El Mundo dice que "el terrorismo también golpea Rusia". Aquí no se libra ni Putin. Y el serial de Murcia parece que llega a su fin. "El PP presiona para que el presiente de Murcia dimita de forma inminente", después de que, oportunamente, el juez Velasco lo haya imputado en la Púnica. Dice el editorial que "el paso dado por el magistrado de la Audiencia Nacional deja en vía muerta cualquier intento del presidente murciano de seguir escurriendo el bulto". Justo cuando Génova se había cansado de apoyarle y él se emperrara en que no se iba. Huele fatal. "Su empecinamiento en aferrarse al cargo, a pesar de la contundencia de las acusaciones formuladas por el juez de la Púnica, constituye un error muy grave". En fin, este señor de Murcia que empeñó su palabra "debería dar un paso atrás y presentar su renuncia", más que nada porque el hedor a cadáver político llega hasta Madrid.
El País dice que "una bomba causa una masacre en el metro de San Petesburgo". Algo parecido a los camiones asesinos. Una bomba corrió ella solita al metro y se estalló contra la gente. También el editorial presiona a Pedro Antonio Sánchez. "El PP no debería seguir sosteniendo a un presidente con esta agenda judicial". Y eso que Javier Casqueiro dice que a Rajoy Murcia se la bufa, que diría Pablo Manuel. Rajoy está con lo del "Brexit, Gibraltar, Cataluña, Bruselas, presupuestos" y tontunas como esas, pero "no Murcia". ¡Eh! Que Murcia también existe. En cuanto a la guerra que nos ha declarado Reino Unido, dice que "Bruselas exige a Londres que rebaje el tono sobre Gibraltar". "Las Malvinas y Cataluña entran en el radar del Brexit" después de que otro inglés zumbado haya propuesto que "Londres apoye la independencia de Cataluña". Esto recuerda mucho a la locura que poco a poco impregnó el nacionalismo catalán. A ver si la flema británica va a ser como el seny catalán, una leyenda urbana.
ABC confirma que las bombas no llegaron solas al metro de San Petesburgo. "Rusia identifica a dos hombres grabados con bombas en el metro de San Petesburgo". Cuenta que "Madrid y Londres buscan rebajar la tensión para no perjudicar sus intereses", advierte que "ambos gobiernos esperan que no se enturbie la visita de los reyes en junio" y dice que "May recurre a la risa al ser preguntada si iría a la guerra por Gibraltar". Sí, es para descojonarse. Claro que una fuente bien informada, pero cuyo anonimato me veo obligada a guardar, se ha chivado a Libertad Digital de queReino Unido tiene todos sus barcos en el taller y no podrán atacar en cinco años. Que tienen los cañones oxidados, creo. Podríamos aprovechar y ¡pum, pum!, cargarnos todos los monos de Gibraltar. Al fin y al cabo, como estamos tan cerca a nosotros nos sirve una escopeta. David Gistau alucina. "Sin haber terminado el Brexit , ya vuelve a haber quien habla como en el siglo XVII" y "lanza bravatas decimonónicas, llenas de complejo de superioridad imperial y de frívola pasión deportiva por las victorias bélicas contra pueblos de habla hispana y un diario hace comparativas entre Armadas. Pero qué chifladura es esta (…) Parecéis idiotas". Es como revivir Poldark. Ignacio Camacho dice que es que Gran Bretaña "es el país de los gentlemen pero también de los hooligans" y últimamente los últimos "se hacen notar mucho más". El barón senil de las Malvinas "ya veía a la Royal Navy en aguas de Trafalgar entre un fragor de cañones y marciales arengas de esperanza y gloria". Vamos, como un cencerro. Pero "la clientela de esta charlatanería de pub cervecero se traga sin pestañear el órdago a la grande, ajena a la indiferencia que el asunto del Peñón produce en España". Y es que en nuestros bares, ahora vinotecas, el peñasco de los monos nos la trae al pairo.
La Razón dice que "el PP apoya al presidente de Murcia hasta la moción pese a la Púnica". "Génova no le obligará a retirarse hasta el día del debate pese al nuevo frente judicial". Firma la información Carmen Morodo y lo mismo se tiene que tragar su titular antes de que acabe esta revista de prensa. Maíllo viaja en estos momentos a Murcia, y no creo que sea para darle un abrazo a Sánchez. Marhuenda dice que "el PP debe seguir gobernando en Murcia". Pues lo mismo que dice Ciudadanos. Pero el editorial de La Razón no se retracta de sus mentirijillas. "La oposición con un C's hiperactivo y poco reflexivo, se ha lanzado a cambiar la titularidad de la presidencia murciana con la intención de modificar el signo de las elecciones". Falso. Ciudadanos ha pedido siempre que el PP ponga un candidato limpio, si es que tiene alguno, y lo apoyará. Pero vayamos a la guerra por Gibraltar, que es más emocionante. "Reino Unido pierde el norte". "Un ex ministro ha llegado a sugerir que lo mejor es amenazarnos con apoyar a Cataluña. Delirante". Pues a José María Marco no le parece tan delirante. En un artículo sobre el Brexit dice: "Escocia puede llegar a separarse de Gran Bretaña de forma pacífica y legal, en cumplimiento de la Constitución británica. (En nuestro caso, también Cataluña lo podría hacer, pero por el momento, dejémoslo así, es una posibilidad exclusivamente teórica)". Así que Cataluña se puede separar de España de manera pacífica y legal. En menudo charco te has metido, Marco.
La Vanguardia no puede evitar aprovechar la amenaza de Reino Unido. "Algunos dirigentes británicos amenazan con alentar la secesión de Catalunya". ¿Algunos dirigentes británicos? Un exministro de Thacher con problemas de riego en el cerebro. Eso sí, el director Marius Carol está sembrado. "A Howard, su médico de cabecera debería cambiarle las pastillas (…) Los dirigentes conservadores parecen olvidar que si un día la flota británica decidiera un ataque a la costa andaluza, podría lastimar al casi millón de británicos con residencia en España que se tumban en sus playas". Eso, que tengan cuidado que nuestros hospitales lo mismo no les pueden atender.