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Pablo Iglesias, un nostálgico de "los campamentos de la OJE" franquistas

El Brexit se pone de moda de nuevo y los independentistas que no cesan.

El Mundo abre con que "el juez no autoriza registros de la policía contra los Pujol" y da cuenta de la última mamarrachada independentista. "Puigdemont pide independencia en catalán, francés e inglés, aunque ninguna autoridad estaba escuchando". Vamos, que se podía haber ahorrado la exhibición de polilingüismo. La próxima que lo intente en chino. También toca el Brexit. "El Supremo fuerza la votación del Brexit en el parlamento británico". Y no podía falta alguna trastada trumpera. "Trump contra los sioux". ¿Este hombre no cree que ya tiene bastantes enemigos? ¿Ahora también quiere declarar la guerra a los indios que quedan? Del Brexit habla Federico Jiménez Losantos. "La decisión del Supremo va a revelar hasta qué punto el referéndum es una de la mayores estafas de masas perpetradas en Europa. Todo los partidos, salvo Ukip, defendieron la permanencia. Tienen mayoría en el parlamento para revocar un plebiscito que se hizo, como luego se ha reconocido, con datos escandalosamente manipulados y saldado con una victoria mínima. No es cierto que el pueblo decidiera romper con la UE porque casi la mitad del pueblo votó quedarse (…) Un plebiscito que liquida décadas de trabajo, paz y convivencia con 23 países europeos no es democracia, es demagogia golpista". No te hagas ilusiones, Federico, tiene difícil marcha atrás. Para que no te lleves un sofocón, lo digo.

El País le hace un regalito al PSOE. "El PSOE fuerza al PP a retirar a su candidato al Constitucional". Parece que al PP se le ocurrió proponer a uno del Opus Dei cuando tenían que negociarlo con el PSOE. Es que no escarmientan. No podía faltar el editorial anti-Trump de cada día. "Las primeras medidas de Trump confirman un proteccionismo empobrecedor". ¿Primeras medidas? Viendo a El País cualquiera diría que lleva años gobernando. Félix Ovejero, uno de los fundadores de Ciudadanos, atiza varios coscorrones a Rivera por este vaivén que se trae con el ideario. "La idea de revisar los principios, en un partido, resulta absurda". Sobre todo cuando el partido es un bebé. "Hay que pensárselo mucho antes de cambiar. No se puede volver a empezar cada mañana". Debe tener algo que ver con la hiperactividad del líder. No puede parar de pie, no puede estar calladito un día y no puede dejar de marear a sus votantes.

ABC abre con Rajoy en el foro ABC. "A algunos les iría mejor si buscaran mi mano tendida", dice. Córcholis, ¿esto es una oferta de diálogo o una advertencia? Según entendió Bieito Rubido iba de buen rollito. "Rajoy quiere entenderse con todos". "El propósito de Rajoy de no convocar elecciones hasta dentro de cuatro años es firme, y salvo catástrofe en el PSOE o que el chantaje del PNV con los presupuestos sea inasumible no peligra la nueva etapa de estabilidad", siempre que el resto sean buenos chicos, claro. Ignacio Camacho comenta la idea de Pablo Iglesias de reclutar niños para su causa. "Pablo Iglesias ha decidido fundar en Podemos una división de guardería. Su propuesta de abrir el alistamiento de los muchachos de catorce años debería estudiarla el Defensor del Menor por si constituyese una agresión a los derechos de la infancia". Y lo explica en que "todos los proyectos totalitarios sienten predilección por el adoctrinamiento de los niños –ahí están los pioneros castristas o los campamentos de la OJE– y su temprana inmersión en las certezas de la militancia dogmática". Algo así como pederastia política.

La Razón dice que "Pedro Sánchez ofrece viajes a 39 euros para llenar su mitin de Sevilla". En autobús, eh. No vaya a ser que algún listillo piense que es en AVE y se plante allí para escabullirse después. Dice el periódico de Marhuenda que "los cuchillos de Albacete hunden a Puigdemont en la UE". Resulta que "un día después del plantón a la delegación independentista las autoridades europeas se vuelcan con García-Page", que ha ido a Bruselas "en busca de protección de nuestras navajas frente a la competencia desleal". Y lo ha petado. La verdad es que tienen su encanto estos utensilios que recuerdan a Curro Jiménez.

La Vanguardia hace un relato desternillante de lo de Puigdemont en Bruselas. Dice que "unas 500 personas asisten a la conferencia en la Eurocámara del president y Junqueras", que había "escoceses, irlandeses y flamencos independentistas". O sea, cuatro monos. "La UE ignora la conferencia del Govern en Bruselas pese a la masiva asistencia". ¿Y entonces quién había allí?, se preguntarán. Pues según nos cuenta Beatriz Navarro había "una docena de eurodiputados". 12 de 500, no está mal. "Ningún embajador de la UE asistió a la conferencia pero los organizadores no descartan que algunas delegaciones enviaran discretamente a algún diplomático". ¿Irían enmascarados? ¿Con antifaces?, tal vez. Eso sí, estuvo "la Misión de las Islas Feroe", un "becario de la Cámara de Comercio Británica" y "sin presencia destacable de la prensa internacional". Ni el tato, vaya. ¿No se cansan nunca de hacer el ridículo los independentistas y sus relatores?

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