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Cómo gestionar un descubierto bancario

La luz, el teléfono, el seguro del coche o cualquier gasto inesperado pueden hacer que entremos en números rojos.

La luz, el teléfono, el seguro del coche o cualquier gasto inesperado pueden hacer que entremos en números rojos.
Hay que evitar entrar en números rojos | Alamy

Estar en números rojos es uno de los grandes temores de los clientes de un banco. Ese momento se produce cuando la entidad tiene que adelantar un pago, normalmente de algún recibo, porque el titular de cuenta no tiene saldo suficiente para llevarlo a cabo.

La luz, el teléfono, el seguro del coche o cualquier gasto inesperado pueden hacer que entremos en lo que técnicamente se conoce como un descubierto bancario o descubierto en cuenta corriente.

El Banco de España advierte de que tenemos tres obligaciones con nuestro banco si esto sucede: devolver de forma inmediata el anticipo, pagar los intereses del descubierto y pagar las correspondientes comisiones bancarias.

Hay que tener en cuenta que el coste del descubierto (los intereses más las comisiones) está limitado por ley. Así, la T.A.E. del descubierto en cuentas corrientes no puede superar 2,5 veces el interés legal del dinero en cada momento (3% x 2,5 = 7,5% fue el límite de la TAE para descubiertos con consumidores en 2016).

Además, si se produce un descubierto en su cuenta, la entidad debe comunicarle al cliente el detalle de la liquidación efectuada en su cuenta corriente. Según la ley de contratos de crédito al consumo, en caso de descubiertos aceptados tácitamente, el consumidor deberá ser informado individualmente.

Las comisiones que nos puede cobrar nuestra entidad por quedarnos en números rojos puede darnos un buen susto. Normalmente el coste suele ir de los 15 a los 30 euros, aunque la comisión por reclamación de posiciones deudoras, que es un cargo que nos harán cada vez que nos comuniquen que tenemos un descubierto, suele ser de unos 35 euros. Eso sí, si el descubierto "se produce únicamente como consecuencia de las distintas fechas de valoración" de ingresos y gastos provocados por "la mecánica bancaria habitual", está prohibido cobrar una comisión.

Para que no nos llevemos ninguna sorpresa, es importante evitar caer en números rojos siguiendo estas pautas: estar alerta con nuestra cuenta corriente a final de mes, tener claro cuándo nos pasan los recibos domiciliados, intentar mantener siempre un saldo mínimo en nuestra cuenta, solicitar a nuestra entidad un anticipo de la nómina o acudir a los minicréditos online. Con esta última opción, prevenimos antes de curar, ya que en la mayoría de los casos los intereses que nos piden por un crédito online son menores que las comisiones que nos cobrará el banco por no tener saldo.

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