Finalmente, la participación en el Rodea el Congreso ha sido más baja de la esperada. Miles de personas han secundado el manifiesto que hablaba de "golpe de la Mafia" y pedía "rodear el Congreso" contra la investidura de Mariano Rajoy, pero, según el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, los asistentes sólo han llegado a 3.000. La Delegación del Gobierno los cifra en 6.000. Los organizadores afirman que 100.000.
En la protesta, a la que han acudido algunos diputados de Podemos y de Izquierda Unida, ha habido muchas críticas y gritos contra Susana Díaz y Felipe González, tales como "Vergüenza me daría Susana Díaz". Alberto Garzón, que se ha acercado a la protesta, ha sido saludado, en cambio, con alborozo por parte de los manifestantes, informa Paloma Cuevas También se han escuchado gritos de "Alfon libertad" y "Andrés libertad", en alusión a Andrés Bódalo.
La Puerta del Sol, donde concluía la manifestación, ha estado muy lejos de llenarse, a pesar de la numerosa presencia de turistas, transeúntes con compras y jóvenes vestidos de Halloween. El Metro ha seguido funcionando con normalidad.
Iglesias saluda desde lejos
Pablo Iglesias, que durante toda la semana pasada alentó la protesta, no se sumó finalmente a los manifestantes. "Saludó" a algunas de las personas concentradas en la calle Cedaceros antes del Pleno pero no acudió al lugar donde comenzaba la protesta, la Plaza de Neptuno.
En cambio, su número dos, Iñigo Errejón, sí que se acercó, una vez terminada la sesión a los manifestantes que quedaban a las puertas del Congreso para saludarlos y hacer declaraciones. El número dos de Podemos se marchó entre aplausos. No así algunos diputados de Ciudadanos que sufrieron un intento de agresión minutos después, informa Míriam Muro.