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Puigdemont y Junqueras proclaman desde el Ayuntamiento de Madrid que habrá referéndum sí o sí

El presidente catalán hace su "invitación" a dialogar a Mariano Rajoy dejando claro que se saltarán la ley.

El presidente catalán hace su "invitación" a dialogar a Mariano Rajoy dejando claro que se saltarán la ley.
Carmena recibiendo a sus invitados | EFE

Es el último intento, advertían los independentistas, antes de activar la vía unilateral. Tras reunirse con Pablo Iglesias y ser recibidos por Manuela Carmena con quien tomaron un café, Oriol Junqueras y Carlos Puigdemont ofrecieron la conferencia en el Ayuntamiento de la capital.

El Gobierno de Ahora Madrid, con la alcaldesa al frente, decidió alquilar una sala al centro cultural Blanquerna para que este acto pudiera celebrarse sin concretarse cuánto dinero les ha costado a las arcas catalanas. Ambos comenzaron sus discursos sobre el futuro de Cataluña dejando claro que celebrarán el referéndum haga lo que haga el Gobierno. En el marco de la conferencia "Un referéndum para Cataluña. Invitación a un acuerdo democrático", expusieron que se saltarán la ley aunque en un discurso sin muchas concreciones.

El presidente de la Generalidad advirtió de que "aunque lo intenten, el Estado español no tiene tanto poder para impedir tanta democracia", momento en el que el auditorio, conformado por una comitiva independentista lo ovacionó. Antes Puigdemont había dado las gracias, una vez más, a Carmena. "No tengo ninguna duda de que el pueblo de Madrid está hoy muy dignamente representado por su alcaldesa".

Según el presidente catalán, "no se trata de liquidar España ni de negarla, se trata de la autodeterminación de Cataluña, que no pretende negar a nadie sino de confirmarse así misma". Así, pidió al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, sentido de Estado para negociar ya bilateralmente un referéndum de independencia.

"Un buen comienzo sería compartir la idea de que el sentido de la democracia va asociado a una urna. Deberíamos como mínimo poder dialogar sobre ello sin que nadie tuviera que responder ante la Justicia". Consulta, por cierto, que sigue sin tener fecha aunque se esperaba que este mismo lunes, al término de la conferencia, se hiciera pública. Como venimos contando en esRadio, el presidente independentista esperará "más gestos" de Moncloa antes de mover ficha en el calendario

No sólo eso. Puigdemont propone en esa mesa de negociación bilateral entre el Gobierno de España y el autonómico "huir de ideas sacralizantes sobre la unidad de un Estado: nada es para siempre, nada es inmutable".

El presidente catalán afirmó que no representan ni son "ningún desafío, ni un suflé, ni una enfermedad ni el fruto de un trastorno emocional". Son la respuesta lógica, expuso, a la frustración surgida tras el Estatuto de Cataluña. "Apoyaré la reforma del Estatuto que apruebe el Parlamento catalán", aseguró, solemne el entonces presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero. Después vino la respuesta del Tribunal Constitucional y el momento en que Puigdemont enmarcó el proceso que se vive en estos momentos.

"El Estatuto fue una propuesta pactada y refrendada por mayorías y apostaba por convertir a los catalanes en ciudadanos de primera en financiación, en lengua… Esto fracasó. Muchos de los que ya éramos independentistas en aquellos momentos aún lamentamos aquel inmenso error. Pero decidimos algo nuevo, algo para lo que la política española no estaba preparada: dejar de lamentarnos, de negociar compensaciones en aquel mercadeo que tanto nos ha perjudicado y decidimos decidir. Y tomamos conciencia de que nunca habíamos pintado nada, sólo habíamos sido espejismo de utilidad que en la práctica favorecía a los mismos y que jamás sirvió para acabar con las ineficiencias, cruce de intereses y fundamento para la corrupción".

Según Puigdemont, "gracias a la decisión que tomamos en 2010 hablamos desde la esperanza". No obstante, expuso su deseo de que el referéndum "sea pactado con el Gobierno español: estamos dispuestos a hablar de todo con todos: la fecha, la pregunta…" Y advirtió al Gobierno central de que "no van a caber muchos más rechazos" y de que el proceso secesionista seguirá con o sin el aval del Estado. Es más, calificó la invitación del Gobierno para debatir en el Congreso su propuesta de referéndum como una "coartada" para "difuminar ante los observadores internacionales" la ausencia de voluntad política, un "error", dijo, del que no va a participar.

"No es cierto que haya fuga de empresas en Cataluña y no perseguimos a nadie por sus ideas o por su lengua. Nos sentimos muy orgullosos de la sociedad (catalana). Es una sociedad felizmente discrepante como corresponde a una sociedad democráticamente madura", manifestó.

Habrá referéndum aunque haya "querellas y condenas"

Antes que él se pronunció Junqueras quien, por cierto, prefirió viajar a Madrid por separado evidenciando la crisis abierta en el seno del Ejecutivo autonómico a raíz de la maniobra de Puigdemont para evitar acusar a CDC en el juicio del Palau a través del Consorcio. El vicepresidente de la Generalidad, que llegaba a Madrid advirtiendo que "no venían a pedir permiso de nada"expuso las bondades de la región ("las exportaciones y la inversión extranjera batieron en 2016 un récord histórico"), avisó de que el convencimiento de celebrar la consulta es tal que lo harán aunque haya "querellas, inhabilitaciones y condenas".

"Somos una ciudadanía abierta y acogedora, que habla docenas y docenas de lenguas. Más de 200 lenguas en Cataluña. Que cuida las lenguas de sus conciudadanos, que intenta integrar parte de estas lenguas en el sistema educativo: la catalana, la española, la inglesa y otras lenguas. Estas lenguas son el fundamento de nuestra riqueza", afirmó.

"Lazos de afinidad entre Madrid y Cataluña"

La alcaldesa de la capital que ha defendido en todo momento la celebración de la conferencia separatista se desentendía después de su organización. El Ayuntamiento de Madrid envió tras el encuentro una escueta nota de prensa en la que informó de la reunión mantenida entre Carmena y Puigdemont. "En el encuentro han estado también el vicepresidente, Oriol Junqueras, Raül Romeva, consejero de Asuntos Exteriores, Relaciones Institucionales y Transparencia, Neus Munté, consejera de la Presidencia, y Ferran Mascarell, delegado de la Generalidad en Madrid. Por parte del equipo de Gobierno municipal estuvieron la primera teniente de alcalde, Marta Higueras, el delegado del Área de Participación Ciudadana y Transparencia, Pablo Soto, la concejala Portavoz, Rita Maestre, y el jefe de Gabinete de Alcaldía, Felipe Llamas".

El Consistorio madrileño encuadra la entrevista "en un marco protocolario" y señala que "ha servido para resaltar los lazos de afinidad entre Madrid y Cataluña, a la vez que Puigdemont ha recordado que en su etapa de alcalde de Gerona (de julio de 2011 a enero de 2016) hizo una gran promoción de Madrid".

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