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¿Puigdemont le ha dicho a Soraya que va de farol?

Estrenamos año en la prensa sin grandes novedades, a vueltas con Cataluña y la gobernabilidad.

Estrenamos año en la prensa sin grandes novedades, a vueltas con Cataluña y la gobernabilidad.
Puigdemont durante su mensaje de Año Nuevo. | EFE

El Mundo felicita el Año Nuevo al PP con una encuesta. "El PP aumenta su ventaja en sus dos primeros meses de gobierno". En cambio, le arrea un estacazo al PSOE, que "baja más de tres puntos por su crisis interna" mientras "Podemos se consolida en la segunda posición". El editorial mete caña al PSOE por decir que no apoyarán los presupuestos. "Tal afirmación es una clara irresponsabilidad", dice, y "resultaría letal para la formación". El caso es que dice que "puede que al PSOE también le hayan penalizado los acuerdos alcanzados con el PP", pero que les zurzan, "los socialistas están obligados a facilitar que el PP pueda seguir gobernando de un modo mínimamente razonable este año porque necesitan como nadie tiempo para reorganizarse". Y si se hunden, que les den.

El País abre con Turquía. "Turquía paga con una masacre su intervención en la guerra de Siria". ¿Paga? Hay que ver lo burros que son en El País. David Alandete afirma rotundamente que "el islám no es la causa", que "en ningún libro religioso del islam puede encontrarse justificación alguna de toda esa muerte". Que realmente la culpa de sus salvajadas la tiene "el colonialismo occidental que impidió progresar" a esos Estados "mientras devoraba sus recursos". Faltaría que occidente no tuviera la culpa de algo. "El contexto del que nacen no es el islam, es la pobreza, la falta de esperanzas, la carencia de ayuda y la ausencia de educación", dice en plan bobalicón. Habría que recordarle a este señor que Ben Laden nació en la rica Arabia Saudí y que estaba forrado. Cuánta tontería tienen los políticamente correctos. El editorial bautiza 2017 como "el año del diálogo". Dice que "el año político se inaugura con algo de optimismo". "Dos hechos marcarán el año político: uno, la capacidad del Gobierno de evitar unas elecciones anticipadas, algo con lo que Rajoy no debe ni puede jugar, y dos, la apertura de una vía efectiva de diálogo que permita encauzar el contencioso catalán. En ambos casos, la responsabilidad fundamental corresponde a Mariano Rajoy, que es quien como presidente del Gobierno ha recibido la confianza de la Cámara y, por tanto, el poder ejecutivo. Se trata de un reto de considerable magnitud, pero ineludible, y del que por el bien de todos, el presidente tendría que poder salir airoso". Hala Mariano, ahí la tienes, báilala.

ABC abre el año como cerró el anterior, quejándose de que "la oposición lanza una batería de leyes contra las reformas de Rajoy", y así es imposible hacer los deberes que le ha puesto El País. Dice el editorial que "destruir por destruir es irracional". Que "la oposición se equivoca sí, para ejercer como tal y convencer a sus votantes, decide actuar como un rodillo revisionista para intentar derogar todas la leyes aprobadas por el Gobierno de Rajoy". Que vale que "un Gobierno que ha perdido su mayoría absoluta se avenga a pactar", pero "no sería lógico ni útil para España que los próximos meses se conviertan en un calvario legislativo para el PP en el que tuviese que plegarse ante la oposición para hacer tabla rasa de todo lo conseguido en cuatro años". Isabel San Sebastián se centra en Cataluña. "Año Nuevo, nueva murga", dice aunque la murga es la de siempre. "El propósito de Año Nuevo anunciado por Puigdemont fuer romper la unidad de España". Vaya novedad. "El del Gobierno de la nación no puede ser otro que mantenerla. A cualquier precio", dice. Pobre Rajoy, ni la resaca de Nochevieja le han dejado pasar antes de ponerle a trabajar.

La Razón lleva una entrevista a Maíllo, que ve a Rajoy "gobernando doce años" y advierte a Aznar que no sea "un incordio". Marhuenda dice en el editorial que al PP le va de lujo, que el congreso va a ser una balsa de aceite con algunos retoques. "No es momento para realizar experimentos ni cambios a la ligera en un vano intento de probar que se es más demócrata que los demás. La seriedad y la coherencia del PP están más que probadas". Pilar Ferrer dice que Puigdemont va de farol. "Abandera el procés pero sabe que la independencia nunca tendrá validez", que a ver que país es el guapo de reconocerla. Ademas, "en Moncloa", o sea, Soraya, dicen que "no es como Artur Mas, que es un hombre discreto con el que se puede hablar". En privado, claro. Han comprobado que "es mejor entenderse con un independentista de pedigrí que con un advenedizo como Mas", qué cosas. "Puigdemont ha trasmitido que una cosa son los gestos y otra la realidad". Vamos, que se piensan tirar la vida montando numerito tras numerito pero que la cosa no va en serio. Vaya chasco.

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