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Sánchez no hará vicepresidente a Iglesias pero se abre a ministerios de Podemos

El líder del PSOE verbaliza las maniobras que ya barajaba el equipo negociador: abrir la puerta a "independientes" de Podemos.

El líder del PSOE verbaliza las maniobras que ya barajaba el equipo negociador: abrir la puerta a "independientes" de Podemos.
Pedro Sánchez. | EFE

El secretario general del PSOE sigue buscando fórmulas para conseguir que Podemos se apee del burro y acabe permitiendo un Gobierno socialista junto a Ciudadanos. La última, barajada por el equipo negociador y verbalizada este martes por el líder del PSOE, es incorporar a miembros "independientes" de Podemos en algunos ministerios, pero siempre sin aceptar la cesión de la vicepresidencia del Gobierno para Pablo Iglesias, cuya exigencia provocó un enorme malestar en los barones y vieja guardia del PSOE.

Un paso más en la estrategia de la división de Podemos que inició el PSOE hace ya más de un mes, cuando fuentes socialistas alertaban de la división interna en la formación morada porque "no es un bloque monolítico" e insinuaban que "existe mucha sintonía con Errejón y Bescansa pero no con Pablo Iglesias". De ahí que con este anuncio pretendan hacer guiños al sector "más moderado y posibilista de Podemos".

En una entrevista a la cadena SER, Pedro Sánchez ha asegurado que el pacto con Ciudadanos es "condición necesaria", sine qua non, para lograr un cambio en La Moncloa. Y, a partir de ahí, abre la puerta a que miembros de la formación morada entren como "independientes" en su ejecutivo. "No me cierro a que haya representantes de Podemos dentro del Gobierno, como tampoco me cierro a que haya representantes de Ciudadanos".

Sánchez no descarta "ninguna formulación" porque asume que "con 90 diputados es difícil liderar un gobierno monocolor" y que "en tiempos extraordinarios hacen falta medidas extraordinarias". Para lograr el cambio, "sólo se puede ejemplificar con las tres fuerzas políticas. Es la única composición posible", ha reiterado el líder socialista para quien "no es posible un gobierno a la valenciana" a nivel nacional porque "no suman las izquierdas". Por ello, sigue confiando en que sea Pablo Iglesias quien acabe reculando para permitir la presidencia del Gobierno socialista, aunque ha advertido al líder de Podemos de que "ya no hay mucho margen para el error".

En este sentido, y en la víspera de su reunión con Iglesias, Sánchez ha adelantado que será "muy franco" con el líder de la formación de los círculos para instarle a desbloquear la actual situación política. "No tiene mucho sentido seguir prolongando esta agonía de un gobierno asediado por la corrupción y presidido por un señor, Rajoy, que no tiene ya nada que ofrecer a los españoles". Eso, sumado a la agenda social que ha dicho compartir con Podemos, le hace ser optimista al líder del PSOE: "Podemos llegar a un entendimiento" para la formación de gobierno. El acuerdo con Ciudadanos "es el primer paso hacia el cambio; nos falta el izquierdo, que es el que quiero dar con Pablo Iglesias a partir de mañana".

Bajo la premisa de evitar elecciones a toda costa, Sánchez ha esperado que la conversación de mañana sea "sincera y cordial" y que ambos líderes de izquierdas salgan del "bucle" en el que llevan instalados cien días. "Espero que vaya con una predisposición a avanzar y que no nos quedemos en la casilla de salida" de cara a formar gobierno.

Un Gobierno "transversal y horizontal" con el que ha dicho "soñar" y cuyas posibilidades, por remotas que sean, le permiten mantener a raya a los críticos del PSOE. En este sentido, Sánchez ha explicado su decisión de retrasar sine die el 39 Congreso Federal como un acuerdo "de consenso" que "permite a cualquier militante" dar un paso al frente, insinuando que es el calendario que más conviene a Susana Díaz como ha venido reiterando su entorno más cercano en los últimos meses.

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