Un avión de observación Tupolev 154M-LK1 de la Fuerza Aeroespacial de Rusia ha sobrevolado en las últimas horas nuestro país tomando fotografías aéreas de algunas de las principales instalaciones militares españoles. Exactamente, el recorrido lo ha realizado en el cuadrante noroeste de la Península Ibérica, aprovechando que la climatología en esa zona eran más favorables para el vuelo que en otras partes de nuestra geografía.
La misión se ha desarrollado siguiendo los pasos establecidos en el Tratado de Cielos Abiertos y las normas establecidas por la Comisión Consultiva de la Organización para la Seguridad y la Cooperación de Europa (OSCE), según ha informado el Estado Mayor de la Defensa (EMAD). El pasado 4 de noviembre, militares españoles y canadienses realizaron un vuelo conjunto de similares características sobre instalaciones militares de la Federación Rusa y Bielorrusia.
Este tipo de vuelos se vienen desarrollando desde el final de la Guerra Fría y el objetivo inicial era generar confianza entre los países que habían conformado dos bloques antagónicos a ambos lados del Telón de Acero. Los países están obligados a facilitar información a los países del otro antiguo bloque sobre el armamento convencional que tienen y facilitar que sus unidades sean fotografiadas desde el aire (previo aviso e indicación de la ruta de vuelo) al menos una vez al año.
Las Fuerzas Armadas españolas tienen una unidad con un perfecto conocimiento del material militar de fabricación soviética que realiza estas tareas: la Unidad de Verificación Española. Aunque ampliamente desconocida para el público en general, esta unidad ha cumplido este mismo año su XXV aniversario y, como anécdota, fueron los primeros militares occidentales en entrar en instalaciones del Este de Europa tras la caída del Telón de Acero.