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Jiménez Losantos y la "mayor idiotez" de Pablo Iglesias: "Natural, que un tarugo hable con un tronco"

Cuando ya nos frotábamos las manos para poner el grito en el cielo por los niños de Vic van y pasan total del farolillo separatista. 

Cuando ya nos frotábamos las manos para poner el grito en el cielo por los niños de Vic van y pasan total del farolillo separatista. 

El Mundo: "Pinchazo soberanista en Vic". "La proporción de farolillos con la enseña nacionalista respecto al total de los mismos quedó reducida a apenas uno de cada diez". Dios ¿los han contado? La cosa es peor de lo que me imaginaba. Y encima va la Fiscalía y "ordena a los Mossos que persigan los ultrajes al Rey" en el día de Reyes. Muy oportuna, la fiscalía. José María Albert de Paco dice en plan serio que "la cabalgata de los farolillos de Vic no ha sido más que otra vuelta de tuerca en la utilización de la población infantil con fines propagandísticos", pero que ayer TV3 "dio la consigna de rebajar las aristas y dejo a la audiencia frente a una antigualla: catalanes viendo como otros catalanes veían pasar a los Reyes Magos". Menudo disgusto. Tanta historia para esto.

Federico Jiménez Losantos tira por la parte podemita de la actualidad. "Cuando parece imposible que Pablo Iglesias Turrión perpetre una idiotez mayor, va y la perpetra". Y lo que te rondaré morena. "El Gran Timonel de la Izquierda Antiespañola acunando su tronco a modo de bebé, mientras las llamas a su espalda evocan esa hoguera tuitera en la que sus huestes llevan tostando a Errejón desde antes de Navidad, digo del Solsticio. Estas cosas pasan cuando el culto a la personalidad de un jefe de partido recae en un mequetrefe intelectual: se le ocurre una gansada y a ver quién es el que lo critica, se juega el hashtag y acaba en el paro". Y cuenta que "a los dos minutos de subir el diabólico vídeo crepitaba la sátira y ardían las metáforas: 'Natural, que un tarugo hable con un tronco'". Jua, jua, jua, me acabo de reconciliar con las chorradas que pululan por las redes y el wasap tras una dura crisis navideña. Sigo repasando columnistas y me encuentro con Santiago González, que con su gracejo habitual comenta la amenaza de un podemita balear a una podemita balear: "Si eres buena niña y seguro que lo eres…". Y encima dejó que le grabaran, el muy bobo. "El caso es que la inscrita coaccionada, Carmen Azpelicueta, recibió del tal Cañellas una de esas ofertas que no se pueden rechazar: Quitarse de en medio durante tres meses, dejarse amonestar y después, 'si tú eres buena niña te buscaremos un trabajo'. Lenguaje inapropiado, lo llama. Será por llamarla niña". Santiago, no seas malo, a las mujeres de cierta edad nos encanta que nos llamen 'niña'. Raúl del Pozo está brillante, lúcido, sagaz, clarividente, le ha sentado bien el nuevo año. "A veces pienso que el Partido Socialista está gobernado por Mariano Rajoy en los ratos libres", dice. Y Luis Martínez dice, admitiendo con honradez que está de resaca, que "no es mi intención ponerme melancólico. Ni siquiera triste que es más de barrio. Pero en días así, se hace inevitable pensar en el tiempo. Y más concretamente en el perdido, que siempre es más". Lo que le pone tan depre es ver "que las noticias más leídas en varios periódicos de los serios tiene que ver con una presentadora en bañador. Eso y la gran novedad del año que viene: aumentarse los pechos con bótox". Luis, para, que me vas a contagiar tu melancolía, tristeza o lo que sea que tienes. "A veces, apenas había apagado la bujía, cerrábanse mis ojos tan presto, que ni tiempo tenía para decirme: 'Ya me duermo'. Felices Reyes". Eso, Luis duerme, anda, duerme que falta te hace.

El País no consigue hacerse a la idea de que Trump no lee el periódico de Cebrián -perdón, de Caño-. "El espionaje de EEUU ratifica la injerencia rusa en las elecciones". James Bond en acción. Sobre el chasco de la cabalgata de Vic dice que "evita convertirse en un acto secesionista", caguen la, y para eso malgastaron un editorial. Fernando Vallespín analiza la situación de los nuevos partidos. "¿Qué les pasa a los nuevos?", se pregunta. "Se han ido desinflando a medida que comenzamos a entrar en el espacio de la política normal". A Ciudadanos le diagnostica que tienen el síndrome del " joven contestatario que en cuanto encuentra empleo ya no se quita la corbata", y les receta "buscarse enemigos, alguna bronquilla interna, aunque sea construida" para salir más en la tele. A Podemos cree que le ocurre lo contrario. "Son el adolescente que se niega madurar", el conocido como síndrome de Peter Pan, que el lugar de espinillas se ha manifestado en zurrarse la badana todos los días. Eso "les permite estar siempre en el centro de la pomada, pero a costa de contagiarnos a todos un desasosiego insoportable". Tampoco exageres, algunos estamos tan panchos.

ABC se felicita. "La tradición religiosa se impone al populismo". "Las cabalgatas de los Reyes recuperan magia tras el ridículo de hace un año". Lo que los Reyes Magos no consigan… "Los de Madrid volvieron a lucir ropajes regios tras el ridículo de las túnicas de 2016", como está mandado en unos señores reyes. Jaime González escribe hoy su carta a los Reyes, a buenas horas. Y encima del retraso se pone a pedir, y pedir, y pedir. Que si no les importa "reconducir las cabezas de quienes se han empeñado en descoser las costuras del traje", que si "un puesto de trabajo" para todos los parados, que si acaben con el terrorismo y traigan "paz", que si "España le doble el pulso a Expaña". Encima de tarde con exigencias. Ya le dice Carlos Herrera. "Sus Majestades andan ya camino de su casa habiendo sembrado previamente de ilusión y regalos a la inmensa mayoría de los hogares españoles", así que, a ver si para el año que viene espabilas, Jaime.

La Razón pone "farolillo rojo a los independentistas" y está feliz con sus regalos. "La campaña de la ANC para llenar de símbolos secesionistas la cabalgata de Vic fracasa al imponerse la tradición de la celebración infantil" y "Carmena rectifica y viste de 'reyes' a los magos de Oriente", como Dios manda. Marhuenda se delata a sí mismo intentando colarnos un editorial tipo playback. "La cabalgata de Vic exhibiendo miles de farolillos con estaleladas independentistas, solo demuestra la propia debilidad del proceso". Ay, pillín, que te fuiste a dormir antes de ver en tu propia portada que lo de los farolillos se quedó en un bluff. Abel Hernández es otro de los remolones que escriben su carta a los Reyes cuando ya están en retirada. Y encima con mala uva y "malsana intención de proporcionaros una lista con las gentes a las que deberíais dejar carbón", dice el amargado. A "los independentistas catalanes que han vendido farolillos con la estelada" los primeros. A "Pablo Iglesias e Íñigo Errejón, que nos están dando a todos las Navidades con sus peleas", también carbón. A "Pedro Sánchez y sus secuaces, que parecen empeñados en acabar con el partido de la rosa y el puño", últimamente más del puño. A "los banqueros" que no quieren devolver la pasta de la cláusula suelo, carbón y carbón, a los "agoreros de la prensa" que no reconocen que ha bajado el paro, o sea, a El País, también carbón. A "los responsables del aire de Madrid", dice poniéndoselo difícil a los magos. Y ya puestos, también carbón para "los niños exigentes, saturados de juguetes, que con apenas diez años solicitan un teléfono inteligente de última generación". Éste es de los que han regalado a sus hijos un palo, fijo.

La Vanguardia tira por lo cursi. "Noche de ensueño", dice. Tino Cormina aporta el dato que todos buscábamos desesperadamente. "2.100 farolillos". Este sí que los contó. La foto que ilustra la información, de Lluber Teixidó, es significativa. "Un grupo de niños con las luces esteladas junto a otro sin estelada" dice. Son cuatro niños felices y sonrientes con sus farolillos estelados y un pobre crío al lado con un triste farol sin banderita indepe a punto de echarse a llorar. Para quitarle la patria potestad… al fotógrafo.

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