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Las sucesiones, política y fiscal, acosan a Susana Díaz

Ayer, la oposición criticó el uso de la Junta para su campaña de primarias y 54.000 firmas pidieron el fin del Impuesto de Sucesiones.

Ayer, la oposición criticó el uso de la Junta para su campaña de primarias y 54.000 firmas pidieron el fin del Impuesto de Sucesiones.
Susana Díaz. | EFE

El Parlamento andaluz vivió ayer una jornada clave centrada en las sucesiones. La de Susana Díaz al frente de la Junta de Andalucía cuando obtenga, si lo hace, la secretaría general del PP y la del Impuesto de Sucesiones, 54.000 de cuyos afectados presentaron ayer sus firmas para tratar de eliminarlo o de reducirlo.

350 personas de la Asociación Stop Impuesto Sucesiones se dieron cita en los alrededores del Parlamento andaluz para que se ayude "a los andaluces a escapar de la discriminación y de la vejación que supone tener que pagar por heredar impuestos extremadamente superiores a los que pagan otros españoles radicados en otras comunidades". Recuérdese el dato de que una herencia similar puede pagar en Andalucía 100 veces más que en Madrid y 1.000 veces más que en Canarias.

Visto lo de ayer, parece que la estrategia de Susana Díaz de devolver el impuesto a Madrid para "lo quiten ellos", no le va a funcionar. No le funciona a nivel ciudadano, comprobado ayer, ni le funciona políticamente porque su concepción de "autonomía según" convenga o no, no es bien vista por la oposición en su conjunto, si exceptuamos a Ciudadanos cuya posición en este asunto fue inicialmente de oposición al Impuesto, pero que, tras muchas cesiones ante el PSOE, ha desdibujado sus propuestas.

La sucesión en el PSOE andaluz

La intención explícita de la oposición, salvo Ciudadanos que está dispuesto a consentirlo, es que Susana Díaz no compagine la presidencia de la Junta con la secretaría general del PSOE por entenderse que una Comunidad de 8 millones de personas, con problemas crónicos tras 36 años de gobiernos del PSOE acompañado o no por muletas políticas, no puede ser segundo plato de nadie.

Aunque el PP de Juan Manuel Moreno tenía una oportunidad de oro para denunciar lo que ha señalado en numerosas ocasiones, fue Teresa Rodríguez, la líder de Podemos que ha facilitado la salvación de los expresidentes Chaves y Griñán en la Comisión de Investigación sobre el fraude de la formación, la que logró acaparar la atención del Parlamento y de los medios de comunicación.

De hecho, aprovechó la velada acusación que Susana Díaz destiló hacia un miembro de la campaña de Pedro Sánchez, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, por dar entrevistas en horario laboral desde su cargo de director general de la Agencia Pública de Puertos de la Junta de Andalucía.

Rodríguez dio a entender que ha hecho un muestreo del envío de mensajes vía electrónica en la Junta de Andalucía que guardaban relación con la campaña de las primarias de Susana Díaz. De este modo, ha detectado que el vicepresidente de la Junta, Manuel Jiménez Barrios, otros altos cargos, funcionarios de organismo de la Junta dedican recursos y tiempo que debía ser usado al servicio de la Junta, para ayudar a Susana Díaz. Recordó además cómo un miembro de la campaña de Pedro Sánchez, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, concedió una entrevista en horario de trabajo.

Teresa Rodríguez concluyó que es sospechoso el uso del dinero público andaluz que puede terminar pagando las elecciones primarias del PSOE. A continuación, la líder andaluza de Podemos pidió a Susana Díaz que se haga público el coste de sus actos de campaña y quién lo paga.

Pero la batalla principal es la continuidad de Susana Díaz al frente de la Junta si resulta ganadora de las elecciones primarias en su partido. Teresa Rodríguez le preguntó ayer a la actual presidenta de la Junta si ve posible y compatible que ambas funciones puedan ejercerse simultáneamente y resaltó que no lo es, ni "espiritual" ni materialmente.

Rodríguez se empleó ayer a fondo y recordó que Andalucía necesita el 100 por 100 del esfuerzo de su presidenta (o presidente) y textualmente le espetó que una presidenta de la Junta tiene que recorrer "los pueblos de Andalucía y no las agrupaciones socialistas". Finalmente, le subrayó que la presidencia de la Junta no puede ser ningún escalón para dar un salto en "sus aspiraciones políticas".

Efe recoge las respuestas de Susana Díaz, que arguyó que la vida interna de los socialistas es cosas de los socialistas, no de Podemos, y que "Andalucía y España están por encima de los intereses del PSOE". Si se suman las declaraciones de Miguel Ángel Vázquez, portavoz de la Junta, se tiene el argumentario completo. Es la capacidad personal de trabajo de Susana Díaz la que hará posible la compatibilidad entre los dos cargos.

Lejos de parecer intimidada, Susana Díaz acusó a Teresa Rodríguez de haberse pagado la campaña de las andaluzas con sus asignaciones como eurodiputada y de trabajar poco. "Trabajo cuatro veces más que usted a la semana", defendió, "por eso yo puedo estar al frente de dos responsabilidades y usted de ninguna".

Juan Manuel Moreno acusó de Susana Diaz de utilizar la Junta y sus recursos al servicio de su ambición personal". Además, subrayó que a Susana Díaz le falta altura política y educación para ser mujer de Estado, tras haber escuchado cómo la presidenta de la Junta recordaba que en entrevista reciente el mismo Moreno la considerara una lideresa "sólida y consolidada" y se riera de que Moreno se considerara su rival.

Igualmente le recordó que José María Aznar ocupó temporalmente el cargo de presidente del PP con la presidencia de la Comunidad de Castilla y León. Para colmo, exigió a Moreno que pidiera perdón a Andalucía por su comportamiento en el caso del fraude de la formación, tras el triunfo político obtenido en la Comisión de Investigación y el archivo de 113 sumarios abiertos en Andalucía, consecuencia del troceo de la causa.

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