Jordi Évole entrevistó este domingo a uno de los espectadores más fieles de La Sexta, Juan Luis Cebrián que, según explicó, no se va ningún día a la cama sin disfrutar antes del gracejo y la coherencia ideológica del Gran Wyoming, una de las estrellas de la cadena. Esa fue una de las revelaciones de mayor impacto de la entrevista, a pesar de que El Follonero, haciendo honor a su antiguo seudónimo, tratara de enfollonar a su invitado con cosas irrelevantes como su aparición en los papeles de Panamá o el megasueldo que trincó de Prisa (y corriendo), justo cuando la empresa llevaba a cabo un ERE salvaje, como suelen hacer las corporaciones de más progreso cuando peligran sus cuentas de resultados.
Évole, otro espíritu puro ungido por la izquierda, hizo la entrevista que querían ver los militantes de Podemos y los espectadores de La Sexta, valga la redundancia. A ellos no les interesa conocer la responsabilidad del grupo PRISA en los acontecimientos recientes de la historia de España o sus estrechas relaciones con el poder, sino poner de manifiesto que El País es un medio vendido al capital, única razón que puede explicar los constantes ataques a los dirigentes podemitas en sus editoriales.
Pero Cebrián no sólo ataca a los líderes podemier, sino también a La Sexta, y ahí ya entramos en terrenos que cuestionan la sinceridad de su pretendido compromiso con la democracia. El presidente del grupo se reafirmó en su inocencia en torno al feo asunto de los papeles de Panamá, en los que habría aparecido como consecuencia de ciertas actividades societarias de su entonces esposa. Para el exdirector de El País, todo "es una calumnia difundida por La Sexta y por Carolina Bescansa". Pocos minutos después, Ana Pastor, periodista de La Sexta con información privilegiada de la dirección de informativos, anunció que hoy mismo, García Ferreras daría cumplida respuesta a esas insidias vertidas por Cebrián.
Y aquí andamos, en vilo a la espera de la respuesta de Ferreras. Teniendo en cuenta que fue empleado de Cebrián durante muchos años, la andanada de La Sexta contra el ariete utilizado por el Ibex 35 para acabar con Podemos puede ser monumental. ¿Estaremos ante el inicio de una guerra mediático-progresista? Sería un regalo maravilloso para estas fiestas del solsticio invernal.