Menú

Seis motivos que desmienten que el desfile del 12-O sea un "coñazo"

El desfile de las Fuerzas Armadas proporciona, amén de valores patrióticos, chanzas, cotilleos y meteduras de pata.

El desfile de las Fuerzas Armadas proporciona, amén de valores patrióticos, chanzas, cotilleos y meteduras de pata.
Zapatero sentado al paso de la bandera de EEUU | Archivo

"Con motivo del Día de la Fiesta Nacional –reza la web del Ministerio de Defensa-, queremos resaltar el trabajo y la dedicación constante de todos los que sirven a España, velan por nuestra seguridad y hacen posible una convivencia en paz". Pese a la ausencia de su alcaldesa, Manuela Carmena, Madrid celebrará por todo lo alto el Día de la Hispanidad. En LD lo reivindicamos, amén de por sus valores patrióticos, porque el desfile es un lugar ideal para que los políticos patinen, se equivoquen o sean carne de titular. Aquí van cinco ejemplos –más un bonus-track-:

  • Zapatero no se levanta. En 2003, siendo líder de la oposición, José Luis Rodríguez Zapatero no se levantó durante el paso de la bandera de Estados Unidos. Según dijo en Una pregunta para usted, lo hizo para protestar contra Aznar y la participación de España en la guerra de Irak.
  • Abucheos a ZP. Los desfiles del 12 de octubre se convirtieron en una efeméride ideal para criticar contra José Luis Rodríguez Zapatero y sus ministros. La cosa arrancó en 2005. Por primera vez en la historia, un presidente del Gobierno era abucheado el día de la Fiesta Nacional. Según Fernández de la Vega (2009), las críticas se debieron a la "intolerancia de la derecha radical". Pese a algunos planes antiabucheos –como el de la exministra de Defensa, Carme Chacón-, las pancartas y los gritos de "dimisión", "fuera", "embustero" y "sinvergüenza", amén de otros calificativos mucho menos elegantes, se extendieron hasta 2011.
  • La bronca de De la Vega. En 2007, Fernández de la Vega discutió con la, por entonces, presidenta del Tribunal Constitucional, María Emilia Casas. Sin ahorrar en gesticulaciones, las dos mantuvieron una acalorada discusión en la que la vicepresidenta parecía encadenar una serie de reproches a Casas. Las imágenes fueron captadas por las cámaras de Libertad Digital.
  • El "coñazo" de Rajoy. Los micrófonos abiertos le jugaron una mala pasada en 2008 a Mariano Rajoy. El líder del PP clausuraba en La Coruña la XIII Unión Interparlamentaria, cuando le dijo a Javier Arenas: "Mañana tengo el coñazo del desfile; en fin, un plan apasionante". Y luego va diciendo que si "somos una nación", que "si hay que celebrarlo"…, fíate de los santos.
  • Morbo monárquico. Ahora, quien manda, es Felipe VI. Por ello, tras las implicaciones –y, después, amputaciones- de Iñaki Urdangarín y la infanta Cristina en el caso Nóos, estos dejaron de presenciar el desfile desde el palco. Además, la infanta Elena fue relegada a un segundo plano en 2012, a quien la situaron lejos de los demás miembros de la Familia Real, junto a Alfonso Alonso y Alfredo Pérez Rubalcaba. "Al cuarto de las ratas", que dijo Federico.
  • El bonus-track: para fastidiar. La presencia del ciudadano en el desfile es algo que no soporta gente como Nicolás Maduro –"indignado y ofendido" por la celebración del "holocausto indígena"-, Willy Toledo –"Me cago en la monarquía, en la Virgen del Pilar…"-, los raperos de La Tuerka –que insultaban a la "puta madre patria"- o Ada Colau –que decía que es una "vergüenza" que España celebre un "genocidio"-. Por eso, asistir al desfile también se convierte en un acto de desprecio y rechazo a este tipo de declaraciones.

Obviamente y dejando a un lado la política, siempre frívola en mayor o menor medida, existen motivos de peso para que los españoles expresen admiración y cariño a las Fuerzas Armadas. Nuestros ejércitos están presentes en muchos lugares del mundo en misiones de seguridad, como en Líbano o en Irak. Además de la labor humanitaria que hacen tanto fuera como dentro de nuestras fronteras. El último ejemplo es el espectacular rescate de dos montañeros en los Picos de Europa.

Temas

En España

    0
    comentarios