. Le esperaban a las puertas unas 200 personas, entre familiares, simpatizantes de Bildu y dirigentes de ERC y la CUP con gritos de "independencia" y "presos vascos a la calle". El exmiembro de ETA ha cumplido seis años y medio de prisión por intentar reconstruir la ilegalizada Batasuna "siguiendo instrucciones de ETA". Así lo estimó el Tribunal Supremo, que rebajó la pena de 10 años impuesta por la Audiencia Nacional al entender que no actuaba como dirigente de la banda, sino como mero integrante.