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La CUP acosa y amenaza a la Guardia Civil en Manresa ante la pasividad de los Mossos

Un grupo de separatistas se planta ante al cuartel de la Guardia Civil de Manresa y lanza botes de pintura ante la pasividad de los Mossos.

Un grupo de separatistas se planta ante al cuartel de la Guardia Civil de Manresa y lanza botes de pintura ante la pasividad de los Mossos.

La Candidatura de Unidad Popular (CUP) está envalentonada. La detención de cinco de sus "activistas" para que declararan en la Audiencia Nacional por la quema de retratos del Rey y banderas de España en la pasada Diada ha activado los resortes callejeros del conglomerado de células y partidos separatistas y a cual más antisistema que da forma a la CUP. En la noche del martes celebraron la puesta en libertad tras negarse a declarar de sus compañeros con una acciones de acoso al más puro estilo de los cachorros de ETA en Manresa.

Un grupo de radicales se apostó frente a las instalaciones de la Guardia Civil en Manresa, quemaron más fotos del Rey, gritaron consignas batasunas como "sin pistolas no sois nada" y "fuera, fuera, fuera las fuerzas españolas". Lanzaron pintura sobre la fachada.

A escasos metros, un retén de los Mossos d'Esquadra vigilaba que la violencia se quedara en el lanzamiento de pintura. No practicaron detenciones. La polémica por la participación del cuerpo y de la consejería de Interior en la detención de los cuperos planeaba sobre la manifestación, en la que participaron alrededor de setenta individuos, en su mayoría encapuchados y con la estética indumentaria del terrorismo callejero.

La consejería de Interior se había pasado el día desmintiendo que las detenciones fueran iniciativa de los Mossos y las atribuían a la Audiencia Nacional. En cambio, la CUP sostiene que la policía autonómica es responsable directa. En ese contexto, los agentes desplegados en Manresa se limitaron a constatar que los radicales se disolvían una vez cansados de pegar voces y proferir amenazas a la Guardia Civil.

La CUP sólo tiene tres concejales en Manresa sobre un consistorio formado por 25 ediles, pero en su ofensiva contra la Guardia Civil cuenta con el apoyo de Convergència, que gobierna la ciudad, y de ERC, partidos que apoyan la petición de que la Benemérita abandone la ciudad, tal que en Alsasua (Navarra). Un diario comarcal ha celebrado los hechos con el siguiente titular: "La izquierda independentista 'bombardea' con pintura el cuartel de la Guardia Civil".

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