El ministro de Justicia quiso romper de nuevo este jueves una lanza a favor de la Fiscalía Anticorrupción tras las últimas revelaciones sobre la operación Lezo que han querido poner en entredicho el trabajo del Ministerio Fiscal. Lo hizo en un desayuno informativo que protagonizó en Madrid en el que Rafael Catalá comenzó con un mensaje que no dejó indiferente a nadie:"Con la que está cayendo, yo pensaba que había que suspender este acto". Sin embargo, el titular de la cartera de Justicia aseguró que, aunque hay amigos que en estos días le han recomendado mantenerse en un segundo plano, decidió seguir con la convocatoria por "transparencia".
Un acto en el que Catalá defendió a capa y espada la labor del fiscal jefe Anticorrupción, Manuel Moix, después de que algunas informaciones hayan apuntado a que habría podido maniobrar para apartar de la investigación a Carlos Yáñez, uno de los fiscales del caso. El ministro lo negó rotundamente. "Es falso que se le fuera a cesar", aseguró, añadiendo que fue justo lo contrario, que la petición de renovación de Yáñez estaba tramitada desde hace tiempo.
"Estamos haciendo un flaco servicio a la confianza en las instituciones", señaló el ministro que calificó de "barbaridades" las informaciones que hablan de injerencias en la Fiscalía. Sobre Moix dijo Catalá que es un fiscal con más de 30 años de experiencia y de compromiso con el derecho, la justicia y la institución y que, por tanto, merece "todo el reconocimiento y todo el respeto". Fue incluso más allá: "Cuando uno conoce y escucha lo que ha podido pasar lo que hace, precisamente, es reforzar su cualificación e independencia".
El titular de Justicia quiso dejar claro que tanto en la Fiscalía como en los juzgados se actúa con total independencia y se quejó de quienes cuestionan este asunto porque a su juicio están creando un "clima muy dañino". Según Catalá,"nadie le dice a un fiscal cómo tiene que actuar" al igual que "nadie le dice a un juez que sentencia tiene que dictar". Sea como fuere y a pesar del clima, el ministro se mostró satisfecho con el curso de las investigaciones: "Me queda la satisfacción de que el Estado de derecho funciona. Quien la hace, la paga".
Palabras del ministro en un desayuno informativo en el que también desveló que recibió la llamada de Mariano Rajoy desde Sudamérica donde se encontraba de visita oficial: "Lo que conforta y consuela es el apoyo de las personas que me conocen y los amigos y, por supuesto, también de mi presidente que desde el primer momento me llamó para darme ánimos y para decirme que estas cosas pasan y que lo que hay que hacer es seguir trabajando por el interés general de los españoles".