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Mario Conde declara ante el juez Santiago Pedraz

El juez de la Audiencia Nacional tomará declaración a los detenidos y resolverá sobre posibles medidas cautelares.

El juez de la Audiencia Nacional tomará declaración a los detenidos y resolverá sobre posibles medidas cautelares.
Mario Conde | Archivo

Mario Conde descuenta horas para sentarse ante Santiago Pedraz y que el juez resuelva su situación procesal. Al amparo del artículo 12.2 de la Constitución, "en el plazo máximo de setenta y dos horas, el detenido deberá ser puesto en libertad o a disposición de la autoridad judicial". Según ha podido saber Libertad Digital, el expresidente de Banesto acudirá este miércoles a la Audiencia Nacional para dar explicaciones sobre la nueva causa abierta. La Fiscalía Anticorrupción le atribuye blanqueo de capitales, pertenencia a organización criminal, frustración de la ejecución y ocho delitos contra la Hacienda Pública.

El Código Penal prevé penas de hasta doce años de prisión para estos delitos. Los indicios apuntan a que intentaba lavar los 26 millones de euros de los que, según la sentencia por la que fue condenado a 20 años en el caso Banesto, se apropió indebidamente de la entidad. En base a los datos de la Fiscalía, Conde llevaba blanqueados 13 millones desde 1999 a través de falsas prestaciones entre sus sociedades en España y en el extranjero, concretamente en Suiza y Reino Unido. Unas operaciones presuntamente camufladas en ampliaciones de capital, préstamos y transferencias.

Para crear este complejo entramado, el banquero se habría servido de personas de confianza, entre ellas sus hijos. De los catorce sospechosos, los agentes de la Unidad Central Operativa detuvieron este lunes en la denominada Operación Fénix a ocho personas. Exceptuando a Mario Conde, el resto habrían actuado como testaferros, es decir, prestaban su nombre para figurar como titulares de sociedades que en realidad no manejaban. Son sus hijos, Mario y Alejandra Conde Arroyo; el marido de la última, Fernando Guasch; el abogado Javier De la Vega; Francisco de Asís Cuesta, mano derecha del empresario; Cristina Fernández y Roland Stanek.

Chivatazo a Anticorrupción

Mario Conde abandonó este lunes su domicilio madrileño en Chamartín acompañado por la Guardia Civil. Ocurrió minutos antes de medianoche, después de 15 horas de registro. El exbanquero presenció uno de los ocho accesos a viviendas y sociedades completados por la UCO, que posteriormente condujo a los ocho arrestados al calabozo de Tres Cantos. Allí han pasado la noche y se han enfrentado a las preguntas de los agentes todos menos el yerno del exbanquero. Fernando Guash quedó anoche en libertad con cargos.

Los otros siente imputados llegarán a la Audiencia Nacional un mes después de que la Fiscalía Anticorrupción, que ha sido paciente viendo cómo llegaban remesas de dinero desde países extranjeros, presentase la querella. Un escrito basado en informes del Servicio de Prevención del Blanqueo de Capitales, que dio en 2014 el primer chivatazo, y la Hacienda española. Desde entonces, el caso avanza en manos del titular del Juzgado Central de Instrucción 1, Santiago Pedraz, que decidirá este miércoles si impone medidas cautelares a los investigados: prisión preventiva, retirada del pasaporte o comparecencias periódicas en los juzgados.

Medalla de plata de la morosidad

El expresidente de Banesto figura en la lista de contribuyentes morosos que publicó la Agencia Tributaria por primera vez el pasado diciembre. Con una deuda de 9,93 millones de euros, Mario Conde se sitúa en en el segundo puesto de las personas físicas que más dinero deben al fisco.

Aquellos 26 millones de euros de los que se apropió en el caso Banesto jamás aparecieron. De ahí que los investigadores sospechen que el dinero lavado desde 1999 se corresponda con esos fondos. La Justicia entiende ahora que permanecieron ocultos en refugios fiscales aún desconocidos y, finalmente, regresaron mediante sociedades instrumentales ubicadas en el Reino Unido y Suiza.

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