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La Legión vuelve a desfilar en Cataluña

La Hermandad de Antiguos Caballeros Legionarios participa en una procesión en Hospitalet en favor de la libertad religiosa.

La Hermandad de Antiguos Caballeros Legionarios participa en una procesión en Hospitalet en favor de la libertad religiosa.
Imagen de la procesión de este jueves en Hospitalet de Llobregat. | Pablo Planas

Habían intentado prohibir el acto, una procesión-manifestación en favor de la libertad religiosa en el Hospitalet de Llobregat. La alcaldesa socialista, Núria Marín, llegó a telefonear al nuevo obispo de Barcelona, Juan José Omella, para que amonestara al párroco del barrio de Sanfeliu, Custodio Ballester, a quien acusa de organizar las procesiones con acompañamiento militar y al que en pleno municipal se declaró persona non grata, pero una gran parte del barrio, además de gentes venidas de la cercana Barcelona, se sumó a la manifestación y mostró su apoyo al cura.

Más de un millar largo de personas siguió la manifestación primero y después el desfile de los veteranos de la Legión, que portaban al Cristo de la Buena Muerte a los sones del himno "El novio de la muerte". Mosén Custodio, en un discreto segundo plano, acompañó la procesión religiosa.

Los últimos días no han sido fáciles para el párroco, acosado por el Ayuntamiento y amenazado de expulsión. No se arredró. Ni tampoco los veteranos de la Legión, que protagonizaron un desfile militar con sus tradicionales 180 pasos por minuto y después la procesión en la que llevaron a cuestas la imagen del Cristo de la iglesia de la Inmaculada Concepción del Hospitalet.

Ambiente religioso y familiar, más de mil personas que desafiaron los vetos oficiales, las amenazas de la extrema izquierda y el apagón informativo sobre el acontecimiento. Los veteranos desfilaron con la bandera de España y con la senyera, así como con la venerada imagen del Cristo. A su paso, los asistentes daban vivas a España y a la Legión. A pesar del ambiente hostil y de las admoniciones de la alcaldesa, el popular barrio de Sanfeliu se echó a la calle este Jueves Santo para mostrar su fe, celebrar la Semana Santa y dar su apoyo al Ejército y escenificar su solidaridad con el baqueteado párroco, en el punto de mira de la izquierda local desde que hace dos años aceptó la sugerencia de la Hermandad de Legionarios de participar en las procesiones de su parroquia, un fenómeno casi extraordinario en una Cataluña en la que la Semana Santa religiosa es casi una excepción.

En los últimos días, el Ayuntamiento del Hospitalet, además de llamar al obispo, había enviado correos electrónicos al párroco para que cancelara la manifestación, pero no estaba en sus manos, puesto que había sido organizada por la entidad Manos Libres y apoyada por los vecinos del barrio y los fieles de la parroquia. Los vecinos afirmaban que nunca había asistido tanta gente a su humilde procesión del Jueves Santo. Las calles por las que discurrió la procesión estaban plenas de fieles que celebraban tanto la ocasión religiosa como la participación de los veteranos legionarios asentados en Cataluña. Una muestra insólita que lleva camino de convertirse en una tradición gracias, en parte, a la animadversión de la izquierda nacionalista.

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