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Rahola desprecia los "milloncejos" de Rajoy y le llama estafador

Hoy cualquier rincón de España puede entonar el Cataluña nos roba con más razón que un santo. 

El Mundo: "Rajoy trata de apaciguar al soberanismo con inversiones". 4.000 millones de cucas, dice. Libre Mercado cuantifica el chantaje en 15.000 millones. Dice el presidente que es tiempo de "sellar grietas y reconstruir puentes". Pues a ver si sobra algún milloncejo para las grietas de Madrid, que están las calles que no se puede dar un paso sin peligro de romperse la crisma. Federico Jiménez Losantos afirma que "Madrid sí paga traidores". Y bien pagao. "Rajoy llegó a Barcelona con 15.000 millones de euros para impulsar infraestructuras catalanas, las perores de España, y que salvo el AVE y las autopistas, desmerecen al lado de las de Extremadura, las dos Castillas o Andalucía". Mientras, "la Generalidad separatista no mandó a nadie a recibirlo, pero no devolverá el dinero". Suelta la gallina y largo de aquí, pringao, le vinieron a decir. "Roma no paga traidores. Madrid sí". Con la pasta de todos, claro. Carlos Segovia calcula el "rescate" en "8.500 euros por catalán, lo que supera con creces a todos los demás ciudadanos del Estado", lo que significa que "el conjunto de los españoles se han endeudado en esa cantidad para que el despreciativo gobierno autonómico de una de la comunidades más prósperas pueda atender sus pagos tras un disparate de gestión". Y mientras todo esto sucede, Puigdemont se larga a EEUU a ponernos a parir. Cuenta Raúl del Pozo que "ha mentido y ha desprestigiado a la Democracia española el dirigente de un trama mafiosa. Ha utilizado agravios y embustes para desacreditarnos". Vamos, que además de putas, ponemos la cama.

Hasta El País reconoce que se trata del pago de un chantaje. "Rajoy responde al soberanismo con 4.200 millones de inversión". Eso sí, a Cebrián le parece de rechupete, al fin y al cabo a él también le han rescatado su negocio. En un ininteligible editorial –¡por el amor de Dios, ¿nadie escribe en castellano en ese periódico?– dice que "cualquier acto político suele ser susceptible de distintas lecturas. Así que todo acto puede compararse con lo deseable: en este caso, una oferta negociada, discutida, detallada y completa, tanto de tareas pendientes de la Administración central, como de asuntos relativos a la mejora del autogobierno". El acto de ir a Cataluña cargadito de millones "podría calificase de insuficiente, tardío y poco ambicioso" porque falta "la necesidad de mejorar su autogobernanza política". Que la pasta no basta, que hay que darles también las competencias que pidan, si es que les falta alguna. "De modo que entrar en esas cuestiones concretas –pero tan importantes que pavimentan el descontento mayoritario de los catalanes– constituye una acertada corrección del foco dispensado a la cuestión catalana, monopolizado por el (indeclinable) respeto de la legalidad constitucional y estatutaria". Aquí se las avían ustedes o le preguntan al editorialista, aunque lo de "pavimentar el descontento" puede que tenga algo que ver con lo de sellar grietas. Pero ojo, "o las cifras que ahora se prometen son suficientes y cumplibles, o la confianza seguirá capotando". ¿Capotando? Me parto y me troncho. Y termina. "Pero a nadie se le oculta que la agenda secesionista avizora un calendario sobrecalentado; la respuesta del Gobierno puede resultar morosa o poco atractiva para muchos. Al primer paso deben seguirle otros muchos. Y mucho más rápidos". Que los separatas no se van a rajar por un puñao de parné, así que ya estamos tardando en bajarnos los pantalones. La madre que parió al editorialista, el trabajo que me ha dado.

ABC trata de disfrazar el plantón a Rajoy. "Rajoy negocia con la sociedad civil catalana el plan que desprecia la Generalitat". Bieito Rubido advierte a Rajoy. "Debe ser consciente de que hacer gestos sin recibir nada a cambio puede poner en peligro su estrategia y generar agravios comparativos en otras comunidades autónomas que, sin ínfulas separatistas, tienen las mismas necesidades, o más, que Cataluña. Medir con distinto rasero a las autonomías sin lograr de la Generalitat un tono más constructivo puede volverse contra del PP". Y de momento sólo ha recibido escupitajos. Da gusto leer cosas comprensibles.

La Razón dice que al presidente de Murcia le queda un telediario. "El presidente de Murcia podría cesar in extremis el día de la moción". Vaya, ya iba siendo hora. Con lo que lo ha defendido Marhuenda esto es un parte de defunción. Sobre el pago de Rajoy dice que "Rajoy conecta a Cataluña". Seguro. Dice el editorial que "estas inversiones anunciadas son necesarias, pero conviene hacerlas públicas para rebatir el mensaje lanzado desde la Generalitat de que sólo forman parte de la operación diálogo" y que es un lástima que Puigdemont le haya hecho un corte de mangas y se haya largado a EEUU "porque las medidas están incluidas en su célebre documento de 46 puntos presentado al Gobierno". Vamos, que va Rajoy a Barcelona con su ofrenda y el tío no está.

La Vanguardia no habla de dinero en su titular, que es de mala educación. "Rajoy pide ayuda a los catalanes para que se imponga la sensatez". Como buenos chantajistas piden más. "La condonación de la deuda es la otra pata de la propuesta del Gobierno al mundo económico catalán. Una especie de compensación por el no reconocido déficit fiscal". Vamos a estar pagando el separatismo hasta el día del juicio final. Y encima viene Pilar Rahola diciendo que "nos han prometido algunos milloncejos", que es una "sonora estafa" porque se los debemos. "Y luego nos piden moderación amor y diálogo. Será porque nos quieren tanto". Ahí tiene la respuesta, señor presidente.

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