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Una limpiadora sevillana fan de CSI resuelve el crimen del parque de María Luisa

Fan de la serie CSI, "Carmen la del pincho" recogió las pruebas y las entregó a la Policía. La víctima no se suicidó, fue asesinada.

Se llama Carmen, pero le gusta que le llamen "Carmen la del pincho". Limpia los jardines del parque de María Luisa en Sevilla con un palo terminado en punta con el que recoge, desde hojas secas, hasta papeles, plásticos y demás deshechos que los usuarios dejan en este conocido enclave hispalense.

Carmen es, además, una fan incondicional de la serie norteamericana CSI, en la que un grupo de policías forenses investigan los crímenes que se producen en enclaves como Miami, Las Vegas o Nueva York, analizando las escenas del crimen y los cadáveres en busca de pruebas que les ayuden a averiguar cómo se produjo el homicidio y quién lo cometió.

Lo que "Carmen la del pincho" no podía imaginarse es que el destino iba a ofrecerle la oportunidad de convertirse por momentos en la auténtica "Grissom" (principal personaje de la serie) sevillana al descubrir las pruebas clave de un homicidio cometido hace poco en el parque de María Luisa y que se había confundido con un suicidio.

Según cuenta la agencia Efe, el 24 de febrero fue encontrada en ese parque una mujer muerta, de unos 31 años, aparentemente por un suicidio, ya que se encontraron distintas pastillas en su estómago. Tras el descubrimiento del cadáver, las autoridades ordenador recoger la basura del entorno, pero Carmen sospechó que aquello no era un suicidio, sino un asesinato. Así, cumpliendo las órdenes recibidas, recogió con minuciosidad los restos que fue encontrando.

En su búsqueda y detrás del banco donde se encontró el cadáver, descubrió ocho pañuelos de sangre y un salvaslip. Ante semejante hallazgo, Carmen cogió un par de bolsas que se puso en las manos a modo de guante y recogió los pañuelos con cuidado. Además, metió estos restos en otra bolsa independiente. Su intención era la de "no contaminar las pruebas". Anudó la bolsa y la metió en otra mayor que es la que emplea para el trabajo.

En la autopsia, los forenses determinaron que la mujer no había muerto por la ingesta de fármacos, ya que la dosis encontrada en su estómago no era mortal, sino que había sido brutalmente violada y asesinada. Fue entonces cuando la Policía Científica quiso recoger las evidencias de la escena del crimen. Ya ahí fue donde entró Carmen y su habilidad como detective.

Recibió una llamada de sus superiores y dijo que, sin ningún género de dudas, los restos los había retirado del banco donde se había encontrado el cadáver. "Como soy muy aficionada al 'CSI', puse los restos en una bolsa aparte para no contaminar las pruebas, y me llamó la atención que la Policía no las recogiera antes, porque también había restos de sangre por el banco", según explicó la mujer.

Finalmente, su actuación ha sido clave para poder detener, trece días después de localizar el cadáver a un hombre de 46 años que ha sido acusado de homicidio y violación. Fuentes judiciales han destacado su minuciosidad porque en esos pañuelos con sangre se encontraron las únicas pruebas que vinculan al detenido con el homicidio, lo que le ha valido incluso la felicitación de la fiscal encargada del caso.

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