Juan Luis Cebrián, el que fuera periodista y hoy es el ejecutivo mejor pagado pese a dirigir una empresa al borde de la bancarrota (si no fuera por la mediación de Soraya Sáenz de Santamaría con los bancos acreedores Prisa ya habría quebrado), publicará en diciembre un libro de "memorias", según ha anunciado este martes su periódico, El País.
El libro en cuestión, que edita Debate, se titula Primera Página. Vida de un periodista y comprende el periodo entre su nacimiento en 1944 y 1988, por lo que Cebrián amenaza con una segunda entrega. Habrá que esperar hasta diciembre para ver cómo "recuerda" algunos de los episodios más negros y sórdidos de la etapa democrática de los que él fue protagonista.
Pese a que se ha hecho multimillonario repartiendo carnés de "buena conducta democrática" desde El País y la SER y con sus nada edificantes negocios con el poder, especialmente durante el felipismo, lo cierto es que Cebrián, como su antiguo jefe Jesús de Polanco, proviene del franquismo puro y duro.
Polanco hizo jugosos negocios con los libros de texto con el régimen y Cebrián utilizó sus buenos contactos con el sector más duro del franquismo (su padre fue director del diario Arriba, órgano oficial de Falange Española Tradicionalista y de las JONS) para usar la televisión franquista como trampolín para su carrera. Fue nombrado jefe de informativos en 1974 por el Gobierno de Carlos Arias Navarro, que no era precisamente un "moderado" dentro del régimen.
Por eso resulta curioso que, en la reseña de El País, se refieren a su etapa como jefe de informativos de la TVE franquista como "fugaz". Todo un ejercicio de "memoria selectiva":
Debate repasa sucintamente la trayectoria de Cebrián, cuando empezó a pisar las principales redacciones de la prensa de la época, primero la de Pueblo, luego la de Informaciones, donde fue subdirector con apenas 20 años, y también la de Cuadernos para el diálogo, cuyo espíritu fue un ensayo de la convivencia que haría posible la Transición; o su fugaz paso por la jefatura de los informativos de RTVE, antes de dirigir sus esfuerzos a la puesta en marcha de El País.