El rey Felipe VI ha presidido este viernes por tercera vez la Pascua Militar, marcado por la vuelta a la estabilidad en el Gobierno de España después de que el año pasado se encontrase con un Ejecutivo en funciones. Como es habitual en este acto ha dejado de lado la situación política, a la que ya hizo alusión en su tradicional mensaje de Navidad, para centrarse en las Fuerzas Armadas y en las perspectivas geoestratégicas para 2017.
Es por ello por lo que se ha centrado en la principal amenaza a la que se enfrenta España y las sociedades occidentales: "el terrorismo ataca sin escrúpulo alguno en cualquier lugar, y son muchas las naciones cuyas sociedades sufren con frecuencia su vileza y ensañamiento. En todas ellas pensamos y a todas ellas acompañamos en su dolor".
"No debemos escatimar esfuerzos por aumentar nuestra capacidad de prevención y de respuesta ante esta lacra que pone en peligro a nuestra sociedad, desprecia nuestros valores democráticos y es enemigo de la Humanidad. Tenemos la obligación de hacer cuanto esté en nuestras manos por defender los derechos y garantías individuales de nuestros conciudadanos", ha continuado.
El monarca ha llamado a "aprovechar el conocimiento y la amplia experiencia" de las Fuerzas Armadas, las Fuerzas de Seguridad del Estado y los servicios de inteligencia en la lucha contra el terrorismo para "combatirlo con la máxima eficacia" y con "total determinación".
Vestido con el uniforme de capitán general del Ejército del Aire, ha apostado por "seguir aportando por el proceso de modernización" de las Fuerzas Armadas que "nos permita tener tanto la operatividad como la perspectiva necesaria para ir siempre por delante, porque no podemos dejarnos rebasar por los nuevos desafíos y escenarios".
En esta línea, ha recordado que "la seguridad es un valor fundamental y una condición básica para permitir el desarrollo y el progreso de la nación" y ha ensalzado la labor de unos militares y guardias civiles que, "todos los días del año y sin bajar la guardia, proporcionáis y garantizáis la seguridad en nuestros espacios de soberanía".
El Rey ha recordado que "el primer y más fundamental deber del militar es la disposición permanente para defender a España; y arriesgar la vida para proporcionar seguridad y protección a los demás es inherente a la esencia de la profesión militar", para recordar a todos aquellos que han dado su vida por España: "La pena nos alcanza profundamente cuando mueren compañeros de armas en el cumplimiento de su misión". "Su entrega noble, generosa y, a veces, heroica, deberá ser siempre valorada y recordada con honra, con gratitud y con emoción. A sus familias, hoy de manera especial, les dedicamos todo nuestro cariño", ha proseguido.
El acto castrense ha dado inicio unos minutos después del mediodía, cuando don Felipe y doña Letizia han llegado a la Plaza de la Armería del Palacio Real. Allí les esperaban el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y los ministros de Defensa e Interior, María Dolores de Cospedal y Juan Ignacio Zoido, respectivamente. Ambos han participado por primera vez en la Pascua Militar.
Una banda de honores de la Guardia Real ha tocado el himno nacional, tras lo que el Monarca ha recibido honores y ha pasado revista a una formación. A continuación, don Felipe y doña Letizia han entrado a la Saleta Gasparini del Palacio Real, donde han saludado uno por uno a los aproximadamente centenar y medio de invitados que han asistido a este acto castrense.
Concluidos los saludos, se han trasladado al Salón del Trono, donde tras imponer las condecoraciones militares preestablecidas, han comenzado las intervenciones. La primera en tomar la palabra será la ministra de Defensa, que ha hecho alusión a la necesidad de llegar a un pacto de Estado para dotar de recursos económicos a largo plazo a las Fuerzas Armadas y ha situado al terrorismo yihadista como la principal amenaza de España. Para concluir el acto, ha intervenido el Rey Felipe VI.