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Daniel de Alfonso abronca a los diputados, les llama "hipócritas" y avisa de que se ha reunido con todos ellos

El director de la Oficina Antifraude denuncia el uso electoral de su figura ante los grupos y en presencia de Roures, editor de Público.

El director de la Oficina Antifraude denuncia el uso electoral de su figura ante los grupos y en presencia de Roures, editor de Público.
Daniel de Alfonso | EFE

Intervención dura, bronca, áspera y contundente del director de la Oficina Antifraude de Cataluña (OAC), Daniel de Alfonso, que sólo tuvo contemplaciones y palabras de amabilidad con la diputada Anna Gabriel, de la CUP, grupo del que dijo que es con el único con el que no se ha reunido nunca. De entrada, ha leído un texto de descargo: "La dignidad como cualidad humana es tan noble que compensa las pérdidas que causa y lo que yo no voy a perder es la dignidad". En tercera persona continuó: "Daniel de Alfonso Laso es un madrileño de nacimiento, catalán de adopción y magistrado de profesión, un hombre digno y noble y nada de lo que ha hecho es ilegal o irregular"

De Alfonso denunció "las barbaridades que estoy teniendo que escuchar de sus respectivas bocas". "Se ha atentado -continuó- contra mi vida personal". También apuntó que se había reunido con diputados de todos los partidos y que "si eso era conspirar, el que esté libre de conspirar que tire la primera piedra". "Algunas de los que han intervenido en esas reuniones conmigo están imputados y otros pueden estar siendo investigados". "Tengo que pedir perdón, pero por el tono coloquial de mis conversaciones. Cuando mantengo reuniones de trabajo privadas e institucionales confío en los interlocutores. No quiero acusar al ministro, pero este director no ha puesto en circulación esas grabaciones porque entonces seríamos todos subnormales", declaró.

"Me han dicho de todo"

Esa afirmación levantó grandes murmullos entre los diputados de la comisión en la que comparecía el magistrado en comisión de servicios. En su intervención reprochó a los parlamentarios que no hayan reaccionado "contra las calumnias que estoy recibiendo". "Están tratando de cesar sin causa de legal de derecho a la persona que cada día intenta prevenir la corrupción en Cataluña, a la persona que ha recibido amenazas personales; me han llamado traidor al Estado catalán, miserable, me han acusado de participar en una conjura anti-independentista; esto es un juicio sumarísimo en beneficio electoral suyo".

En respuesta a Inés Arrimadas, presidenta de Ciudadanos, le espetó que "Albert Rivera me vino a ver y me dijo que me apoyaría, pero me pidió que les diera alguna cosa". A los socialistas les reprochó que "las palabras fuera de contexto son lamentables y yo no me dejo utilizar, me habré dejado grabar pero no utilizar".

Entraron en su casa, denuncia

En cuanto a sus sospechas sobre quién ha podido filtrar las conversaciones, declaró que "dudo que el cobarde que lo haya hecho lo reconozca jamás" y abundó en que "ayer se entró en mi casa; la alarma que se conecta por la mañana no estaba conectada. He tenido que cambiar dos veces de móvil y de módem en un año y medio"

Tras elogiar el tono de la intervención de Anna Gabriel, quien le preguntó si tenía un contrato de confidencialidad, le dijo que no.

"No sean hipócritas"

Lo más duro fue la respuesta al representante de Junts pel Sí, David Bonvehí, a quien le espetó que un diputado de Iniciativa per Catalunya, "el señor Compañón, me preguntó públicamente qué me había ofrecido Convergencia". "Luego pidió disculpas hasta la saciedad", dijo De Alfonso. "A mí no me metan en su juego electoral. No lo voy a consentir. Esto es un ataque a la democracia, sí, pero no por mi parte. Yo soy un instrumento que ustedes están utilizando para cargarse la democracia con la apariencia de demócratas. La solución no es mi cese, sino cambiar la ley, señor Bonvehí. Me reúno con todos ustedes y con miembros del Gobierno, pero no voy a desvelar el contenido de esas reuniones. Y les aseguro que la tentación es grande porque así se callarían muchos de ustedes. No sean hipócritas".

Entre el público, Jaume Roures, el editor del medio que ha desvelado parcialmente el contenido de dos reuniones con el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz.

Un director antifraude sentenciado

En las réplicas, los grupos parlamentarios en la comisión de asuntos institucionales recriminaron a De Alfonso su tono a lo que el todavía director de la OAC respondió que "cuando una cosa es grave, seria, delicada y hasta vil, empleo el tono que tono que tengo que emplear. No hay más sordo que quién no quiere escuchar. No hablen de vulneración de secretos. Lo único que ha sido vulnerado es la intimidad de una conversación entre dos interlocutores".

También apuntó que "en esta mañana ha cambiado todo. Yo venía aquí por mantener reuniones con el ministro de Interior y ahora resulta que es por el contenido de las reuniones, luego por el tono que se usa en esas reuniones. Y al final es por falta de ética. Nada de eso es causa de cese, según la ley que regula la Oficina Antifraude". Para rematar su alegó que "las maneras que empleé con el ministro de Interior son iguales a las que mantuve con sus equivalentes en Cataluña", en alusión a los consejeros regionales de Interior.

En cuanto al contenido de las conversaciones, alegó que "si tuvieran las cintas, que yo nos las tengo, comprobarían que lo que se está sacando no corresponde a la realidad". Entre las perlas de Daniel de Alfonso destacó la de que cuando fue nombrado jefe de la OAC "advertí a mi mujer que algún día leerás que soy gay, cocainómano o ligero de cascos y ayer me dijo que eso se ha confirmado".

De Alfonso está sentenciado. Todos los grupos menos el PP decidieron que en el pleno del próximo miércoles será cesado por una muy amplia mayoría.

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