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Pablo Iglesias azuza el odio a la derecha para tentar al PSOE

Dividió a España entre "los suyos" que "no traicionan sus principios" y los que "fueron fundados por ministros de la dictadura".

Pablo Iglesias recuperó este martes en la tribuna de oradores del Congreso su versión más revanchista para atacar al Partido Popular y hacer un discurso para su "gente, nuestra gente". Azuzó el odio a "la derecha" volviendo a sacar a relucir a los fundadores "franquistas" del PP, a los "desaparecidos durante la guerra civil" y, también, reapareció su ceño fruncido y su tono más mitinero.

Intentó mostrar que "existe una alternativa" a un Gobierno del PP y trató de convencer al PSOE de que diera el paso para intentarlo con ellos. Lo hizo dividiendo a España entre los "suyos", "los que no tricionan sus principios", y aquellos "que fueron fundados por ministros de una dictadura", en referencia al PP.

Iglesias también quisó "explicar" a quiénes se refería cuando hablaba de "los suyos". "Nuestra gente se levanta temparano, son los jovenes que han tenido que emigrar, las mujeres que tienen que sacar a sus hijos adelante solas, los estudiantes sin becas...".

Así las cosas, el secretario general de Podemos se dirigió al PSOE para pedirle que eligiese bando. "Ya es hora de decidirse", apremió a Sánchez al que le agracedió que hubiera mantenido su "no" a Rajoy a pesar de las "presiones" que había vivido en su partido. "Aunque sea difícil, estamos dispuestos a intentarlo", le dijo. En esta ocasión, Iglesias 'olvidó' las referencias a la "cal viva" y utilizó un tono mucho más amable.

Intentó ser el líder de la oposición

El líder de Podemos intentó, en su debate con Mariano Rajoy mostrarse como el líder de la oposión. De una oposición que dijo "es de fiar contra el Partido Popular". Y en muchas ocasiones, logró que calase esa sensación ayudado por las respuestas de Mariano Rajoy.

Fueron varios los momentos en los que el líder popular e Iglesias se atacaron directamente olvidando por completo a Pedro Sánchez. Aunque no todo fueron críticas. En su réplica al presidente del Gobierno en funciones, Iglesias comenzó avalando el "sentido del humor y la retranca gallega" del presidente de PP. Le dijo que sus críticas no eran "algo personal" sino que se debían a los "resultados de sus gobiernos".

Aunque después, volvió a sacar a los fundadores del PP, "ministros de una dictadura". Y una vez más, el líder de Podemos intentó dividir este país, en está ocasión entre "la gente" y "los inversores". "España es la gente y no los inversores ni los socios europeos", dijo el de Podemos.

Ciudadanos

No se olvidó Iglesias tampoco del líder de Ciudadanos, Albert Rivera, al que acusó de ser "de lo que haga falta y de lo que ordenen desde arriba". "En estos días ha llegado a reconocer que, por España, ha perdido la credibilidad. Casi ha escrito usted su propio epitafio: 'perdí la credibilidad por dios y por España'", afirmó con sorna y añadió que "la burbuja naranja" se va a desinflar.

Pero Iglesias no fue el único en atacar al PP y a Ciudadanos. Xavier Domènech, líder de En Comú Podem, aseguró que el PP es "el partido que ha robado a la ciudadanía", y que, por ello, "no puede ser el futuro". Por su parte, Alberto Garzón ha dicho que España "necesita un nuevo orden social, una sociedad distinta", lo que es imposible lograr con el PP. Alexandra Fernández, de En Marea, también dedicó la mayor parte de su intervención a cargar contra el presidente del Gobierno en funciones.

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