Menú

'Público' denuncia que Rivera fue a la boda de un familiar de un abogado catalán

Dice que se acercó a una mesa y bromeó, aunque Cs desmiente que asistiera al banquete y sólo fue a la ceremonia.

Dice que se acercó a una mesa y bromeó, aunque Cs desmiente que asistiera al banquete y sólo fue a la ceremonia.
Albert Rivera. | EFE

Noticia grotesca donde la haya que recuerda aquella exclusiva de la SER para buscarle las vueltas a Zaplana de hace más de diez años. Público denuncia este martes que"Albert Rivera participó en la boda donde la Policía pactó con los Cierco traicionar a Pujol".Gran titular del periodista Carlos Enrique Bayo. Claro, conciso, directo. ¿Se coscan de la relación? Veamos, Rivera fue a una boda. Hasta ahí llegamos. Había policías. Vale. Y en ella los Cierco, que sin duda tienen nombre de mafiosos, pactaron traicionar a Pujol. Tal para cual.

Comienza Público descubriendo la maldad de Rivera. "Ha fingido buscar la verdad y querer tirar de la manta sobre la brigada política organizada en Interior por el exministro Jorge Fernández Díaz", pero ¡ajajá! aquí está súperPúblico para desenmascararle.

Resulta que "según ha podido saber Público, el líder de Ciudadanos asistió a la boda de un familiar del abogado catalán José María Fuster Fabra". Un familiar de un abogado catalán. Y Rivera es catalán, sospechoso, muy sospechoso, lo mismo conocía al novio y todo. Además "aquella boda y banquete se celebró el 21 de junio de 2014 en la finca La Camargacasualmente llamada igual que el restaurante en el que fueron grabadas en 2010 la examante de Jordi Pujol Júnior y la líder del PP catalán, Alicia Sánchez- Camacho–, situada en la carretera de Colmenar Viejo (Madrid). Oye, pues sí que es casualidad. Ahí, hay algo raro, sin duda. Aquí en Madrid habrá no sé cuántos bares que se llaman Pepito, Toledano, Manolo, El Madrileño, Rosario, La Remonta… ¿Hay alguno en Cataluña? Porque ya sería demasiada casualidad? Y por cierto, señor Bayo, de pésimo gusto lo de examante. Bastaba con exnovia. Ferrusola no está casado y si lo estuviera tampoco es muy apropiado hacer de huelebraguetas. Le ha faltado llamar a Sánchez-Camacho la madre soltera que se lió con el exministro Pimentel.

Hechas estas recriminaciones por el tinte machista de Público, continuamos desmontando a Rivera. A dicha boda también fueron "el director ajunto operativo (DAO) y el jefe de Asuntos Internos de la Policía, precisamente para que coincidieran con Higini Cierco (propietario de la Banca Privada d'Andorra junto a su hermano Ramon (sic)". Será en lengua andorrana, en castellano lo acentuamos y ponemos Ramón. Bien, pues como continúa relatando el sabueso de Público, "el DAO, Eugenio Pino, y su subalterno Marcelino Martín-Blas se sentaron en la misma mesa que Fuster Fabra, Higini Cierco y un alto ejecutivo de la BPA (todos ellos, con sus mujeres)". Y al pobre Rivera le mandaron al gallinero, con los mindundis. "La conversación transcurrió entre risas y muestras de cordialidad". ¡En una boda, válgame Dios, pero a dónde vamos a ir a parar!

¿Y qué pinta aquí nuestro Rivera?, se preguntarán. No se impacienten, que le quitan misterio. Resulta que "hacia el final de la comida, y cuando se estaba preparando el baile de celebración, se acercó a la mesa Albert Rivera, quien bromeó con los comensales y hasta se hizo fotos con ellos". Pero bueno, Albert, qué falta de tacto, interrumpir la animada conversación de gente tan importante y seguro que con pedigrí catalán, y encima plantarse en la foto. Si es que esa querencia por las cámaras te pierde.

La noticia sigue cual película de espionaje. Pseudónimos, operaciones con mucha pasta por medio, extorsiones, el Tesoro de EEUU, y hasta las mafias china y rusa. Ah y el comisario Villarejo, perejil de todas las salsas con su gorra de comisario Villarejo de telenovela. No podía faltar en una trama como esta.

En resumidas cuentas, Rivera fue a la boda del familiar de un abogado catalán en Madrid. Ciudadanos dice que Público miente porque Rivera ni siquiera estuvo en el banquete, sólo en la ceremonia. Hijo, Rivera, ¿ni siquiera en las mesas de segunda? Qué siesos son estos catalanes. Y por cierto, Bayo, ¿quién era la novia y cómo iba vestida? Ese ninguneo es impresentable.

Temas

En España

    0
    comentarios