Además de decir que están "desactivados", les ha pedido que reactiven su "pulso" separatista en las urnas y planteen "el conflicto político" al resto del Estado. Arnaldo Otegi ha hecho estas declaraciones durante su intervención en el foro organizado por el periódico Gara en el Palacio Kursaal de San Sebastián.
Numerosos dirigentes del entorno proetarra, entre ellos Hasier Arraiz, Pernando Barrena o Rufi Etxeberria, han asistido al acto, en el que Otegi ha contestado a las preguntas de varios periodistas de este diario, así como a las formuladas a través de vídeos por periodistas como Iñaki Gabilondo o el futbolista de la Real Sociedad David Zurutuza.
Arnaldo Otegi, vestido con americana y vaqueros y sin la corbata que ha lucido en su gira por las instituciones europeas, no ha comentado si será o no el candidato a lehendakari por EH Bildu en las próximas elecciones vascas, aunque sí ha aludido al "doble valor" que, en su opinión, tendrá el "voto independentista" el 26 de junio. De momento, salvo que se busque algún subterfugio legal, pesa sobre él todavía una condena que le impediría presentarse a las elecciones.
"El voto más radical, el que más daño hace, es el voto independentista", ha repetido Otegi, convencido de que es necesario activar el separatismo, desde abajo, desde el "pueblo", con una "hoja de ruta clara hasta el final" y, sobre todo, "compartida". La amenaza ha quedado clara al decir que los separatistas tienen que recuperar "el pulso" y anunciaba que pondrá "en los próximos meses encima de la mesa el conflicto político".
El líder de Sortu se ha referido a los presos de ETA y ha defendido que se acojan a la legalidad penitenciaria ya que, según ha recalcado, cada tererorista que "sale" es "una vitoria" y se ha referido a ellos como "rehenes" del Estado. Para Otegi, los asesinos etarras que están en prisión son unos "rehenes" que el Estado utiliza para "generar frustración en la sociedad vasca" y "bloquear" así la puesta en marcha de un proceso similar al impulsado en Cataluña.
Ha anunciado su intención de consolidar un proceso para que se "resuelvan todas las consecuencias y temas pendientes del conflicto" desde una "postura constructiva".