El encontronazo se ha producido durante uno de los recesos de 15 minutos que el Tribunal concede normalmente para descansar en medio de la sesión. Francisco Correa, supuesto cabecilla de la red de corrupción, se ha dirigido a José Luis Peñas, que desde este martes está relatando su versión de los hechos en el juicio. Le ha recriminado que esté cargando contra el denominado grupo Correa, es decir, el empresario y las personas de su confianza que habrían formado el epicentro de la trama: "Eres un golfo y un sinvergüenza, te estabas llevando la pastuqui", le ha dicho en un primer momento.
Cuando Peñas le ha contestado con un gesto simulando que Correa terminaría la vista oral esposado y en la cárcel, el reconocido jefe de la Gürtel ha espetado: "¿Un muerto es el que se ha llevado el dinero que te he estado pagando y un muerto es al que le he estado pagando viajes?", en referencia a las comisiones que Peñas habría recibido del entramado a cambio de amañar contratos desde el Ayuntamiento de Majadahonda donde fue concejal. Unos hechos por los que la Fiscalía Anticorrupción reclama para él seis años y cinco meses de cárcel.
El magistrado que preside el Tribunal, Ángel Hurtado, ha llamado la atención a Correa en la reanudación de la sesión. Como había hecho minutos antes en la puerta de la sede sita San Fernando de Henares (Madrid) de la Audiencia Nacional, el principal acusado ha seguido con gestos de desaprobación a la versión de su compañero de banquillo.
Para entender esta historia hay que saber que la investigación de la Gürtel se abrió gracias al chivatazo de José Luis Peñas. Quien fuera concejal de Guillermo Ortega en Majadahonda reunió más de 80 horas de conversaciones grabadas con su entonces amigo Francisco Correa y las entregó a la Policía. El supuesto cabecilla confió en él, como demuestran esos sonidos que inauguraron el sumario. Y después de tanto tiempo, siete años desde la confesión, lo único bueno que ha dicho en su intervención es que Correa "trabajaba con magníficos profesionales", aunque con el único objetivo de introducirse en municipios. También le ha acusado de ser el conductor de la nave Gürtel y mover hilos a su antojo en el PP gracias a su amistad con José María Aznar.
Fuego cruzado como respuesta a Correa, que durante su intervención reclamó a Peñas que fuera "honesto, al margen de toda la historia personal". El líder de la Gürtel describió su decepción con este acusado, al que acogió en su casa y su hija llamaba "tío Pepe". Criticó que, junto con una antigua administradora de sus empresas, Isabel Jordán, y el exconcejal de Majadahonda Juan José Moreno, habían organizado un trío de cooperación con el único objetivo de hacerle "daño".