El comisario del Cuerpo Nacional de Policía José Manuel Villarejo tendrá que declarar el próximo 27 de junio ante el titular del Juzgado de Instrucción número dos de Madrid, Arturo Zamarriego, en calidad de investigado -lo que hasta hace unos meses se conocía como imputado- por supuestamente haber grabado ilegalmente una reunión mantenida entre mandos policiales y agentes del Centro Nacional de Inteligencia (CNI).
Así consta en una providencia emitida este miércoles por el juez, a la que tuvo acceso Europa Press, y en la que también se cita para el mismo día, aunque en calidad de testigos, al director general de la Policía Nacional, Ignacio Cosidó; y al excomisario de Asuntos Internos, Marcelino Martín Blas-Aranda.
Las citaciones guardan relación con una grabación de una reunión celebrada el 20 de octubre de 2014 del excomisario Marcelino Martín Blas-Aranda con otros agentes y del Centro Nacional de Inteligencia. En la citada reunión, según la defensa del acusado, se hablaba de perjudicar a su cliente y se reconocía que intervinieron su teléfono sin autorización judicial.
Enfrentamiento entre comisarios
Los comisarios Villarejo y Martín Blas mantienen un enfrentamiento directo desde hace meses, que tuvo como consecuencia el cese del segundo al frente de la Unidad de Asuntos Internos, la que investiga la comisión de delitos por parte de funcionarios policiales. Fue destinado al Consejo Asesor hasta que el juez le requirió para encargarse de la investigación del llamado caso Nicolay.
Estas citaciones se producen después de que el propio Martín Blas remitiese el pasado 20 de mayo un informe al juez en el que le solicitaba la detención de Villarejo, su pareja y el periodista que publicó las primeras informaciones sobre el arresto del pequeño Nicolás. Además de estos arrestos, Martín Blas solicitaba la imputación de otras diez personas, entre ellas el director adjunto de la Policía, número dos del Cuerpo, Eugenio Pino, quien se jubila este jueves 23 de junio al cumplir los 65 años.
El exresponsable de Asuntos Internos no pedía, en cambio, la citación de Ignacio Cosidó. El fiscal del caso se opuso a estas diligencias solicitadas por el mando policial. En el marco de su enfrentamiento, el comisario Villarejo, quien se define a sí mismo como "agente encubierto", llegó a acusar a Martín Blas de haber fabricado pruebas falsas para involucrarle en las investigaciones en torno a las actividades del pequeño Nicolás. En ese momento, ambos dependían jerárquicamente del director adjunto Operativo de la Policía, Eugenio Pino.
Otras investigaciones
Por su parte, la Policía investigó las actividades privadas del propio Villarejo después de que el diario El País revelase que cuenta con 12 sociedades con un capital que ascendía a 16 millones de euros. Estas pesquisas se saldaron sin ninguna sanción interna para el mando policial. El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, afirmó no tener dudas de que sus negocios se habían realizado conforme a la legalidad al tiempo que destacó los servicios prestados por este mando policial.
El nombre de Villarejo también cobró relevancia en relación con la reunión mantenida con el expresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, por la que también se abrió una investigación interna que se saldó sin consecuencias. Lo que se investigó concretamente fue la filtración de parte de la charla mantenida con el presidente madrileño y en la que se trató la investigación en torno al ático de Estepona de González. El entonces presidente madrileño llegó a acusar a Villarejo de haberle chantajeado, razón por la que el comisario denunció al dirigente madrileño ante los tribunales, aunque la Justicia desestimó la querella.