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Mayor Oreja: "Se ha legitimado a ETA, ha sido configurada como alternativa al PNV"

El exministro y Jon Juaristi han participado en un acto llamado "El fortalecimiento de la Verdad", presentado por María San Gil.

El exministro y Jon Juaristi han participado en un acto llamado "El fortalecimiento de la Verdad", presentado por María San Gil.
Mayor Oreja, Juaristi, San Gil e Íñigo Gómez-Pineda | Twitter: @FVillacisneros

El exdirigente del PP Jaime Mayor Oreja y el escritor Jon Juaristi han participado en el acto celebrado este martes por la Fundación Villacisneros y la Fundación Valores y Sociedad, en el Auditorio de la Fundación Mutua, llamado "El fortalecimiento de la Verdad", y que forma parte del ciclo "El necesario fortalecimiento de España". Al acto, presentado por María San Gil, acudieron colaboradores de LD y esRadio como Cayetano González, Isabel San Sebastián o Hermann Tertsch, así como el exalcalde de Madrid, Álvarez del Manzano.

Mayor Oreja abordó el "asunto nacionalista" desde una "perspectiva personal", y se remontó a sus orígenes políticos en la UCD. El exdirigente del PP señaló que, pese a los fallos, ni la Transición ni la refundación del PP fueron "mentira". Acto seguido, alertó de la "evolución hacia sociedades cada vez más líquidas, alejadas creciente y aceleradamente de valores permanentes y sólidos, alejadas de la verdad incluso como aspiración". Éstas acarrean un problema: "Se aproximan a una sociedad gaseosa que tiende al suicidio más que a la revolución" y, por ello, "el pensamiento débil arrasa, y lo políticamente correcto exige una policía del pensamiento".

El exeurodiputado enumeró un decálogo de mentiras. La primera: "La mayoría absoluta del PP en el año 2000 transformó el partido y, especialmente, a su presidente". Según Mayor Oreja, "quien cambió tras la mayoría absoluta del Partido Popular fue la izquierda española", que "decidió movilizar y radicalizar a los medios de comunicación y a los políticos afines". "Aquellos acontecimientos jalonaron un proceso de creciente radicalización populista de sus bases, que fueron germen y embrión del movimiento político y social configurado finalmente en Podemos", añadió.

La segunda gran mentira, según el exministro, es que el 11-M "fue una acción islamista como cualquier otra". En su opinión, fue concebido con el objetivo de "cambiar el rumbo de España": "El resultado electoral fue nítidamente afectado por ese suceso y por el uso político y mediático que de él se hizo en los días siguientes, que pretendió y logró en buena medida, hacer pasar por falsario a quien decía la verdad y hacer pasar por defensores de la verdad a quienes la ignoraron y la ultrajaron sin el menor pudor y sin que hasta la fecha se haya producido rectificación o disculpa alguna al respecto".

ETA, legitimada

Mayor Oreja también tildó de falso el llamado "proceso de paz" del expresidente Zapatero con la banda terrorista ETA. Según el exministro, los asesinos dejaron de matar porque "el Gobierno socialista y su presidente abrieron un proceso que no ha dejado de estar vivo y que ha vuelto a hacerse presente en un ridículo e irrelevante desarme de ETA". En su opinión, esta mentira "exigía dos condiciones: primero, no decir la verdad, esconder la verdad del proceso y la verdad de los mediadores internacionales; segundo, hacer creer que ETA, por un lado, y Bildu o Sortu, por otro, eran dos realidades enfrentadas", añadió.

El exdirigente popular recordó que "ETA nació para destruir España" y lamentó que, "a fecha de hoy, lo que ha producido este proceso como contrapartida al crimen, es que se ha legitimado a ETA", configurada ésta como "alternativa política al PNV".

Además, Mayor Oreja tildó de mentiras que "el problema catalán discurre muy mal, pero el vasco, por el contrario, va en buena dirección", que la crisis "era y es económica, financiera y política" –"la madre de todas las mentiras", dijo, debido a que "es de carácter moral"- o que "no existe un Nuevo Orden Mundial". Éste último tendría una "obsesión enfermiza, patológica, para destruir los valores cristianos".

Finalmente, Mayor Oreja animó a combatir contra la mentira: "Tenemos la obligación de entender que el necesario fortalecimiento de España pasa por trabajar y sufrir en la búsqueda y en el fortalecimiento de la verdad. Y después de entenderlo, hacerlo".

"¿Quién ha sido?, ¡ETA no ha sido!"

Por su parte, Jon Juaristi manifestó que "el nacionalismo vasco, en general, ha tenido una habilidad enorme para convertir las derrotas en victorias". "Su baza fundamental es ocupar el lugar de las víctimas verdaderas, presentándose como las víctimas reales de cualquier proceso político", agregó.

El escritor señaló que ETA "ha actuado como una organización terrorista al servicio del nacionalismo vasco en conjunto" y que éste paga su "deuda" con la impunidad. Tildó de oxímoron la definición del presidente vasco, Íñigo Urkullu, de Euskadi como "nación foral" –"o es nación o es foral"-, explicando que "el nacionalismo vasco argumenta que aquello que sostiene la entidad de los vascos no es la lengua vasca, no es el cráneo de esta u otra forma, sino los fueros. Los fueros quieren decir privilegio. Privilegio quiere decir exención. De impuestos y del Estado".

Juaristi comparó las manifestaciones del 97, tras el asesinato de Miguel Ángel Blanco por parte de la banda asesina, con las del 12 de marzo de 2004, tras los atentados del 11-M. Él participó en la que se celebró en Madrid, junto a Esperanza Aguirre. "Estuvimos –contó- flanqueados por una muralla de gente excitada, que se dedicaba a increpar y, sobre todo, a lanzar la siguiente proclama: "¿Quién ha sido?, ¡ETA no ha sido!". En un connato de la manifestación, "estuvieron a punto de lincharnos".

Según el escritor, "la manifestación del 12 de marzo de 2004 y el asalto a las sedes del PP estaban exonerando a ETA de cualquier culpabilidad del proceso político de la democracia española. ETA no estaba siendo el mal, sino el Partido Popular. Se recuperaba a ETA como un movimiento democrático en el fondo, que luchaba por la democracia real y que era acreedora, al final del proceso, de una impunidad".

Juaristi concluyó señalando que en el PNV "ya no existe la autoridad del Estado" porque los nacionalistas vascos han decidido que "Euskadi sea una nación foral".

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