El Mundo dice que "los críticos reprochan a Sánchez su proyecto personal en el PSOE". ¿De verdad creen en el PSOE que es el momento de críticas? Van directitos al precipicio. "Susana Díaz ordena llevar al 'barro' a Podemos". "El objetivo es poner en evidencia a los dirigentes de Podemos, acusándolos de radicales, antisistema e incluso defensores de la violencia". ¿Y les han dado ayuntamientos a esos demonios? Va a ser divertido ver cómo lo explican.
Dice el editorial que "el PSOE se enfrenta al reto no sólo de desbancar al PP, sino de evitar el sorpasso tras la entente electoral de Podemos e Izquierda Unida (…) El pulso por el poder y la ausencia de una estrategia colectiva son dos de las grandes rémoras que el PSOE arrastra de cara al 26-J". Sin embargo, dice El Mundo, "el principal problema para el PSOE no es la amenaza que supone para sus intereses las opciones del frente forjado entre Pablo Iglesias y Alberto Garzón, sino su incapacidad para construir una alternativa al PP desde una izquierda reformista y socialdemócrata, alejada de cualquier tentación populista". Casimiro García-Abadillo advierte de la que se nos viene encima con la polarización de la campaña. "Si quieres evitar que gane Podemos, vota al PP; si quieres que no siga Rajoy, vota Podemos", esto es lo que hay. "Esas serían las únicas alternativas. Los dos extremos apelan al voto útil y va a ser muy difícil para el PSOE y para Ciudadanos escapar de esta trampa demoscópica. La dinámica de los extremos, PP/Podemos, nos lleva precisamente al origen de nuestros fantasmas: las dos Españas (…) Un país dividido en bloques ideológicos prácticamente irreconciliables". "Tanto el PSOE como Ciudadanos tienen en su mano la baza de recuperar a todos esos españoles que no desean que una de las dos España, como decía Antonio Machado, les 'hiele el corazón'". Mientras no terminemos a tiro limpio.
Federico Jiménez Losantos homenajea en su columna al periodista Fernando Múgica, que falleció la semana pasada. "Fernando Múgica ha sido injuriado, ridiculizado, llevado al banquillo, convertido, hasta después de muerto, en alguien del que sus propios amigos se avergüenzan, un paria, un maldito, porque fue el primero que dijo, con esa mirada suya azul párvulo, que el Rey iba desnudo, que la versión oficial del 11-M era falsa, que nos estaban engañando (...) Fernando ha muerto solo y olvidado".
El País le regala la apertura del periódico al etarra Urrusolo Sistiaga. "Muchos han vivido en torno a la violencia con comodidad". Un segundo titular para la difícil situación que se vive en Venezuela. "La oposición denuncia un sabotaje por parte de Maduro". Dice el editorial que "el recurso al ejército es el último y preocupante paso de un mandatario que ha perdido el favor de la mayoría del pueblo (…) La oposición tiene ahora la difícil tarea de no caer en la trampa del enfrentamiento". Un segundo editorial se dedica a restregar a Puigdemont que vaya haciendo el ridículo por Europa. Puigdemont "ha podido comprobar la poca simpatía que despierta una hoja de ruta que plantea la declaración unilateral de independencia". Hasta Salmond, el del referéndum escocés, le atizó un par de leches y le dijo que si "quiere comprensión y apoyo internacional, la vía debe ser el acuerdo y el consenso" y no el chantaje, las amenazas o la intimidación. "Cada país debe encontrar una vía propia pero dentro de la democracia y el respeto a la ley". El otro le miraría con cara de flipe. ¿Democracia? ¿Ley?, pero de qué me está hablando este tronco, yo pensaba que era independentista. Javier Ayuso se muestra aliviado con el "no, gracias" de Pedro a Pablo y las listas al Senado. "Menos mal que Pedro Sánchez y Susana Díaz han puesto las cosas en su sitio de forma rápida y contundente, afirmando que no van a entrar en los jueguecitos de Podemos. Ya lo que le faltaba al PSOE es que se dejaran llevar al huerto por el partido morado y se olvidaran de presentar una propuesta ilusionante para los españoles de centroizquierda e izquierda", dice el muy iluso. Los podemitas "actúan de forma provocativa o insultan directamente a sus rivales políticos en nombre de la nueva política. Aunque esta tenga dos varas de medir: una para ellos y otra para los demás". Pues la peña izquierdista está encantada, disfrutando como niños.
ABC dice que "EEUU vaticina que Maduro no acabará su mandato". "Maduro está dispuesto a precipitar a su país por el abismo y no contempla ninguna opción para una transición pacífica", dice el editorial. A Isabel San Sebastián le ha dejado a cuadros el odio de Julio Anguita, que ha regresado "de un pasado honroso sin otro propósito que el de alentar un producto devastador para el PSOE, incluso a costa de destruir lo que fue su propia casa. Algo imperdonable, propio del ámbito de la emoción y ajeno al campo de de la ideología". Para hacérselo mirar, nos ha dejado a todos de piedra Anguita. "Unidos Podemos no pretende expulsar de la Moncloa al PP, como jura y perjura Iglesias. Su objetivo no es Mariano Rajoy, cuya permanencia temporal en el poder constituye para él una necesidad, sino el PSOE. El caudillo populista aspira a controlar en exclusiva el territorio de la izquierda y, de momento, ya ha logrado tragarse a IU. El próximo asalto será contra la fortaleza de Ferraz, donde un líder débil, sin apoyos sólidos, tratará de resistir como pueda la embestida". Pero tras el 26-J, se le presenta un panorama desolador. "El PSOE va a tener que decidir por cuál de las dos muertes opta: abrazarse al oso podemita o abstenerse en la investidura de un presidente popular y dejar en exclusiva el protagonismo de la oposición al líder de la coleta. Una alternativa diabólica". Así visto a mí lo del oso podemita me daría mucho más miedo.
La Razón lleva una encuesta de infarto para el PSOE. "Unidos Podemos supera en 909.000 votos al PSOE en su primera semana". Virgen santa. "El PSOE tiene un problema", dice Marhuenda. Aunque el problema no es sólo del PSOE, sino un "problema nacional porque es necesario que al frente de la oposición o del gobierno haya un partido abiertamente constitucionalista". Por hacer daño al PSOE y a Ciudadanos habéis creado un monstruo, a ver ahora cómo lo solucionamos. Aunque a Marhuenda siempre le quedará Rajoy para consolarse. Dice en El Submarino que "Mariano" desata la "locura" por donde va. "El paso por Málaga fueron 45 minutos a pie de calle de locura, en ocasiones agobiantes". Ni los Pecos en sus mejores tiempos.