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La cara de cemento armado de Susana Díaz

La reunión de jefazos para hablar de pasta acabó con un enfrentamiento entre la cigarra andaluza y la hormiga madrileña.

La reunión de jefazos para hablar de pasta acabó con un enfrentamiento entre la cigarra andaluza y la hormiga madrileña.
Susana Díaz. | EFE

El Mundo se sale del optimismo general. "La financiación autonómica se atasca por la falta de ingresos". Y eso que era el principal motivo para reunirse. Pero no importa , dice Cuartango en el editorial, porque "en un país con una vida pública tan áspera" verlos a todos juntitos fue un gustazo, aunque "no se alcanzó ningún gran acuerdo nacional". "Una de las claves del nuevo modelo será la armonización fiscal", pero "no tomaron ayer ninguna decisión al respecto". Eso sí, quedó monísimo, con el Rey, la alfombra roja... Cómo siempre tiene que haber alguien que dé la nota, Susana Díaz vino del sur muy flamenca ella a imponer sus políticas. "Susana Díaz se mostró a favor de armonizar la fiscalidad", que quiere decir que como ella fríe a impuestos a los andaluces, tienen que hacer lo mismo a los madrileños para que sus conciudadanos de Despeñaperros para abajo no salgan por piernas. Mira guapa, en tu casa haz lo que te plazca, allá los que te voten, pero los bolsillos de los madrileños ni tocarlos, que aquí todo el mundo es bienvenido siempre que no vengan a tocar las narices. Ya lo dice Francisco Pascual. La lista decide por su cuenta y riesgo "implantar la jornada de 35 horas semanales en la Administración" andaluza y "contentar a los trabajadores como una forma para ganar votos". Pero "no tiene empacho en pedir a otras autonomías que equiparen la presión fiscal a la suya para evitar la fuga de empresas y contribuyentes". Menudo rostro, tiene la trianera.

Federico Jiménez Losantos se contiene para no tirarse a la yugular de la andaluza –ya veremos el viernes– y habla de la operación Pachi. "Rubalcaba sigue siendo un maestro de la puñalada", el que tuvo retuvo. "Pachi no pasó de primero de algo, pero a los 19 ya era diputado. La nulidad intelectual la compensa en política el sectarismo; y a Lopezcaba, le sobra (…) Pachi es la sumisión perpetua al PSOE del separatismo diseñada por González y Cebrián al decapitar a Redondo Terreros. No disputará con Susana el derecho a heredar la ruina de Rajoy, se lo repartirán". Santiago González también le hace un traje al flamante candidato del PSOE. "Atrajo a Rajoy a una emboscada en la capilla ardiente de Isaías Carrasco, para echarle de la misma con cajas destempladas. Su jefe de prensa tenía copiada la soflama para entregar después de la humillación a los periodistas. Nunca se ha visto una utilización política tan sucia de una víctima del terrorismo". Cuanto más sabemos de Patxi más escalofríos da, que tío más chungo.

El País dice que sí ha habido "pacto para un nuevo modelo de financiación autonómica". La letra pequeña del editorial admite que cerrado no hay nada, pero que "lo más importante es la voluntad de lograr un pacto", pero vamos, pacto, lo que se dice pacto, no hay, porque "tropieza con varios retos". Y pide muchas reuniones de estas, que "la conferencia es un foro de acuerdos transversales que debe funcionar como una institución", será por instituciones. En la pugna entre Susana y Cifuentes se pone al lado de la andaluza, como no podía ser de otra manera. "Los socialistas censuran a Cifuentes por competencia desleal con los impuestos". Pues que los bajen ellos.

ABC opta por el Brexit. "May amenaza a la UE con una guerra comercial". Puf, cómo está el mundo exterior. Ya lo dice Bieito Rubido en su Astrolabio. "Tiempo de murallas, de hipernacionalismos, de insolidaridad de proteccionismos ventajistas, de prepotencias, de xenofobias, de muros", a dónde vamos a ir a parar. El editorial se centra sobre todo en criticar la ausencia de Puigdemont y Urkullu. "La conferencia de presidentes tuvo un significado institucional relevante, sólo empañado por el plantón irresponsable de Urkullu y Puigdemont". Porque "lo que está en juego es un reparto solidario del dinero de todos, y era innecesaria la sobreactuación de ambos tratando de convertirse en rebeldes políticos sin causa". ¿Reparto solidario del dinero de todos? Baja de las nubes, Bieito, el vasco y el catalán no entienden ni papa de eso. Lo mío es mío y lo tuyo también. José María Carrascal dice que lo que querían "era dejar en evidencia que se consideran superiores a los demás, que es la forma suma de desprecio". Pues no hay mejor desprecio que no hacer aprecio, que les den.

La Razón dice que ha habido un "pacto para blindar el Estado autonómico frente a Puigdemont". Y yo que no me lo creo. "Buena sintonía, guerra de impuestos y broncas con Cifuentes". ¿No ven algo de contradictorio en este titular? En fin, Marhuenda tiene atravesada a Cifuentes desde que pidió primarias en el PP y no pierde oportunidad de meterse con ella. También su editorial les hace mucho caso a los tontainas de Urkullu y Puigdemont. "Es un gesto de soberbia excluyente que retrata a sus protagonistas y no a los ciudadanos que representan", pero que no se preocupen, "los derechos de los catalanes y los vascos seguirán salvaguardados como los del resto de los españoles". Sobre todo los vascos tienen más derechos que el resto de los españoles con el cupo, Marhuenda, no hace falta que se los salvaguardes.

La Vanguardia se frota las manos. "Los líderes autonómicos cuestionan la fiscalidad de Madrid", "presidentes socialistas acusan a la capital de ser un 'paraíso fiscal'". Si la envidia fuera tiña. Enric Juliana, que vive en Madrid, acusa a Cifuentes de "efectuar dumping fiscal, aprovechándose de la envergadura política y económica que concede la capitalidad". Esto lo dice uno que pide una fiscalidad especial para Cataluña, tócate. Y en el editorial Godó viene a decirnos que ellos sí pueden hacer lo que les viene en gana, que Urkullu y Puigdemont no se dignaron a venir porque "quieren marcar perfil propio y reivindican un marco de relación bilateral con el Estado. Hacen bien, porque tienen peticiones particulares". Que ellos sí pueden tener sus cosillas, Madrid no, Madrid se tiene que someter a lo que digan los nacionalistas o los socialistas despilfarradores. A Parla, que dicen los castizos.

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