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El proceso separatista pierde fuelle

La CUP congrega a menos de dos mil personas contra el TC mientras crece la tensión entre CDC y ERC y en la ANC.

La CUP congrega a menos de dos mil personas contra el TC mientras crece la tensión entre CDC y ERC y en la ANC.
La CUP, durante la manifestación de ayer. | EFE

El desconcierto entre los "socios" de la Assemblea Nacional Catalana (ANC) es una de las múltiples expresiones del debilitamiento momentáneo del proceso separatista. La dirección de la plataforma está en guerra. Se cuestiona el liderazgo de Jordi Sànchez (impuesto por Artur Mas para sustituir a Carme Forcadell, actual presidenta del Parlament) y el exdiputado cupero Antoni Baños, junto a otro ex, el de Òmnium, Quim Torra, maniobran para hacerse con las riendas de la organización. No son los únicos. Los tres partidos separatistas pelean por el control de una ANC en horas bajas y con unos voluntarios desmoralizados. Las sospechas sobre el descontrol económico de la entidad y los sueldos de la cúpula no ayudan a revitalizar la fatigada estructura "cívica".

Cataluña debería ser independiente desde 2014, según la propaganda nacionalista. Ahora, un nuevo calendario marca un plazo de dieciocho meses que comenzaron a contar a partir de enero, pero ya es evidente que su cumplimiento no sólo es ilegal, sino que además resulta materialmente imposible. Se mantiene la ficción, pero el nuevo presidente de la Generalidad, Carles Puigdemont, ya ha dejado caer que si no ha cumplido su tarea en el tiempo establecido se volverá a presentar. Esas declaraciones responden tanto al ritmo del proceso como a la "refundación" de CDC que pilota Mas.

Puigdemont y su patrocinador, Mas, se han distanciado hasta el punto de lanzar mensajes contradictorios. Mientras Puigdemont pone como ejemplo Kosovo, Mas alerta de que una declaración unilateral sacaría a Cataluña del euro. Se alega en CDC que la sintonía entre ambos es máxima y que pretenden aplicar el formato del PNV, con dos presidentes, el del partido y el de la institución. Sea como fuere, no hay expresiones de sintonía sino matizaciones entre uno y otro.

También son muy mejorables las relaciones en el seno del gobierno autonómico y de Junts pel Sí, el grupo parlamentario que lo sustenta. La negativa de ERC a reeditar la coalición con CDC en la repetición de las generales ha disparado los reproches entre unos y otros. Mas replicó al rechazo que no habría independencia sin su partido. Francesc Homs criticaba este domingo en La Vanguardia la propuesta del líder de ERC y vicepresidente económico de la Generalidad, Oriol Junqueras, de subir los impuestos a quienes ingresen más de cien mil euros anuales.

Las discrepancias son de forma y de fondo y ERC ya no está dispuesto a hacer de tabla de salvación de Convergencia. En paralelo, la CUP constata que su llamamiento a la desobediencia frente al Tribunal Constitucional cae en saco roto. Ni tiene el respaldo político de la Asociación de Municipios por la Independencia (AMI), ni suscita grandes inquietudes callejeras. Su marcha de este sábado apenas logró congregar a 1.700 personas, según la Guardia Urbana. La CUP dio la cifra de diez mil. En cualquier caso, un fracaso aliñado por las declaraciones de la presidenta de la AMI y alcaldesa de Vilanova i la Geltrú, la convergente Neus Lloveras, que ha reclamado a los ayuntamientos que aprueben mociones a favor de la independencia, pero obedezcan a los requerimientos de información de la Audiencia Nacional. "Es una documentación que es pública. Ya desobedeceremos cuando corresponda".

La CUP pretende determinar la estrategia del proceso dada su condición de bisagra en el parlamento autonómico, mientras que CDC y ERC buscan excusas para "ampliar" la "hoja de ruta". El proceso está varado, fuera de plano y de agenda. Las encuestas sobre las próximas elecciones generales determinan un nuevo bajón de CDC y ratifican la victoria de la versión catalana de Podemos. La CUP no se presenta, pero en un sondeo de El Periódico referido a unas hipotéticas autonómicas, perdía apoyo después de los primeros compases de la legislatura autonómica.

Además de por la campaña para las generales, las próximas semanas serán claves en Cataluña por la refundación, extinción o renovación de CDC, que se llevará a cabo el sábado 21, y por otro "supersábado", el que viene, 14 de mayo. Son las elecciones entre los militantes de la ANC de su secretariado "nacional". Deben ratificar y/o renovar a sus 77 miembros. Los elegidos serán quienes decidan si continúa Jordi Sànchez o gana la lista alternativa.

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