Menú

Marhuenda da un valium a un Cebrián fuera de sí: Rajoy tiene un regalo para el PSOE

Intenso debate sobre qué hará Rajoy con los restos del PSOE y no, Federico, nadie habla de lo bien que hablan español los niños catalanes.

El Mundo abre con que "el director de la TV de Andorra blanqueó el botín de los Pujol" y se desentiende de la política en portada. No así en el editorial, en el que dice que "en estos días es imposible sacar a ningún portavoz socialista la palabra abstención de su boca, pero todo parece indicar que ésa será la decisión: permitir la investidura de Rajoy, aunque la cúpula socialista tendrá que hacer juegos malabares para explicarlo a los militantes". Anda, pues que pidan al académico Cebrián que borre del diccionario de la RAE la palabra abstención. O que contraten a los malabaristas que se ponen en los semáforos, que lo hacen muy bien. Y se echa las manos a la cabeza con los cafres del PP que aprietan aún más las tuercas al PSOE. "Creemos que sería un error no intentar hasta el último momento la investidura. Ya se han oído voces en el PP que se pueden entender en ese sentido". Y es que, hombre, "el PP teme, con razón, que sin ese compromiso, las próxima legislatura sea un auténtico infierno para el Gobierno", pero que se aguanten. "El PSOE debe facilitar la investidura de Rajoy y el PP aceptar que su minoría parlamentaria le obliga a consensuar las grandes líneas de la política en los próximos años". ¿Consensuar? ¿Rajoy? ¿Que ya no pueda hacer de su capa un sayo? Puf, se le va ha hacer cuesta arriba.

El País está fuera de sí. "El PP advierte de que ya no le basta la abstención del PSOE", con la que han armado desde este periódico y les han tomado el pelo. "Los populares quieren que los socialistas acepten los presupuestos y den garantías de estabilidad en esta legislatura o irán a las terceras elecciones". Y que den gracias que les hagan llevarles el café y limpiarles el despacho todos los días. El Consejo Editorial de Rubalcaba echa humo. "¿A qué juega el PP? ". "Primar tan descaradamente los intereses de su partido por encima de los de España es lo último que cabía esperar del PP", traidores, mala gente. "Urge un pronunciamiento del propio Rajoy", habla, di algo de una vez. "Es inaceptable que dirigentes responsables del Partido Popular caigan en la tentación de plantear lo que tiene todo el aspecto de un chantaje político: o el PSOE les apoya en el conjunto de la legislatura o habrá nuevas elecciones generales. El ánimo ventajista y oportunista que se desprende de esta actitud nos merece todos los reproches", dice con un cabreo del diez. "Basta de juegos. El presidente del PP tiene que decir claramente que va ir a la investidura en las condiciones en que aceptó el intento anterior; esto es: con el apoyo de Ciudadanos y la abstención socialista", que esto es lo que negociamos para cargarnos a Sánchez, jopé. Diría que Roma no paga traidores, pero la actualidad va más deprisa que yo y Rajoy ya se ha pronunciado: no pondrá condiciones al PSOE.

La Razón, el mayor experto en rajoyología de España tranquiliza a Cebrián, que no, hombre, que no, que Rajoy no es tan malaje. "Rajoy prepara una investidura para la última semana del mes". Y ademas, "busca que el PSOE se comprometa a garantizar al menos un año de estabilidad". Solo un año, con eso se conforma. Marhuenda hace de poli malo en su editorial. "Este largo periplo de un año para evitar el bloqueo institucional no debería acabar en un gobierno débil, con un presidente que reina pero no gobierna, sin capacidad de decisión y sobre el que el PSOE intentaría curar sus heridas con una oposición de impacto para su electorado (…) Si ese es el escenario, sería legítimo que los populares aspirasen a superar los 137 y alcanzar los 150 diputados". Fernando Rayón, poli bueno, dice que era broma, que Marhuenda sólo quería asustarles. "Con tal de que no haya elecciones –que podría haberlas si él quisiera–, Rajoy ya les ha hecho a los socialistas el mayor regalo de su historia. Y se lo hará seguramente sin pasar facturar". Él es así, generoso, desprendido. "Rajoy va a hacer un servicio a la democracia evitando las elecciones. Y lo va a hacer a pesar de que algunas encuestas le den la mayoría absoluta". Oh, gracias, señor Rajoy, es usted más güeno, Dios se lo pague con un buen novio. Ah no, que está casado. Pues Dios se lo pague con una buena jubilación. Hala, Cebrián y compañía, a secarse los moquitos.

ABC abre con la fiesta de la banderita. "La Reina da la cara por la cruz de los desfavorecidos". Hablando de cosas serias, dice que "Rajoy quiere asegurarse el voto del PSOE a los presupuestos de 2017 y 2018". "Busca estabilidad" un par de añitos. Parece que ya les ha llegado el argumentario del que hablaba ayer Gistau. Gabriel Albiac dice que es que "un partido vela por los intereses de sus miembros", va en su naturaleza como la fábula del escorpión. "Antes de la voladura de Sánchez la abstención era deseable para los conservadores; lo es ahora para los socialistas. Y la lógica persevera: interés de partido". Sin embargo, Mayte Alcaraz pide a Rajoy que no se pase de frenada. "Javier Fernández tiene ante si una misión difícil: indultar a un partido, el PP, al que el suyo, el PSOE, se ha encargado de criminalizar como si fuera la reencarnación del mismísimo diablo. Frente a él, otro hombre moderado y también poco dado a las estridencias, Mariano Rajoy, tiene otra misión de no menor calado: atornillar con garantías de estabilidad la investidura que se proponen presidir sin humillar demasiado al contrincante. De ambos se espera grandeza y altura de miras (…) Rajoy debe, aunque legítimamente busque un mandato estable, facilitarle el camino. Y de paso, a los españoles". Que es un hombre de Estado, por favor.

La Vanguardia se está luciendo últimamente. No hace más que meter la pata un día tras otro. Hoy su director, Marius Carol, da por hecho que "Rajoy no quiere once abstenciones con una pinza de la ropa en la nariz sino el compromiso del grupo parlamentario socialista. El precio de la factura ha subido (…) Rajoy le ha hecho llegar a Fernández que no basta con bajar a la galería, sino que deberá picar piedra. El presidente espera no solo un acto de contrición, sino también que asuman la penitencia". Chico, te has caído con todo el equipo, al menos según lo que dice Rajoy. Enric Juliana, que vive en Madrid y está más en la onda, ha sido más prudente. El PP se debate entre el "instinto depredador del partido y la razón de Estado. Decidirá Rajoy, que siempre ha sido conservador", dice dando a entender que no provocará otras elecciones. Como nota de color, advierte al PP que se ande con ojo, porque "circula estos días entre algunos cuadros la idea de un PSOE aún capaz de dar la sorpresa con el profesor Angel Gabilondo al frente en esas temidas elecciones de diciembre". ¿Gabilondo? ¿Quieren asustar a Rajoy con el profesor Gabilondo? Me parto y me troncho. Y me consuelo de que la actualidad haya hecho vieja esta revista antes de publicarla. No habrá elecciones. Alguien ha perdido un montón de jamones.

Temas

En España

    0
    comentarios