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A Susana Díaz se le complica la candidatura: una juez investiga a la Gestora por infracción penal

Una investigación a la gestora ha puesto la puntilla a la difícil situación a la que se enfrenta Díaz, que no controla el aparato en Andalucía. 

Una investigación a la gestora ha puesto la puntilla a la difícil situación a la que se enfrenta Díaz, que no controla el aparato en Andalucía. 
Susana Díaz | EFE

Según diversas fuentes, el juzgado de Instrucción Penal número 6 de Almería considera que hay indicios de infracción penal –se denunció un presunto delito de prevaricación–, en la operación de acoso y derribo que la lideresa andaluza, Susana Díaz, junto con otros, orquestó para defenestrar a Pedro Sánchez de la Secretaría General.

Por ello, la juez, en auto del pasado 30 de enero, ha abierto diligencias contra los miembros de la Gestora socialista que preside el asturiano Javier Fernández y cuyo portavoz es el número 3 de Susana Díaz en el PSOE andaluz, Mario Jiménez. Además, la investigación afectará a los ocho miembros restantes del órgano rector del PSOE hasta el próximo congreso y a Verónica Pérez, secretaria general del PSOE de Sevilla, que fue mencionada expresamente en la denuncia.

Hay confusión todavía porque el militante socialista de Almería, Pedro de la Torre, que ha interpuesto la denuncia lo ha hecho dos veces. Una la presentó ante el juzgado de guardia el 8 de noviembre pero el juzgado almeriense número 1 se inhibió, por la presencia de personas de otras provincias y elevados cargos políticos, yla remitió al juez decano de los de instrucción en Madrid. Otros socialistas presentaron denuncia por los mismos hechos en el Juzgado de Instrucción número 13 de Madrid, más coacción y amenazas.

De la Torre mencionó en su denuncia presuntas irregularidades y prevaricación durante la celebración del Comité Federal, ya famoso, del pasado de octubre. De la Torre escribió que la Gestora que dirige actualmente el PSOE "no tiene cabida reglamentaria ni estatutaria a efectos de sustituir al Comité Ejecutivo Federal" y que fue "ilegalmente" constituida. La juez considera en su escrito que "los hechos que resultan de las anteriores actuaciones presentan características que hacen presumir la posible existencia de una infracción penal".

El caso, de seguir adelante como parece, complicará mucho la candidatura de Susana Díaz a las primarias y toda la organización actual del PSOE a nivel nacional podría terminar en la suspensión de todos los actos y decisiones tomadas por la Gestora socialista, entre ellas la destitución de Sánchez y la convocatoria de primarias.

Es más, podría desembocar en la restitución de la Ejecutiva que dirigía el entonces secretario general defenestrado que sería quien podría convocar la celebración del congreso federal extraordinario previsto en los Estatutos tras la dimisión del secretario general.

El día D puede ser el día 4

Se ha deslizado la idea de que será el próximo día 4 de marzo, días después de la celebración del Día de Andalucía, 28 de febrero, que no puede usar en su beneficio sin graves daños colaterales procedentes de un PP que la acusa de jugar con Andalucía para sus fines. Es posible que así sea, pero la noticia judicial antecedente y otras complicaciones encajonan a una Susana Díaz que ya no tiene tiempo para más si las primarias se celebran en mayo.

Lo que puede parecer prudencia a algunos y canguelo a otros, es decir, la tardanza ya un tanto cansina de Susana Díaz en anunciar su presentación a las primarias socialistas tiene que ver, naturalmente, con la propia estructura de su poder en Andalucía y las últimas críticas a su gestión.

Por una parte, es obvio que Susana Díaz no controla todo el PSOE andaluz. En Sevilla, tiene el agujero del alcalde de Dos Hermanas, Quico Toscano, y otros dirigentes provinciales de nivel como el investigado José Antonio Viera y los demás imputados en los diferentes casos de corrupción que no se sienten bien tratados por la lideresa.

En Cádiz, tiene en contra al clan de Alcalá, donde anida el ex vicesecretario general, Luis Pizarro, y que siempre cobijó a Manuel Chaves. En Almería, el cacao socialista es de gran nivel y la división es palpable, al igual que en Granada en la que la Ejecutiva de la capital y algunos pueblos como Jun están en contra de Susana Díaz. En Málaga, tampoco está clara la situación entre las fuerzas en liza.

A su favor, clara y rotundamente, sólo tiene la Huelva de Mario Jiménez, la Córdoba de Pablo Durán, presidente del Parlamento andaluz, aunque no completa, la Jaén de Felipe López y Gaspar Zarrías, cada vez más árbitro de la situación.

En el resto de España controla aparatos, pero no militancia, y eso es lo que clarificó de por sí el acto municipalista de este pasado fin de semana. Mucho aparato, mucho cargo remunerado y nombrado desde el partido y muchos autobuses. Pero las primarias se juegan en la militancia, los afiliados, incluso en los simpatizantes si finalmente se les concede derecho al voto como parece considerar la actual Gestora.

Por otro lado, las encuestas, incluso las controladas desde la Junta, como la de Egopa de la Universidad de Granada, no son muy favorables. Ganaría, sí, pero en las elecciones andaluzas, no así en las elecciones generales en Andalucía. El PP ha recuperado tres provincias y ganaría en las generales en cinco a pesar de que el candidato no es un Javier Arenas precisamente. Dicho más claramente, Susana Díaz no es garantía de que el PSOE pueda recuperar terreno en las elecciones generales en el conjunto de España por cuanto ni siquiera las ganaría en Andalucía.

Además, Susana Díaz ha visto cómo crecían los frentes internos contra su gestión de la Junta de Andalucía, desde la sanidad a la educación concertada. Aunque ha logrado apagar algunos de estos incendios, aunque no completamente, los malos datos tradicionales del paro, de la educación y de los servicios sanitarios, sin extendernos a más, no ofrecen una buena perspectiva.

Por si fuera poco, queda abierto en canal el frente judicial, que conlleva los numerosos casos de corrupción vigentes en los juzgados y el caso de la Comisión de Investigación sobe el fraude de la formación en el Parlamento andaluz, que ha vuelto a mencionar a dos ex presidentes de la Junta, Manuel Chaves y José Antonio Griñán, cuyo juicio por el caso de los ERE está cada vez más cerca a pesar de la tardanza de la juez Núñez Bolaños en remitir la causa a la Audiencia Provincial. Entre sus éxitos, menores, están la absolución de su exconsejero Alonso por un caso de prevaricación y el sobreseimiento del caso que afectó a otro de sus consejeros, Antonio Ramírez de Arellano. Pero el horizonte está muy oscuro.

Finamente, le queda pendiente, en su caso, el tema de su sucesión en Andalucía al frente de la Junta y al frente de PSOE que, como es habitual y más aun estando las cosas como están, serán fuentes de nuevas inestabilidades.

En definitiva, Susana Díaz depende demasiado de factores ajenos a ella misma para poder imponerse en el PSOE. Bastaría que, en el PSOE nacional, alguna baronía cambiara de orientación para dar al traste con la operación. En el interior de su organización andaluza, Susana Díaz depende de que lo que diga la organización de Jaén, la segunda más importante de Andalucía y cuyo líder, Paco Reyes, tiene aspiraciones de ordeno y mando en el Sur. En su contexto político actual, la Junta de Andalucía, todo depende de la actitud de Albert Rivera y de Ciudadanos en Andalucía. Un solo gesto de oposición bastaría para despeñarla.

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