Unos no se habían enterado, otros afirman que en la redes sociales se adoptan a veces determinadas "licencias" y otros, sencillamente, se han quedado espantados. El hastag #marianorajao con el que haciendo mofa del apellido del presidente del Gobierno en funciones se critica su falta de liderazgo y de capacidad para regenerar España, los argumentos principales que Ciudadanos expone para que Mariano Rajoy no siga en La Moncloa, no ha provocado unanimidad en las filas de Albert Rivera, quien tampoco lo ha publicitado desde su perfil en Twitter.
Merecemos un liderazgo valiente y limpio, que no se esconda #MarianoRajao pic.twitter.com/5sVB5DlmI6
— Ciudadanos (@CiudadanosCs) 16 de abril de 2016
La campaña viral diseñada por el equipo de comunicación que encabeza Fernando de Páramo, todo un experto en los nuevos paradigmas comunicativos, ha sido defendida en público este lunes, en la rueda de prensa posterior a la Ejecutiva de la formación centrista, por el número dos del partido, José Manuel Villegas: "Poner de manifiesto las incapacidades del actual presidente es una de las obligaciones que tenemos los partidos".
Preguntado sobre si le repetiría el epíteto a la cara al líder del PP, Villegas se ha escudado en los ataques recibidos otras veces por parte del PP como "pichón o naranjito" y ha justificado la campaña viral en la necesidad de subrayar la "falta de liderazgo" del aún inquilino de La Moncloa en cuestiones como el papel internacional de España o las reformas que necesita el país.
¿Es el tono de la "nueva política"?
Durante la pasada campaña electoral, el propio Rivera insistió en que no bajaría "al barro de las descalificaciones" y juzgó muy severamente que su hoy socio, Pedro Sánchez, llamase "indecente" a Rajoy durante el cara a cara televisivo entre ambos. A muchos les parece que atacar a alguien haciendo juegos de palabras con su apellido no forma parte del "estilo Ciudadanos" y del aire fresco del que presume la "nueva política".
Ciudadanos, junto a Podemos, es una formación que ha destacado en los últimos años por el hábil manejo de las redes, tras la implantación de un modelo basado en el de la campaña de Barack Obama que el propio Páramo y también Rivera pudieron aprender en cursos en EEUU. Esta vez, al menos para algunos dentro del partido naranja, habría que haber sido menos audaces en el manejo de esa herramienta de comunicación.