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La Generalidad culpa a Fomento de un accidente de tráfico con siete muertos

El consejero Josep Rull atribuye el choque frontal de dos vehículos en la N-II a las "desinversiones del Estado".

El consejero Josep Rull atribuye el choque frontal de dos vehículos en la N-II a las "desinversiones del Estado".
Así quedó uno de los coches tras el accidente | EFE

Un exceso de velocidad es según todos los indicios la causa del choque entre dos vehículos que este sábado ha provocado siete muertos en el kilómetro 763 de la N-II, en Pont de Molins, cerca de Figueres. El accidente ha provocado una agria reacción por parte de la Generalidad en contra del Estado, porque según la administración autonómica la carretera debería haberse desdoblado hace veinte años. Así, el consejero de Territorio y Sostenibilidad, Josep Rull, no ha dudado en culpar al ministerio de Fomento del accidente: "Las cosas se deben hacer cuando toca y se tiene que ser extraordinariamente sensible con la seguridad viaria".

En medio de la tragedia, el consejero autonómico no ha tenido ningún empacho en arremeter contra la titular de Fomento, Ana Pastor, y contra el Estado por las "desinversiones del Estado" en el mantenimiento de la red viaria catalana. Ahora, hasta los accidentes provocados por imprudencias en Cataluña también son culpa del "Espanya ens roba".

Los fallecidos en el siniestro tienen entre 19 y 38 años. En uno de los coches, de matrícula francesa, viajaban cinco de los fallecidos, de entre 19 y 22 años. En el otro, los muertos tenían 31 y 38 años.

La Generalidad también trató de sacar partido político del accidente de Freginals (Tarragona) en el que murieron trece universitarias del programa Erasmus, en su mayoría italianas. Las autoridades autonómicas reprocharon a Mariano Rajoy que no mostrara sus condolencias a la Generalidad y convirtieron la visita privada del primer ministro italiano Mateo Renzi en un acto político con fotógrafos y mensajes en las redes sociales sobre los "contactos" internacionales de la Generalidad. Raül Romeva, el "ministro" de la consejería de Asuntos Exteriores catalanas llegó a afirmar falsamente que él se había hecho cargo de las gestiones para la expatriación de los cadáveres con los diferentes consulados habilitados en Cataluña.

En esta ocasión, tanto Rull como el consejero de Interior, Jordi Jané, han tratado de cargar las tintas contra el Estado y atribuir la culpa del accidente a la falta de infraestructuras adecuadas.

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