El PSOE y Podemos han pactado emprender un plan de cierre de aulas en colegios católicos de Aragón que ahora cuentan con conciertos educativos con la Administración regional, según publica ABC. Este mismo año se prevé que se clausuren 28 aulas que se quedarán sin concierto. Es decir, que dejarán de ser financiadas con fondos públicos.
Ese es el compromiso firmado entre PSOE y Podemos. Los socialistas se han plegado a esta exigencia del partido de Pablo Echenique para conseguir su voto favorable a los presupuestos del Gobierno aragonés del presente año, que como pronto se aprobará en mayo. Así los colegios concertados se han convertido en una moneda de cambio.
Tanto la Federación Cristiana de Asociaciones de Padres de Alumnos de Aragón (Fecaparagón) como la patronal de los colegios católicos de la región (Escuelas Católicas) han acusado a Podemos y al Gobierno aragonés PSOE-Chunta –que preside el socialista Javier Lambán– de desplegar una estrategia contra la enseñanza concertada y contra el derecho de libre elección educativa de las familias. Aragón cuenta con casi un centenar de colegios católicos en los que estudian más de 50.000 alumnos y trabajan unas 4.000 personas.
Fecaparagon afirma que PSOE y Podemos han negociado "con los conciertos educativos como si de un bazar turco se tratase", fruto de "la obsesión y animadversión de estos partidos" contra la enseñanza concertada y consecuencia –dice Fecaparagon– de "políticos trasnochados y obsesivos" que anteponen su ideología a "la demanda social".
"Los padres queremos y tenemos derecho a elegir el centro educativo y no se pueden eliminar los conciertos por otra vía que no sea la modificación de la Constitución y de las leyes educativas", subrayan desde Fecaparagon.
Desde la enseñanza concertada advierten –y así lo recoge el diario de Vocento– que el cierre de aulas previsto en el pacto presupuestario entre PSOE y Podemos tendrá un efecto multiplicador en años sucesivos, ya que se irá incrementando año tras año el número de aulas que pierden los conciertos, lo que acabará provocando una cascada de cierres que puede hacer perder miles de plazas en los colegios privados concertados de la región.