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Pablo Iglesias siembra el pánico con su camión-escoba

Maduro se cuela en las portadas por quejarse del trato que le da la prensa española y el caso Púnica mete en un lío al PSOE en sus peores momentos.

Maduro se cuela en las portadas por quejarse del trato que le da la prensa española y el caso Púnica mete en un lío al PSOE en sus peores momentos.
Pablo Iglesias. | Flickr Podemos

El Mundo abre con corrupción, que de eso siempre hay para dar y tomar. "El ex número 3 de Santamaría implica a Cañete en Acuamed". También se ocupa de la rajada de Maduro contra la prensa española. "Maduro acusa a la prensa española de preparar una invasión". Qué gracioso, está la prensa española para invadir países. Federico Jiménez Losantos echa chispas por el homenaje a Otegi del parlamento catalán. "El culto a la violencia antiespañola del terrorismo catalán y sus euskomaestros se ha mantenido vivo en el verdadero nervio del separatismo catalán, que son los medios de comunicación (…) Los nois de Otegi han sido y son decisivos en la formación de gobierno como prueba que tras el empate a 1.500 votos (!), la tribal Gabriel echara a Mas y pusiera al Minimás para mantener vivo el prusés. Yo creo que a Otegi deberían proclamarlo hoy conseller en cap. Lo es". A Santiago González le llama la atención la actitud del PSC, que está "a dos palos", "en contra de la visita de Otegi al Parlament y sosteniendo a Colau en el gobierno municipal". Siempre al sol que más calienta.

El País: "Maduro sostiene que hay una campaña 'brutal' contra él desde España". Eso por inyectarnos a Podemos, que se fastidie. El editorial le regala algunos consejos al moribundo PSOE. "Lo que necesita el PSOE es rearmarse ideológicamente", dicen los espabilados. "No es problema menor el que tienen planteado con la política de alianzas". Que con eso de aquí apoyo a Podemos, aquí no, aquí me gustan, aquí no, están montando un pollo de cuidado. "Suponer que la ciudadanía va a tener clara la política de alianzas del PSOE con semejantes variaciones indica la fuerte necesidad que tienen los socialistas de aclarar sus, por ahora, vagos proyectos". Vamos, que cuando uno vota al PSOE no tiene ni zorra idea de dónde va a ir parar su voto. El del 20-D, sin ir más lejos, fue a ERC en el Senado. Francesc de Carreras se lleva las manos a la cabeza con lo de Otegi en Cataluña. "A este gran héroe totalitario se le rinde hoy homenaje en Cataluña. El problema catalán no es el de la independencia, sino el de la falta de democracia y desprecio de la ley. El nacionalismo siempre acaba en puro fanatismo. Es ahí donde estamos", dice el hombre. Bueno, el fanatismo lleva instalado en Cataluña desde hace ya bastante tiempo.

Maduro también preside la portada de ABC. "Maduro carga contra España en plena visita de Zapatero". De hecho atiza al expresidente en el editorial por esa visita. "Zapatero vuelve a agasajar a Maduro". "Para el PSOE es un auténtico problema de coherencia que Zapatero agasaje al régimen chavista mientras a González se le impide entrar en Venezuela a defender a los presos". Cierto. ¿Y a ABC no se le atraganta la coherencia aplaudiendo la visita de Margallo y Pastor al dictador Castro mientras critica a Zapatero? Un poquito de pudor. Ignacio Camacho cuenta que PP, PSOE y C's están aterrados con Podemos. "Ninguno de los tres partidos lo va a reconocer pero la estrategia sumatoria de Podemos está sembrando el pánico en la precampaña. El partido de Pablo Iglesias se ha convertido en camión-escoba de la extrema izquierda". ¿Y eso que es?, se preguntarán. Pues que el aguililla de Pablo está recogiendo el "voto útil del segmento antisistema", es decir todo lo que encuentra por la calle, animalistas, punkies, cualquier cosa que les sume. Dice Camacho que Pablo, que de tonto no tiene un pelo, se ha dado cuenta de que ya no engaña a nadie con el traje de Mimosín socialdemócrata y se ha decidido por la "ruptura", por "un partido atrapalotodo en los márgenes del sistema" con toda "tribu desparramada" por ahí que le pueda facilitar el asalto al poder. En otras palabras, que se ha dejado de mariconadas y va a montar una "alianza radical en España" que es lo que siempre ha sido.

La Razón abre con la venganza de Barberá. "Barberá estalla contra los vicesecretarios: 'Están ocupados en Eurovision'", dice para atacar al pobre Maroto. Está como unas castañuelas con el giro de la Púnica arrastrando al PSOE al fango de la corrupción. "Marjaliza pagó a PP y PSOE gastos de campaña en Madrid". Je, je, arrieritos somos. Marhuenda se pone estupendo y pide "un pacto contra la corrupción" porque "la corrupción no tiene color político". Chúpate esa. Abel Hernández dice espantado que tiene "el convencimiento de que si el resultado del 26-J lo permite y el PSOE no es sobrepasado por las huestes de Pablo Iglesias, Sánchez intentará pactar con Podemos". Y ahora lo tienen más fácil que tras el 20-D. Era el riesgo de repetir las elecciones, que cada palo aguante su vela.

En La Vanguardia sorprende que no lleven a la estrella del día Otegi en su portada. Lo esconden en la página 20. ¿Será por vergüenza? "La presencia de Arnaldo Otegi en el Parlament enfrenta a los grupos". Y el editorial se preocupa por "cómo combatir el yihadismo europeo". Con un terrorista invitado a comer en casa.

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