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El archivo del fraude de la formación dejaría sin explicar la omnipresencia del PSOE en los consorcios de formación (I)

El caso Della Robbia: una tela de araña tejida desde 1991.

El caso Della Robbia: una tela de araña tejida desde 1991.
Imagen de archivo de Manuel Chaves | EFE

Fue precisamente en 1991, un año antes de la Expo 92, cuando se creó la Escuela de Artesanos Della Robbia, adoptando el nombre del famoso escultor y ceramista del Renacimiento italiano Luca della Robbia. La Escuela de formación, concretada como Consorcio, ha pasado, como otros del mismo carácter, del éxito profesional a la ruina de sus trabajadores, a los que incluso dejó de pagarse sus salarios tras su inserción-subrogación en el Servicio Andaluz de Empleo.

Eso sí, la relación de personas vinculadas al PSOE en su desarrollo constituye una tela de araña que será inexplicable si judicialmente se considera, al contrario que en el caso ERE, que no hay trama política en el caso del fraude de la formación.

La Escuela de Artesanos nació en la localidad sevillana de Gelves y comenzó a funcionar en 1993 bajo la dirección de Ricardo Sánchez de la Morena, vinculado estrechamente al PSOE de Andalucía y a la Junta de Andalucía donde había sido nada menos que ex presidente del Instituto de Promoción Industrial de Andalucía.

Destaca en sus primeros tiempos la presencia de una de las cuñadas de José Antonio Griñán, Nina Caravaca, que asesoraba en cuestiones de diseño, según fuentes del Servicio Andaluz de Empleo.

Junto a ella y algunos otros ex altos cargos de carácter más técnico, se encontraban ya los componentes del grupo originario de la Escuela: Francisco Espina, José Luís Medina, Jesús Alcántara Márquez (ya jubilado), Pedro Sánchez Linares y Carmen Rojas Romero.

Francisco Espina fue el primer contratado por el Consorcio-Escuela en calidad de mozo de mantenimiento y recepcionista, aunque llegó a ser jefe de compras. Según las fuentes consultadas por Libertad Digital, tenía relaciones con el ex presidente Manuel Chaves y con concejales socialistas de Almonte (Huelva). Tras la absorción por el SAE, aparece como técnico de logística y se le considera un "protegido" de Francisco Oliva, ex consejero de Trabajo de la Junta de Andalucía que terminó su carrera como director de otro Consorcio formativo, el de La Cónsula, en Málaga.

José Luis Medina Vallejo fue otro de los primeros contratados y pertenecía a UGT desde donde ejerció representación sindical hasta 2011. Tuvo la responsabilidad de la Administración, nóminas, caja, registro e informática. Siempre de la mano del ahora imputado Antonio Rivas, entonces delegado de la Consejería de Empleo en Sevilla, otras la absorción de la Escuela en el Servicio Andaluz de Empleo, desempeña también funciones en su dirección provincial.

Otra de las pioneras fue la sindicalista de Comisiones Obreras, Carmen Rojas Romero, auxiliar administrativo en sus comienzos, que sigue sindicalmente activa si bien logró promocionarse hasta formar parte del equipo de confianza del luego gerente José Reyes.

Jesús Alcántara Márquez, jubilado a estas alturas, procedía del Colegio Aljarafe, un vivero de "vocaciones socialistas" considerado el colegio privado "progre" más importante de Sevilla.

En una segunda etapa del consorcio el organigrama experimenta algunos cambios debido a fallecimientos y destituciones. Las guerras internas tenían su repercusión en el organigrama del Consorcio Della Robbia.

Por ejemplo, María José Fernández Muñoz, ahora ex alcaldesa socialista de Lebrija y senadora socialista implicada en el caso del desvío de subvenciones para el empleo en la Mancomunidad de Municipios del Bajo Guadalquivir, que presidió por un tiempo, participó en algunas importantes destituciones.

Fernández Muñoz, alineada ahora con Susana Díaz y nombrada entonces Presidenta del Consorcio y Delegada de la Consejería de Empleo en Sevilla, fulminó a Nina Caravaca y a Magdalena Mora, una experta en marketing relacionada con la Expo 92.

Luego mediada la década de los 90, tras haber sido coordinador general de la Dirección de Personal y Recursos Humanos de la consejería de Educación, llegó a la gerencia del Consorcio Rafael Herrera Gil, que fue luego, nada menos, que gerente del Servicio Andaluz de Empleo y muy bien relacionado en el PSOE andaluz.

Rafael Herrera Gil, que además fue secretario general de la Consejería de Empleo en 2003-4, fue imputado por la juez Alaya en el caso ERE por la intrusión de un extraño en el ERE de la empresa Dhul. En 2015, su caso fue archivado atendiendo a su grado de discapacidad de un 75 por ciento.

En esta primera entrega, queda ya muy definida cuál ha sido la intervención del PSOE andaluz y de la Junta en los consorcios de formación, concretamente en el Consorcio de Artesanía de Gelves.

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